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Félix recogió sus cosas al tiempo que sacaba su celular del bolsillo.

Adrien te ha enviado un mensaje:

*¿Irás a las clases de esgrima hoy?*

Félix suspiró ruidosamente mientras escribía una respuesta.

Félix ha enviado un mensaje:

*Obviamente, ¿qué cosas preguntas? ¿Estás tratando de saltarte las clases?*

Adrien ha enviado un mensaje:

*Atrapado. Sí, me gustaría saltarme las clases hoy*

Félix ha enviado un mensaje:

*¿Qué pasa? ¿Quieres escabullirte a besarte con Chloé?*

Adrien ha enviado un mensaje:

*Quieres producirme pesadillas, lo sé. Y no, estoy con Marinette*

Oh, pensó Félix, arqueando las cejas, sintiendo un vacío dentro de él. No sintió que fuera por eso, más bien como si eso sólo lo hubiese aumentado, o al menos le había dado consciencia de su existencia.

Entonces fue cuando Félix lo notó: la foto de Adrien. Abrió su información de contacto y sí, era una foto con Marinette. Ambos sonreían y mostraban sus manos a la cámara. Él con mariquitas en la mano y ella con pequeñas patas de gato.

Irónico, pensó, arqueando una ceja. Adrien, que amaba a Ladybug y era Chat Noir, encontrado en semejante situación con Marinette. Y de todos modos, ¿no debería ser al revés? Adrien debería ser el que llevara las patas de gato y Marinette las mariquitas, ya que Chat Noir era Adrien y...

Una idea fugaz cruzó por la mente de Félix.

Adrien estaba perdidamente enamorado de Ladybug, ¿cierto? Qué irónico sería que Marinette fuese la superheroína. Era tan absurdo que hasta podía ser verdad.

Félix se rió de sus pensamientos y trató de echarlos a un lado. Era demasiado estúpido para ser cierto.

Pero no dejó de pensar en ello en todo el día.


❇❇❇


Chloé ya había cumplido los siete aquél día que fue a visitar a los Agreste. Emocionada, pidió permiso para ver a la señora de la casa, dispuesta a contarle todo acerca de su tarde de compras. Pensó que eso la animaría. Ellas a veces salían de compras, "tardes de chicas" le decía la señora Agreste.

Al entrar a la habitación un fuerte olor a eucalipto la inundó. Eso fue la primera señal de que algo andaba mal: Chloé sabía que ese olor era característico a cuando tenías la gripe, y ella lo odiaba. Lo segundo fue ver a la señora Agreste cobijada y en cama, abriendo con dificultad los ojos al ver a Chloé.

Mi querida abeille... dijo la señora Agreste al verla.

Chloé se acercó a su lado.

Quería contarle sobre mi tarde de chicas, y que fuéramos a una confesó la niña.

Me gustaría oírte toda la tarde, querida, pero no puedo salir hoy. Me encuentro muy enferma. Chloé notó la voz ronca y casi apagada de la señora, y sintió miedo.

¿Quién es Ladybug? [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora