Capítulo 2: "Recuerdos"

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Los débiles rayos de sol entraban por la ventana de la habitación donde una bella jovencita pelinegra se encontraba profundamente dormida recordando en sus sueños los momentos pasados con su amado maestro.

-.Sueño.-

Una bella pelinegra se encontraba sentada en una banca guardando su toalla dentro de su pequeño maletín, cuando sintió que alguien se sentó junto a ella.

Te felicito, eres muy buena sin duda y con el tiempo todas tus técnicas sin duda se perfeccionaran más decía un atractivo joven de cabello alborotado mirando dulcemente a una bella jovencita pelinegra que fingía buscar algo en su pequeño maletín para que este no notara el rubor de sus mejillas.

¿En verdad lo cree?, decía la bella jovencita con la mirada baja continuando su búsqueda en su maletín.

Sí eres muy buena, en solo seis meses has aprendido y dominado rápidamente técnicas que otros les toman años dominar, decía el joven de cabello alborotado.

Es por que tengo a un buen maestro que me guía, dijo Milk sonrojándose más.

Sí el maestro Roshi es muy bueno, dijo Gokú.

No me refería al maestro Roshi sino a ti, pero será mejor no aclararlo, pensaba la bella pelinegra mientras sentía su corazón palpitarle con mayor prisa.

¿Y cómo vas en la escuela?, preguntaba Gokú con esa encantadora sonrisa que hechizaba a la pelinegra.

Bien, al menos apruebo todos los cursos, decía la bella jovencita pelinegra mientras pensaba: esto que siento cada vez que estoy cerca de ti es increíble, sin duda mi amor por ti cada día crece más.

-.Fin del sueño.-

La bella jovencita pelinegra se sentó impulsivamente en su cama llevándose sus manos a la altura de su corazón mientras este latía a prisa.

Soñé contigo, no más bien recordé en mis sueños uno de los momentos que pasé contigo, pensaba la pelinegra cuando el sonido de su celular interrumpió su sueño.

Dieciocho, dijo la pelinegra al ver el nombre que aparecía en la pantalla de su celular, mientras contestaba la llamada.

Milk, decía una voz a través de la línea telefónica.

Dime Dieciocho, decía la pelinegra.

¿No me digas que aún dormías?, ya son 9 am. Milk, decía la rubia a través de la línea telefónica riendo.

¿La 9 am?, dijo alarmada la pelinegra mirando el reloj que estaba sobre su pequeña mesita de noche.

Sí Milk, de seguro soñaste con tu amorcito por eso no querías despertar picarona, dijo la rubia.

Dieciocho cállate, que cosas dices, decía ruborizándose la pelinegra.

Hay Milk, no estamos en el gimnasio, no te preocupes, él no nos escuchara, aunque....., decía la rubia viéndose interrumpida por la pelinegra.

¿Para qué me llamaste tan temprano?, hoy es domingo, sabes que el fin de semana siempre duermo más ya que no voy a la preparatoria ni al gimnasio decía la pelinegra.

Aunque si fuera por ti fueras todos los días sin descanso al gimnasio solo por verlo, ¿no?, dijo la rubia riendo.

Dieciocho, decía Milk ruborizándose más y dando gracias que su amiga no estaba junto a ella para verla más roja que un tomate.

Si es la verdad, pero en fin, mejor te diré para que te llamé, decía la rubia.

Si mejor, dijo la pelinegra.

"Sucedió en navidad"Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora