Guns N Roses. La Debacle.

parte56Irremplazable

-¿Hello?- respondió una voz adormilada.

-Menos mal, eres tú.- suspiré al dejar de morderme las uñas de forma compulsiva.- Todos están esperando, ¿vas a llegar a tiempo?

-Claro que sí, nena.- yo no terminé de creerlo en ningún momento.- Hey, confía en mí, no tardaré nada.

-Es tu última oportunidad.- no se la merecía, pero se la di por todo lo que habíamos pasado y sentido.

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Dos horas de retraso habían hecho que comenzaran los disturbios y ya nadie estuviera a salvo.

-¡Me ha mentido!- chillé histérica.- No va a llegar a tiempo.

- Tenemos que irnos.- Slash tiró de mí para llegar a la limusina que recogía al grupo.- No voy a arriesgarte.- después de esa frase derrite corazones, tuve que hacerle caso.

Dentro esperaba el resto de la banda, salvo el pelirrojo, todo estaba preparado y habría sido perfecto si no lo hubiese jodido.

-Esto no puede seguir así, se cree irremplazable y trata al resto del mundo como basura.- a esas alturas ya había aguantado más de lo que podía tolerar.- Os juro que le he amado más que nadie, pero no voy a seguir a su lado porque ya no es el mismo.- todas las pequeñas cosas que ni siquiera llegaban a molestarme en él, se habían magnificado hasta hacer que le odiara.

-¿Por qué no te tranquilizas?- Duff sonrió dulcemente a pesar de estar igual de cabreado que todo el mundo.

-Me marcho.- irónicamente, la limusina acababa de aparcar frente al hotel.- ¿Quién está conmigo?-solo conseguí un silencio sepulcral.-¿Chicos?- agacharon la cabeza como niños avergonzados.- ¿Duff?- ya no quedaba nada de esa sonrisa cuando su melena rubia negó.-¿Slash?- si ni siquiera él me apoyaba nada me mantenía atada allí.-¿Vas a permitir esto?

-Es lo mejor.- susurró sin poder mirarme a los ojos.

-Te aseguro que no.-tomé su barbilla para poder verle y tener algo que recordar durante el viaje a casa.- Siempre te querré, pero no puedo y no quiero seguir así.- besé sus labios una última vez antes de salir a una jungla de flashes y cámaras.

-¡La novia de Slash!- gritó una periodista de prensa rosa a la que seguro que conseguí un ascenso.

-Ya no más.- dije con la voz quebrada mientras contenía las lágrimas.

A continuación los escoltas consiguieron abrirme camino hasta la puerta.

El siguiente capítulo será el final.
Gracias por leer!!!!!