Don't Leave [Yoon Gi - BTS]

t r e i n t a y t r e s

El sonido de alguien golpeando a la puerta de su habitación la obligó a levantar sus párpados pesadamente, sintiendo los restos de saliva seca en su mentón que limpió con el suéter rojo que aún no se había quitado la noche anterior. Ni siquiera estaba segura de cómo había llegado a la cama pero sí podía recordar unas pocas imágenes de ella con los demás cuando regresaron al apartamento. Y, de repente, la figura de Yoon Gi alejándose en su motocicleta llegó a su mente. Cierto, pensó para sí misma. ¿Cómo se suponía que volvería a verlo? ¿Por qué tuvo que embriagarse y besar a un extraño? ¿Por qué debía cometer tantos errores y lastimar a la persona que la había esperado pacientemente por diez años? ¿Por qué debo ser una idiota? Se reprochó, colocándose un brazo tapando sus ojos.

- ¡Annyeonghaseyo! – escuchó una voz femenina exclamar.

Gruñó al sentir los rayos del sol entrar por la ventana y golpear su rostro sin piedad.

- Arriba, Ha Neul – hablaba Chun Hei a su costado, removiéndola de un hombro -. Es hora de levantarse, anda. Has dormido suficiente.

- Muérete – masculló, quitando su brazo para verla de pie con una sonrisa divertida.

- Tengo tu café negro preparado especialmente por Dae Ho ahjussi – le dijo la muchacha, enseñándole una taza de plástico cerrada blanca y marrón que emanó un delicioso aroma que obligó a Ha Neul a estirar una mano para tomarlo – que pondré en esta mesa – continuó, alejándola vilmente de sus dedos para colocarla en su escritorio – muy lejos de tu alcance para que debas levantarte a buscarlo si quieres beber.

- Muérete dos veces.

Estuvo a punto de volver a taparse bajo las mantas cuando Chun Hei la tomó de los pies, sorprendiéndose al notar que alguien le había quitado las botas al acostarla, y la arrastró por el colchón y el suelo sin prestar atención a sus quejidos y maldiciones. La dejó tendida frente a la puerta del cuarto de baño donde ella tuvo que ponerse de pie de mala gana y adentrarse en el mismo, cerrando la puerta a sus espaldas de un portazo. Observó el reflejo lastimoso que le dio el espejo, limpió el maquillaje que se le había corrido mientras dormía, lavó su rostro con movimientos intensos y se mantuvo con las manos sostenidas al lavamanos por algunos minutos que le supieron eternos.

Trataba de pensar en una solución a la discusión de la noche anterior pero estaba al tanto de lo mucho que había lastimado a Yoon Gi y no se sentiría sorprendida si él no quería volver a verla de nuevo. ¿Quién querría después de lo que hizo? Al menos debo disculparme, se dijo, aunque no muy convencida. Salió para dirigirse de nuevo a su habitación donde se vistió con unos pantalones cómodos y una camiseta larga, se colocó sus gafas y se dejó caer sentada en la silla frente al escritorio para beber el café al mismo tiempo que tomaba su móvil. Se quedó mirando la fotografía del muchacho rubio dormido en el tren y buscó su número entre los contactos cuando Chun Hei apareció con una sonrisa que desapareció casi al instante al acercarse.

- ¿Qué estás haciendo? – le preguntó al reconocer el nombre en la pantalla.

Ella bloqueó el teléfono y dio un sorbo a su trago.

- Nada – mintió.

- Quieres llamarlo.

- No es cierto.

Su amiga le dedicó una mirada triste.

- No creo que sea buena idea.

Sabe lo que ocurrió anoche, pensó, dejando caer la cabeza y conteniendo las lágrimas.

- Tienes razón – consintió. Respiró profundo para calmar el nudo que tomó lugar en su garganta, dio otro sorbo a su café y se levantó con una renovada sonrisa. – Vamos, estoy muriendo de hambre.