Don't Leave [Yoon Gi - BTS]

v e i n t i s é i s

- Maldigo a tu rodilla por no dejarte usar tacones – masculló Chun Hei mientras terminaba de atar la trenza que se había hecho -. Se supone que vamos a disfrutar nuestro último sábado antes de comenzar las clases pero no podrás bailar con esa pierna.

Ha Neul dio un vistazo a su férula, cubierta por sus mallas negras, y sonrió para sus adentros con alivio, acomodando su cabello a ambos costados de su rostro con una gorra encima.

- Ne, es una lástima.

- No finjas que no adoras la idea de salvarte de bailar conmigo - le dijo, soltando un bufido -. ¿Con quién se supone que lo haré si tú apenas puedes caminar?

- Con Jungkook, por supuesto – respondió con complicidad -. Por lo que he oído, se sabe mover bastante bien.

- Cállate. – Su amiga volvió la vista al espejo con las mejillas sonrojadas. - ¿Y cuándo planeas explicarme por qué es que me suplicaste que Yoon Gi asistiera al funeral contigo?

Esa vez fue ella quien sintió su rostro enrojecer y fingió distraerse atando sus botas negras.

- Él me ayudó a componer la canción, ya te lo dije.

- No te creo.

- Pues, lo creas o no, es la verdad – aclaró aferrándose a sus muletas para ponerse de pie -. Te esperaré en la sala.

- Al ass eo.

Bajó con una mano el extremo de su suéter negro que llevaría como vestido esa noche antes de salir por la puerta y caminar por el pasillo cuando la puerta del baño se abrió, mostrando a un muchacho con una camiseta blanca larga, unos pantalones negros ajustados, una camisa roja cuadriculada atada a la cintura y unas zapatillas anchas. Ocultando el cabello platinado, llevaba un gorro de lana.

- Te ves bien – comentó Yoon Gi, escaneándola de arriba abajo.

- Gomawo – agradeció, incómoda por tenerlo tan cerca al recordar la noche anterior -. Tú también.

- ¿Necesitas ayuda?

- Aniyo, soy casi una experta – bromeó, refiriéndose a sus muletas.

Entre risas, llegaron a la sala para encontrarse con los cinco muchachos entusiasmados por su salida juntos a Frat Boyz, donde verían también al equipo de baloncesto. Ji Min la observó por unos segundos con una expresión fastidiada que se paseaba de ella al rubio a su lado, pero no hizo comentarios y siguió con su conversación, ignorándola. ¿Cuándo se suponía que sería el momento oportuno para hablar? Esperaron pacientes hasta que Chun Hei se apareció lista, siendo alagada por Jung Kook, bajaron al estacionamiento del edificio por el elevador y subieron los ocho en la camioneta.

- Ya, Ha Neul – la llamó su amiga en los asientos de atrás, acompañados por un Ji Min callado -, hay algo que tengo que contarte.

- ¿Qué es?

La aludida se colocó de costado, teniendo cuidado que su vestido no se levantara, y habló:

- Mi madre quiere que vaya a Francia el año que viene en un intercambio de la universidad.

- ¿En verdad? – inquirió y, al verla asentir, dejó escapar un grito bajo de emoción - ¡Daebak! ¡Llevas estudiando francés desde la primaria! ¡Será una maravillosa experiencia!

- Ne, yo también lo creo. Pero no me siento tan feliz como creí que me sentiría, ¿sabes? Quiero decir, es un año. Doce meses en los que estaré en otro continente, lejos.

- Pero volverás, no tienes nada de lo que estar asustada.

- Lo sé, es sólo que...

Sin terminar la frase, Chun Hei giró la cabeza para mirar por la ventana trasera. Ha Neul siguió la dirección de su mirada y supo sus ojos estaban puestos en Jung Kook.