Capítulo 86

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Luego de hacerse un torniquete en la pierna. Se había concentrado para enfrentar a cualquier amenaza que entrara en la habitación.  De a poco la vieja Alysse volvía aunque ésta vez más débil.
Recordó sus medicamentos. Hacia un día que no los tomaba y ya sentía la diferencia. No sabía cuánto tiempo podría aguantar. Observaba a Sarah, que después de varias horas por fin había conciliado en sueño, le parecía extremadamente raro verla con una gran panza.
Estuvo mucho tiempo observando la panza fijamente, pensaba en que el hijo de Z estaba ahí adentro y debía protegerlo como a nadie.
Pensó en Z, en cómo estaría, si estaría buscandolas, si había bebido alcohol, eso era lo que más le preocupaba. Había dejado de hacerlo esas semanas que estuvo con ella.
Se paro de su lugar e intento caminar, debía poner en movimiento su pierna para que no se entumeciera. Soltó un quejido de dolor cuando apoyo totalmente la pierna. Camino con dificultad por la habitación buscando algún objeto para defenderse.
Tenía un ojo hinchado y le dificultaba la visión, pero buscaba igual.
Vio una vieja cama de barrotes y sonrió. Al fin tenía suerte. El metal de los barrotes estaba arrumbrado pero eso era lo que menos importaba. Camino hacia la cama y tocó los barrotes buscando alguno flojo. Cuando encontró uno tuvo que hacer una gran fuerza para poder quitarlo del lugar. Cuando ya lo tenía en la mano sonrió abiertamente. Se sentó al lado de Sarah que no se había percatado de nada y observó la puerta. Aunque estaba dolorida y agotada atacaría igual.

-Alysse..- sintió un grito y despertó alterada. Vio a Sarah forcejeando con un hombre. Tomo el barrote y lo escondió en su espalda. Se levantó suavemente sin hacer ruido. El hombre estaba sumamente cegado con Sarah, la pobre estaba muy asustada.
Camino detrás del hombre y sin más enterró el barrote en su espalda, cruzando hacia su abdomen. Sarah soltó un grito. El hombre escupió sangre por su boca y cayó de rodillas. Alysse tenía la respiración agitada. Tomo el barrote, puso su pie en la espalda del hombre y tiró con fuerza hacia atrás hasta sacarlo. El hombre cayó boca abajo.
-Lo siento- dijo después de limpiar el barrote. Sarah estaba estática en su lugar con los ojos muy abiertos y las manos en su panza.- me había dormido, no pude sentir nada de lo que pasó.- su tono era frío y su mirada oscura, definitivamente había vuelto la vieja Alysse.

-
1 semana después

-Charlie, tengo el número nuevo, lo han cambiado. He llamado cientos de veces pero no responden. La última vez dijeron que me llamarían pero no lo hicieron.- dijo con cierta desesperación. Había ido a la casa de Alysse a hablar con su padre, él lo ayudaría más que su propio padre.
-Tengo a mis mejores investigadores buscando. Sólo tenemos las grabaciones del momento en que la secuestraron. Encontramos la camioneta pero ya era muy tarde, la habían prendido fuego.
-Joder- dijo Z resfregandose su rostro con las manos- hace ocho días que Alysse no toma su medicación, no puedo imaginar como está.- pensaba en ella, en su hijo y en Sarah, rogaba que los tres estén bien, no poder hacer nada por ellos le hacia sentir el hombre más mierda del mundo. Quiso beber, pero recordó a Alysse y rompió la botella que había comprado. Se lo había prometido y lo haría.
-Esperemos que este bien, su vida prende de hilo.- dijo Charlie estresado. Éste tenía unas grandes ojeras bajo sus ojos, tenía barba y estaba despeinado.

-

-Ésta comida es una mierda.- dijo débil tirando el plato al suelo.
-Debes comer Alysse, estás muy débil.- dijo Sarah alcanzandole el plato nuevamente. 
Ella en comparación con Alysse estaba mucho mejor. Primero porque cada ves que alguien entraba a la habitación Alysse atacaba para que no toquen a Sarah, siempre ponía su cuerpo primero, había prometido proteger al hijo de Z y así lo estaba haciendo. Segundo porque luego de atacar siempre tenía su castigo y éstos eran cada vez peores, tenía cortes por todos lados y los ojos casi cerrados de lo hinchados que estaban y tercero porque no tomaba su medicación y su corazón había comenzado a fallar de a poco.
Sarah le había tomado cariño después de todo. Se dio cuenta de que Alysse era una buena persona y la cuidaba. A ella y al niño. Habían logrado entablar varias conversaciones que sirvieron para conocerse mejor.
-Vamos, abre la boca.- dijo Sarah poniendo una cuchara cargada de comida cerca de su rostro. Alysse estaba tan sensible que no podía sostener el plato. Luego de comer algo se tiró al viejo colchón y suspiró fuertemente. No podría soportar ese dolor durante mucho tiempo, sabía que su corazón le fallaría en cualquier momento lo único que deseaba era poder proteger a Sarah hasta que Z las encontrara.
Sintió un gran dolor en su abdomen y grito de dolor, nunca había sentido tal cosa.
Sarah corrió hacia ella asustada.
-¿Que ha pasado? - le dijo corriendo su cabello de su rostro. Alysse no contestaba. Sólo lloraba y se tomaba el abdomen. Entonces lo supo. Abrió sus piernas y observó, efectivamente tenía sangre allí y no era por el periodo.- Joder Alysse.- Ésta la miró a los ojos y Sarah acarició su frente transpirada.
Alysse sospechaba de su embarazo hacia dos semanas. Los mareos y el gran hambre no eran normales. Recordó que no había tomado ninguna pastilla de emergencia cuando tuvo relaciones con Z.
La medicación de su corazón hacia contra efecto con las anticonceptivas y por eso había dejado de tomarlas. Se había olvidado de todo cuando se reencontró con Z, eran tantos los sentimientos encontrados que nunca se acordó.
Varias lágrimas caían de sus mejillas, su hijo había muerto y de seguro era por las golpisas y las drogas que le inyectaban.
-Sólo... déjame dormir Sarah, por favor.- dijo con lentitud y debilidad en un susurro. Su abdomen seguía doliendo. Sarah comenzó a llorar y se sentó en el suelo junto a la cama. Alysse se estaba entregando y ella no podía hacer nada.
Alysse se durmió escuchando los sollozos de Sarah.
Pensó en Z, pensó en su hijo ahora muerto y en la vida que podría haber llevado.
Las horas pasaban y ella no despertaba. Sarah controlaba su respiración y ella sólo estaba durmiendo.
Los hombres habían entrado más de dos veces a golpear a Sarah, lo hacían y se iban. A Alysse no le hacían nada porque seguía durmiendo. No se había enterado de nada.
-Tienes que despertar.- le hablo con dificultad Sarah- no voy a poder soportar más esto y mi hijo tampoco.- sollozo- tenemos que encontrar una salida Alysse, por favor.
Alysse no despertaba.

Encuentro fatal. TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora