parte41Siempre pelearé por ti

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-¿Estás lista?- me miró por encima de las gafas de sol.

-Eso creo.- respiré profundamente y cerré los ojos, entonces Slash apretó mi mano y fue como traspasarme su fuerza.

Entramos en el estudio, dentro de la sala de grabación estaban Duff ,Matt y Guilby ; repasaban las partituras mientras el rubio afinaba su bajo.

La silla frente a la mesa de mezclas giró dejando ver a Axl, parecía no haber dormido bien (siendo bastante optimista).

-Slash, deberías ir con los chicos para ver la partitura nueva.- el pelirrojo se levantó a duras penas.

Él me miró , yo asentí y me besó rápidamente antes de entrar en la sala de grabación.

Axl cojeó hasta llegar a la puerta y cerrarla, al estar insonorizada no podrían escucharnos.

-Becca...- se quitó las gafas de sol para dejar ver unos puntos en la brecha sobre su ceja.

-Joder, Axl, tienes que dejar de meterte en peleas...- me acerqué a él, no era la única herida que tenía, estaba plagado de ellas.

-Siempre pelearé por ti.- por muy tierna que pareciese esa frase con su voz melosa y suave, no iba a poder derretirme.

-Ese es tu problema, eres un bestia, para ti nunca es suficiente.- sonreí notando las lágrimas agolparse en mis ojos.

Realmente intentaba tener la cabeza fría, pero había muchos sentimientos y ahora todos se habían enturbiado de un plumazo.

-No llores.- no estaba llorando, hasta que me dijo que no lo hiciera.

Se oyeron unos golpecitos en el cristal, desde la otra habitación Slash me observaba con el ceño fruncido.
Yo levanté el pulgar y él volvió a ensayar (aunque no muy convencido) era genial que supiese cuando necesitaba espacio sin tener que decirlo.

-¿En serio me has dejado por ese gilipollas?- dijo Axl al ofrecerme una caja de pañuelos.

-¡¿Qué?!- tiré la caja al suelo de un golpe.- ¡No! ¡Yo no te he dejado por otro!- entonces Slash no necesitó más señales para venir a mi lado.- ¡La culpa es solo tuya, y tuyo es el problema!- me fui alejando poco a poco.- ¡Porque no fuiste capaz de ser leal aunque tanto me amaras!- di un portazo al salir dejando el toque dramático perfecto.

Luego recordé que había perdido algo.

-¡Slash!- al entrar de nuevo, vi cómo Ricitos sujetaba el cuello de Axl contra la pared, a punto de destrozar su don más preciado, esa garganta habría hecho feliz a cualquiera menos a aquel alma torturada.- Suéltale, si le hubiese querido dar una paliza lo habría hecho yo misma.

-Dice que quieres volver con él.- me miró con el ceño fruncido y lágrimas acomuladas en los ojos.

En el siguiente capítulo...
¿Se convertirá esto en un mar de lágrimas? Nah, Becca es Becca.

Próximamente:
42¡Que sea de fresa!

 Guns N Roses. La Debacle.Where stories live. Discover now