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Bridgette salía de la cafetería cuando sucedió: algo —mejor dicho, alguien— impactó contra la pared sur de la cafetería, dejándola hecha añicos. Se sorprendió tanto que sin querer soltó la malteada que llevaba en mano. Sabía que era un villano sin duda y, como si hubiese invocado su entrada, el villano salió de los escombros. Se estremeció al verlo, un cuerpo de hombre corpulento con la cabeza de un toro. Nada más y nada menos que un minotauro. Bridgette lo sabía porque en su clase de historia habían hablado sobre la mitología griega esa mañana.

A lo lejos vio a Alya y Marinette, sobresaltadas mientras los demás estudiantes corrían despavoridos. Alya se acercó a hurtadillas hacia el villano —¿le faltaba un tornillo?— mientras Marinette huía hacia otro lado. Bridgette corrió detrás de ella.

—Parece que alguien necesita ayuda —le dijo cuando encontró a su prima escondida detrás de un árbol.

—Qué oportuna —suspiró con alivio Marinette.

—¡Señoritas, el Akuma! —chilló Tikki, saliendo del bolso de Marinette.

Bridgette miró a Marinette y ambas asintieron.

—Tikki, ¡transfórmanos! —dijeron al unísono.

Bridgette miró sus manos cuando terminó la transformación, como si fuera la primera vez que lo hacía. Siempre se sentía maravillada cuando se convertía en Lady-2. Sabía que solo era una extensión del verdadero poder de Tikki y que, aunque esencia pudiera salvar el día como lo hacía Marinette, nunca podría hacer todas las cosas que su prima podía hacer; cosas que aún no sabía hacer, cierto, pero eso no quitaba que fuera increíble.

Se preguntaba si Marinette se sentía así cuando se transformaba en Ladybug.

Ambas se pusieron en acción. Atacaron con sus yo-yos en dirección contraria cada una, pero el akumatizado fue más astuto y logró sujetar ambos yo-yos. Los haló con fuerza, ocasionando que ambas Ladybugs chocaran entre sí, golpeándose cráneo con cráneo.

Era genial ser un superhéroe, hasta que te daban una paliza. 

—Ladybugs —gruñó el akumatizado—. Necesito algo de ustedes. Mi jefe quiere algo suyo.

¿Su jefe?, pensó la primera Ladybug. Es la primera vez que un Akuma reconoce a Hawk Moth como su jefe.

La primera Ladybug se distrajo unos segundos pensando en ello mientras la segunda se levantaba y continuó tratando de luchar contra el minotauro. Fue inútil, él era demasiado fuerte. Logró agarrarla y lanzarla contra la primera Ladybug.

Otro golpe fuerte.

Antes de que alguna de ellas pudiese levantarse apareció Chat Noir. No hizo alguna broma al llegar, no saludó, sólo lo atacó de forma directa. El minotauro se sobresaltó con la nueva presencia que olvidó lo que debía hacer, cosa que Chat Noir aprovechó para atestarle un golpe entre los cuernos, aunque no sirvió de mucho.

—¿Por qué los toros siempre llevarán un aro en la nariz? —observó Chat Noir.

El minotauro gruñó y lanzó un puñetazo contra Chat Noir, pero él puso su vara delante como si pudiera servir de escudo. Funcionó... más o menos. Amortiguó el golpe que estaba destinado a su estómago, pero no la fuerza ocasionada. Chat Noir salió volando, impactando contra una mesa del exterior de la cafetería, destrozándola.

—Eso... ese golpe estuvo bien, debo admitirlo —dijo Chat Noir, casi sin aliento, desparramado como una muñeca de trapo entre la madera astillada.

Chat Noir fue levantándose de a poco, mientras el minotauro se acercaba a él, haciendo retumbar el suelo con cada paso.

—¿No sabes cuándo rendirte? —dijo el minotauro, dedicándole una sonrisa macabra.

¿Quién es Ladybug? [#1]Where stories live. Discover now