Capítulo 57

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-Quiero que rastrees este número Jhon- dijo Z.
-Está bien, dame unos segundos. El chico tecleo su computadora, Z lo miraba. Tenía unas grandes ojeras. Ya habían pasado dos días desde que la llamó y no pudo dormir en esos dos días.
Su barba había comenzado a crecer y no tenía la voluntad de cortarla.
-Aquí está. El móvil figura como apagado.
-Creo que no tiene batería.
-Posiblemente.
-Dime a donde tengo que ir.
-Es en la playa, no figura ninguna propiedad. Está a 20 minutos de aquí.
-Okey, envía la localización al gps de mi auto.
-Está bien
-¡Gracias Jhon!- salió de allí rápidamente.
Subió a su auto, la encontraría y hablaría con ella. Estos dos días se dio cuenta de que no podía vivir sin ella.

-

-Okey, esto esta mal, pero no hay nadie que pueda detenerme así que ¡adentro!- hablo sola y aspiro el polvo blanco. Habían pasado dos días, la cocaína se le había terminado por lo que tuvo que salir nuevamente de la cabaña para ir a buscar. Últimamente estaba aspirando mucho y es que era tanta la abstinencia que tenía y no se había dado cuenta que cuando comenzó a aspirar de nuevo se perdió en el vicio.- está rica, ¡vaya que vendo mierdas buenas!- No había dormido en dos días, la propia droga no le dejaba, tenía muchísima energía dentro. Fue al baño y se observó en el espejo. Estaba despeinada y tenía ojeras. Sus ojos estaban rojos y era porque estaban irritados. Se lavo la cara y salió del baño. Tomó su móvil y salió afuera.
-Vaya mierda de batería tienes eh- dijo mirando el aparato.- no te necesitaré más, seré como una especie de hippie- tiro el móvil al vacío, justo donde había tirado anteriormente el anillo. Se sentó y encendió un cigarrillo. Sus manos temblaban.

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-¿La has encontrado?- hablo Charlie, lo había llamado al móvil.
-Voy a buscarla, la he localizado.- dijo Z conduciendo. 
-Esta bien, me dejas más tranquilo. Cualquier cosa que necesites me llamas.
-Okey, nos hablamos.

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Le dolía el pecho, La punzada aumentaba pero ella trataba de no hacerle caso. Esos dos días habían sido terribles si hablaba de lo físico, esa puntada le estaba haciendo la vida imposible.
-Eres un corazón muy mierda ¿sabes? Cobarde, no aguantas nada.- hablo sola.
Comenzó a llorar y es que se le había convertido en un hábito. No podía con todo. La muerte de su madre, su hermana, la traición de Z.
Había recaído otra ves y dudaba en volver a reflotar.
Limpio las lágrimas y se paró. Entró nuevamente a la cabaña.
Otra ves aspiro cocaína. Luego de unos minutos sintió un fuerte dolor en el pecho.
-¡Oh vamos! No puedes joderme ahora. Estamos bien.- el dolor aumento lo que la obligó a largar un gemido- okey, no estamos bien.- puso su mano en su pecho e hizo presión, tal ves calmaría el dolor.
Fue al baño y trató de desventirse para bañarse, pero no pudo. Cuando se trató de sacar la primer prenda vió todo negro y se desplomó.

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Llegó a una especie de cerro, desde ahí se podía ver la playa. Vio una cabaña y luego el lamborghini murciélago de su suegro. Supo entonces que ella estaba allí. Estacionó su auto y camino a la puerta de la cabaña. Había envases de botellas de alcohol tiradas por todo el lugar. Frunció el ceño, Alysse no tomaba, no podía tomar por su estado de salud.
Golpeó la puerta y espero, pero nadie atendió.
No se iba a ir, el auto que ella estaba utilizando estaba ahí así que no se había ido lejos.
Abrió la puerta despacio, Alysse podría dispararle a cualquier cosa que apareciera de la nada, la conocía. Entró despacio, sin hacer ruidos bruscos. Camino lentamente por el pequeño living. Vio mucha basura por todos lados, cajetillas de cigarro vacías tiradas por doquier y abrió los ojos de par en par cuando vio cocaína sobre la mesa. No podía ser. Ella no pudo haberlo hecho.
No la vio, el espacio era reducido y claramente ella no estaba allí.
-¿Cariño?- se animo a hablar. Nadie le contesto. Camino por la pequeña casa y no vio nada. Vio una puerta, de seguro era el baño. Por las dudas se fijaría ahí. Trató de abrir la puerta pero ésta estaba como trancada. Empujó un poco más. Pudo ver un pie inmóvil en el suelo y sintío una gran adrenalina correr por su cuerpo.
-¿nena? -le hablo, pero no contesto.
Empujó la puerta con más fuerza y logró abrirla, vio a Alysse tirada en el suelo y casi se desmorona. Ella estaba boca abajo.
-Mi amor, despierta. -la dio vuelta y vio un hilo de sangre correr por su nariz,  le golpeó una de las mejillas suavemente para tratar de despertarla pero ella no respondía. -Nena por favor, despierta. - ella estaba inconsciente.
La cargó en sus brazos y salió del baño. Sus manos temblaban y había lágrimas en sus ojos. Pateo restos de basura para poder salir más rápido de la cabaña. La subió al copiloto y le puso el cinturón de seguridad. Después de eso le tomo el pulso. Sus latidos eran irregulares y muy lentos, casi no se sentían.
-Otra ves no, mi vida, ¡otra ves no!- rodeó el coche y subió a su lugar. Comenzó a conducir rápidamente.- por favor nena, ¡no me hagas esto!- le hablo pero ella no respondía. La sangre seguía cayendo de su nariz.
Condujo hasta la mansión de los Falcon, recordó que allí tenían una pequeña sala de emergencias.
Estacionó rápidamente y rodeó el coche. Sacó a Alysse de él y la llevo en brazos. Prácticamente iba corriendo.
-Cariño por favor- le hablo, sus lágrimas habían comenzado a caer sin permiso- perdóname por favor.- sentía que el aire no entraba en sus pulmones, estaba agitadísimo.
Abrió la puerta principal como pudo y le grito a Charlie, varios hombres salieron de su despacho, Susy salió de la cocina junto con Ron y Lucy, Fran y Jack bajaron la escalera asustados empuñando sus armas. Cuando todos vieron a quien llevaba en sus brazos entraron en shock. El primero en reaccionar fue Ron.
-Dámela- se la quitó de los brazos. Corrió con ella hacía la sala de emergencias que había montada allí.- Okey nena, necesito que colabores conmigo ¿si?- le hablo Ron, ella seguía inconsciente.- llamen a los médicos, ¡Ya!- grito.
Le tomo el pulso, no se lo escuchaba. Se asustó.
Volvió a tomárselo y estaba en lo cierto, no había.
Comenzó a preparar el desfibrilador, colocó un oximetro en su dedo.
Charlie y Z entraron bruscamente a la sala.
-Hija, ¡despierta joder!- le tómo la cara.
-Charlie, ¡retirate por favor! No tiene pulso comenzaré con los choques. - preparó las palas.
Varios hombres entraron y sacaron a Charlie y Z, éste último estaba en shock, lloraba como nunca. Ron dio el primer choque. No hubo respuesta.
-¡No soportará otro paro más!- grito Z- ¡déjenme entrar joder! ¡Mi vida por favor, tienes que aguantar!- estaba desesperado, la puerta se cerró. Quedó sólo Ron dentro.
-Vamos Alysse, colabora conmigo, tienes que luchar. - le dio otro choque y miró el oximetro. Espero, no quería darle otro choque. Sería mucho para su corazón. De repente vio pulso en el aparato y sonrío. Su amiga había podido salir del paro.
Los doctores llegaron y se encargaron de los demás. Ron estaba visiblemente estresado, le explicó todo lo que hizo a los profesionales y salio. Estaba transpirado.
-¡Dime que has podido salvarla! - dijo Charlie acercándose a él.
-Ha salido del paro. Los doctores se encargarán de lo otro.- todos suspiraron, Z no había dejado de llorar.
-¡Gracias hijo! -le abrazó, Ron sonrió.

Todos esperaron alerta a que salgan los doctores para darles un informe.

Encuentro fatal. TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora