18.

21.5K 2.5K 697
                                    

Taehyung

Me desparramé sobre el sofá frente a Jeongguk, dejando mis manos detrás de mi nuca y elevé mis hombros. —Quién sabe ¿No? —sonreí observándole fijamente. —Así que un completo pervertido. —Murmuré elevando mis cejas y miré sus labios cada vez que se daba un bocado. — Linda forma de comer, te caben muchas cosas en la boca.

Dejó de lado el tazón y me miró a los ojos con incertidumbre. —Si, muchas cosas de las que te puedas imaginar.

Entrecerré mis ojos mirando los suyos y sentí como mi entrepierna comenzó a crecer, crucé mis piernas para disimularlo y miré a otro lado inflando mis mejillas por un momento para luego botar el aire. —Deberías terminar de comer eso.

—Ve al baño, no tengo problemas. —Contestó mirando el tazón, lamiendo su labio inferior.

Le miré fulminándolo con la mirada y elevé una ceja. —¿Y para que debería ir al baño?

— No sabes disimular muy bien.—Contestó volviendo a tomar el tazón entre sus manos.

— ¿Qué no sé disimular? — Descrucé mis piernas y me dí un agarrón que provocó que se marcara más la erección debajo del pantalón. —¿Te refieres a esto?

—Si, a eso. ¿A qué más me refiero?—Preguntó sin mirar mi acción, evitando sonrojarse otra vez.

Me levanté del sillón y caminé hacía él parándome a un lado. —¿Por qué no me miras? no debería disimular algo que tu causaste, Jeon.

—Porque si miro me sentiré de otra manera.—Contestó sin mirarme.

Me acerqué más a él acariciando su cabello y tiré de su cabeza hacía atrás provocando que me observara mientras apoyaba mi entrepierna contra su mejilla. —¿De que manera?

El menor mordió su labio, sintiendo su cuerpo entrar en calor.— Provocarás que me caliente. — Acaricié su labio y presioné los míos tratando de evitar mis impulsos. Comencé a rozar su mejilla con mi entrepierna en pequeños movimientos de un lado a otro.

— ¿Que tiene de malo eso? —Seguí jugueteando con su labio entre mis dedos.

—N-No me provoques.—Habló ahogando un leve gemido y sentí como mi mirada se nubló al escucharlo y lo tomé de los hombros, empujándolo levemente para acostarlo sobre el sofá.

— No puedo soportar más. —Me metí entre sus piernas arrecostándome un poco sobre él y comencé a besar su mejilla despacio haciéndo un camino hasta llegar hacía sus labios. Los besaba saboreándoles por un rato e introduje mi lengua en busca de la suya empezando a mover mi pelvis sobre la ajena al ritmo de la misma.

Jeon cerró sus ojos mientras sentía cómo su miembro se ponía erecto a causa de los movimientos y soltó leves gemidos entre el beso, llevando sus manos a mi cuello, acariciándolo gentilmente.

Deslicé mis labios sobre los suyos como forma de caricia. — Me gustan tus gemidos. —Murmuré sobre sus labios atrapando su inferior entre los míos. Chupé y tiré de el apenas rozándolo con mis dientes. Lo solté pasando una de mis manos debajo de su camisa, acerqué la misma a una de sus tetillas y tiré de este haciendo movimientos circulares al mismo tiempo.

Le besé detrás de la oreja pasando mi otra mano para deshacerme de su camisa, la lancé detrás del sofá cuándo finalmente logré quitársela y mi boca embistió su cuello dejando leves chupones, al cabo de que mi mano seguía jugueteando con su tetilla y mi pelvis proseguía en constante movimiento.

—T-Tae.—Murmuró apenas. Rodeó sus piernas a los costados de mi cintura, moviéndose también, provocando presión entre ambos miembros.

Comencé a descender mis besos por el centro de su pecho hasta llegar a su abdomen y lamer la línea marcada en el centro de este. Deslicé mi nariz en decadencia sobre la misma línea hasta llegar al ombligo e hice círculos alrededor de este hasta llegar al centro. Mis manos se movieron hacia sus pantalones y los desabrocharon tirando tanto de este cómo de su bóxer hacía abajo. Observé su miembro con lujuria y levanté una de sus piernas comenzando a besar su muslo, acercándome cada vez más a su entrepierna. Con mi otra mano saqué mi miembro, casi rebotando sobre mi abdomen. Bajé mi ropa con desesperación y antes de llegar a su entrepierna me detuve a mirar fijamente a sus orbes castaños. —¿Qué te gustaría primero? ¿Qué lo pruebe o le haga fricción con el mío? —Pregunté con voz ronca luego de dejar un hematoma en la parte interna de su muslo.

Last HeartbeatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora