"Sucedió en navidad"

Capítulo 5: "Consentimiento"

Un nuevo día amanecía, una bella jovencita pelinegra se alistaba para ir a uno de sus últimos días de clase en su preparatoria mientras pensaba: contare las horas para verte de nuevo mi amado Gokú, aunque no lo sabes aún ayer me hiciste muy feliz, nunca olvidare las bellas horas que estuve a tu lado ni aquel viaje en tu moto, el sentir el calor de tu cuerpo junto al mío me hizo darme cuenta que nunca podré amar nadie que no seas tú, tal vez tenga que seguir los consejos de Bulma y Dieciocho y dejar de lado mi timidez para acercarme más a ti e impedir que ese par de resbalosas, intente alejarte de mi lado.

La bella jovencita termino de alistarse y con una sonrisa plasmada en sus labios bajo a tomar su desayuno para luego ir a su centro de estudios.

Gimnasio:

Un atractivo jovencito de cabello alborotado entraba al gimnasio donde el era instructor con una bella sonrisa plasmada en los labios.

Kakaroto, por tu rostro ayer te fue muy bien, dijo un atractivo joven de cabello de cabello de flama que se encontraba dentro del gimnasio.

Pues si, al menos logre confirmar mis sospechas, dijo Gokú.

¿Qué sospechas?, yo pensé que ya te habías hecho su novio o al menos le diste un beso, dijo Vegueta.

No Vegueta aún no, Milk, es muy dulce e inocente, no la quiero asustar declarándole mi amor así tan impulsivamente, tengo que planear bien las cosas para declararle mi amor ahora que confirme que ella también siente algo por mí, primero hablare con su padre, necesito su consentimiento y su apoyo dijo Gokú sonriendo.

¿Y cómo llegaste a la conclusión de que ella siente lo mismo que tú?, si acabas de decirme que aún no la has besado, dijo Vegueta.

Lo vi en sus ojos, lo sentí cuando estuve cerca de ella, cuando la lleve en moto a su casa, dijo Gokú.

¿Y cuándo piensas ir a ver a tu suegrito?, porque es un hecho que será tu suegrito, dijo Vegueta.

Hoy mismo, en cuanto termine mi clase con mi grupo, iré a verlo aprovechando que Milk está en la preparatoria, dijo Gokú.

Pues que te vaya bien amigo, porque por lo que pude notar por lo que dijo Milk, su padre es extremadamente sobre protector con ella, dijo Vegueta.

Si, yo también lo note, desde el primer día que lo conocí, dijo Gokú.

¿Y qué piensas hacer si no te acepta?, dijo Vegueta.

Yo no estoy pensando en esa posibilidad, yo se que me aceptara pero si se llega a dar ese infortunio yo seguiré adelante con mi plan de conquista a mi bella niña, dijo Gokú.

Horas después:

El atractivo joven de cabello alborotado estacionaba su moto frente a la casa de su amada.

Llego el momento, dijo Gokú bajando de su moto y caminando con seguridad a la casa de la niña que el amaba en secreto.

Dentro de la casa un gigantesco hombre leía concentradamente su periódico cuando el sonido del timbre hizo que este perdiera la concentración.

Ring ring ring

¿Quién será a estás horas?, Milk aún está en clases, además ella tiene su llave, pensaba el gigantesco hombre dirigiéndose a abrir la puerta.

Minutos después:

El padre de la pelinegra abrió la puerta y quedo sorprendido al encontrar al joven maestro de artes marciales de su hija en su casa.