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Jeon Jungkook.

Habíamos sido anunciados de que no empezaríamos la Secundaria hasta el mes de Marzo debido al frío clima y las fuertes nevadas. Lo cual significaba tener dos meses libres para dedicárnoslo mutuamente, dos meses en la cuál viví con Taehyung.

Fueron los mejores meses a decir verdad, nunca parábamos de hacer cosas juntos. En ningún momento hubo alguna discusión. Éramos aquella pareja que describían las historias, no había nada ni nadie que pudiera juzgarnos y sin nombrar aquellas veces que me sentí en el paraíso cuando sus manos recorrían mi cuerpo y me hacía suyo.

Yo le pertenecía y él me pertenecía, por completo.

El mes de Marzo al fin había llegado y yo estaba ansioso, quería ver como sería empezar junto a Taehyung en una situación diferente.

Despertamos juntos y concordamos que iríamos de igual manera. Luego de alistarnos con grandes abrigos debido a que aun hacía frío, la piel tibia de su mano tomo la mía y nuestros dedos fueron entrelazados. Caminamos un buen rato bromeando de cualquier estupidez y riéndonos de nuestros propios recuerdos.

Uno de mis favoritos fue cuando le regalé a principio de año un estetoscopio.

Flashback.

—¿Qué es esto?—Dijo sin aguantar las ansías y comenzó a romper el papel de regalo.

—Ya verás. —reí ansioso y jugueteé con mis dedos sintiéndome nervioso.

Él mayor sacó el estetoscopio de la envoltura y comenzó a reír mientras lo estudiaba.—¿Un estetoscopio? —Me miró divertido y besó mi frente haciendo que me sonrojara de inmediato.

— Es porque a ti te gusta escuchar mi corazón, quería que lo escucharas de mejor manera.— Mordí mi labio evitando reír y este soltó una carcajada apretujándome contra él.

—Amor estas loco, pero este tipo de cosas son las que me enamoran más de ti.

Fin del FlashBack.

A lo lejos pude ver que sus amigos se acercaban y no aguanté las ansías de saber sus reacciones cuando nos vieran juntos ¿Cómo serían las cosas esta vez? Taehyung me había dicho que  no le importaba una mierda lo que fueran a pensar, lo cuál me agradaba de él, nos daba mas libertad a nuestra relación.

Pero las cosas nunca fueron como yo esperaba, antes de que sus amigos terminaran de acercarse, Taehyung había soltado mi mano e hizo como si no hubiera llegado conmigo.

Mi mundo en ese momento se desmoronó. Él estaba saludándose con ellos y estos me hicieron caso omiso, quise llamarlo pero la voz simplemente no salió de mi garganta. Él ahora estaba lejos de mí, me había dejado aquí por irse con sus amigos, se había avergonzado de mí. Había roto la primera promesa.

Corrí al aula de clases con la esperanza de que pudiéramos sentarnos juntos al menos, con la esperanza de que lo sucedido solo fue un mal entendido.

Pero no fue así, no había ningún puesto a su lado. Y sus ojos nunca se cruzaron conmigo, yo simplemente era un fantasma. Suspiré cansado y me fui a sentar en los últimos puestos, nunca pude prestar mucha atención a la clase porque siempre me encontré distraído con los gestos de Taehyung, siempre me encontré deseando que su mirada se tropezara con la mía.

Las horas de clases pasaron más lentas que los latidos de mi corazón, lo sentía pesado. Este dolor era insoportable, necesitaba una explicación y la quería ahora mismo.

Comencé a buscar a Taehyung en la salida a como diera lugar, donde fuese. Pero no había rastro de él y nadie sabia de su paradero. Decidí volver a casa solo, con la mirada al suelo tratando de contener mis lágrimas.

Me senté a esperarlo en las escaleras frente a la puerta principal de su casa, por más que tenía sus llaves, no quería entrar, no sin él.

No sé cuánto tiempo estuve esperando, pero al fin llegó. Se detuvo frente a mi y se puso pálido, como si estuviera sorprendido. Me levanté sacudiendo mi trasero con las manos y fui fuerte para mirarlo a los ojos.

—Necesito una explicación ahora y no quiero que huyas como todos lo hacen, no tu. Por favor.—Dije con un hilo de voz y el asintió.

—Vamos dentro.—Abrió la puerta dejándome pasar y tomamos asiento en el sofá.

— ¿Porqué me ignoraste? ¿Porqué me dejaste? ¿Porqué fuiste incapaz de decirle a tus amigos? —Pregunté sin frenar.

—Yo...—Se quedó sin terminar la frase.

—¿Acaso te doy vergüenza o todas tus promesas fueron de dedos cruzados?—Sentí las lagrimas caer sobre mis mejillas, odiaba ser tan sentimental. Pero él era la primera persona que me hacía querer estar vivo, que me hacía olvidar mi pasado, que sanaba mis heridas y que él mismo fuese el que las quisiera volver a abrir, dolía como la mierda.

—No es eso Kook, no pienses así por favor.—Dijo y limpió mis lagrimas con su pulgar, cerré mis ojos ante el tacto porque realmente lo había extrañado en todo el día.— Pero esto es demasiado para mí, entiéndeme. Es algo nuevo.

—Habías dicho que nada te importaba.—Alejé su mano y miré hacía cualquier otro lado que no fuese él.

—Kook... Lo siento enserio, es que no lo había enfrentado. Dame tiempo ¿Sí? prometo que esta vez lo haré, pero dame tiempo.—Volví a mirarlo pero sentía el pecho pesado, no sabía si creerle.

—¿Cómo se que no estas mintiendo? ¿Cómo se que no volverás a romper esa promesa?—Él tomó mis manos e hizo uno de los gestos que más derretían mi corazón, las besó.

—No será demasiado tiempo, no te estoy mintiendo. Dame solo unas semanas y luego todos sabrán que eres tu quién tiene mi corazón.—No sabía como, pero de alguna manera el siempre encontraba la forma de hacerme sentir mejor. Y le creí.

—Taehyung... —Murmuré y él levantó su vista.—Tómame.

Lo necesitaba, necesitaba saber que aun nos pertenecíamos. Necesitaba saber que él sabía que yo seguía allí, necesitaba calmar mi corazón.

...

Luego de haber quedado exaltados, él hizo lo que siempre acostumbraba, dejar su cabeza sobre mi pecho y contar los latidos hasta quedarse dormido. Era un poco extraño, pero amaba que él hiciera eso. Me desvelé casi toda la noche observándolo dormir mientras le hacia caricias a su cabeza. Nunca existiría un hombre que yo amase más que él.

Meses después.

Se que quizás quieran saber que sucedió entre nosotros, si ya todos sabían que Taehyung y yo teníamos algo. Pero por más que odie admitirlo, aun sigo esperando ese día. Nunca fueron días o semanas como él prometió, habían pasado cuatro meses y él seguía ignorándome en la escuela. Tenía que aguantarme las veces que las chicas se sentaban en su regazo, no sé cuánto tiempo más pueda soportar aquello.

Algunas veces tenía la suerte de que me tomaba en los baños y me daba besos que me devolvían el aire, pero todo era a escondidas. Nadie tenía que saber, odiaba esto. Era como repetir la historia que viví hace un buen tiempo, distinta pero un poco parecida.

Abrí el lavamanos y eché un poco de agua fría sobre mi rostro, necesitaba despertar o no rendiría en estos exámenes. Ya todos se encontraban en sus Aulas, solo faltaba yo, prácticamente.

Al entrar me percaté de que había un nuevo estudiante transferido que se estaba presentando ante la clase, un chico de la misma estatura de Taehyung. Cuándo él volteó hacía mí, me quedé paralizado al ver de quien se trataba.

—¿Jungkook?—Él preguntó.

—Jin... —Murmuré y luego pude ver la cara de Jin comenzar a arder.



Last HeartbeatWhere stories live. Discover now