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EL CHICO de los ojos oscuros miraba con detenimiento el suelo bajo sus pies mientras intentaba volver su respiración a la normalidad. La castaña, quién se encontraba a sus espaldas, miró con confusión al muchacho, acercándose a él sigilosamente para colocar una mano sobre su hombro.

"¿Ben?" musitó con cuidado, temerosa a recibir una mala reacción de su parte "¿todo en orden?" Ben reaccionó después de un par de segundos, volviéndose hacia la chica.

"Si" respondió, carraspeando su garganta "es solo...el cansancio" dijo, como si hubiese rebuscado las palabras exactas para no sonar como un completo raro. Rey le regaló una pequeña sonrisa, sabiendo que ocultaba algo.

"¿No has logrado dormir las últimas noches?" preguntó, segura de la respuesta. Ben tragó saliva con dificultad, obligado a recordar las pasadas noches.

Conciliar el sueño, después de haber sido testigo de cómo Autumn se marchaba en manos de la primera orden, había sido imposible de lograr. Cada noche podía ser capaz de escuchar su voz y rostro, su dulce e inocente rostro. Se había entregado por un monstruo como el, alguien que no valía la pena, y ahora su consciencia no descansaba. La encontraremos, Ben, recordó las palabras de su madre, Mercy, alguien más que había sufrido por sus terribles acciones.

"Es desesperante no saber dónde está. No logro sentirla" confesó el chico cabizbajo "Luke puede ocultar su preocupación y actuar como si las cosas fuesen a terminar bien pero..." está vez miró a Rey, quién pudo ver la tristeza formándose en sus ojos "yo sé cómo ellos juegan con ella, lo hicieron conmigo, me convirtieron en el monstruo que mis padres me advertían" cada palabra que salía de el, llenas de rencor e ira, hacían su camino al corazón de Rey.

"No debemos perder la esperanza, Ben" le dijo en un intento de reconfortarlo, pero era inútil. El chico elevó su mirada al cielo, en busca de alguna señal, algo que lo pudiera llevar a deducir el paradero de Autumn.

A años luz de distancia, en uno de los pocos planetas que ningún ser vivo había pisado, se encontraba ella; la primogénita de Luke Skywalker. Mirando a través del cristal que rodeaba su habitación, escuchaba con atención las instrucciones que el general Garreth daba.

"¿Has escuchado, Skywalker?" el simple apellido de su familia la obligó a volver su cuerpo hacia el. El hombre de facciones endurecidas y mirada fría la observaba expectante. La castaña asintió en respuesta "repite todo lo que he dicho" ordenó caminando alrededor de ella.

Autumn resopló irritada antes de responder.

"Si desobedezco las reglas, intento escapar o me atrapan haciendo algo indebido..." comenzó a decir con indiferencia "pasaré las siguientes noches en mi celda" Garreth sonrió satisfecho.

"Y recuerda que las noches en Tocret son largas" enfatizó. La castaña entornó sus ojos y después decidió que lo mejor era tranquilizarse "sabes, creo que deberías estar por lo menos agradecida con nosotros" esta vez ella inclinó su cabeza hacia un lado.

"¿Agradecida? ¿Por que lo estaría? ¿Por ser tratada como una maldita esclava?" atacó entre dientes. Garreth soltó una risita burlona sin desviar la vista de ella.

"Tu no deberías estar con vida, Skywalker. Creíamos que Snoke te asesinaría en cuanto llegáramos a la flota, pero al parecer el tenía otros planes en mente" la chica frunció el entrecejo, esperando a que prosiguiera "después de todo...Darth Vader es tu abuelo, creo que eso te ha salvado el pellejo"

La puerta se deslizó, dejando ver a un chico de ojos verdes, quien vestía un peculiar uniforme marrón. Autumn lo miró perpleja.

"Harry, ¿qué haces por aquí?" preguntó Garreth. La castaña sintió su corazón detenerse por un microsegundo. Esperaba que el muchacho, quién posaba su mirada en ella y después en el general, tuviera una buena excusa.

"Eh, yo--yo vine a vigilar a la chica" respondió señalando a Autumn "pensé que nadie estaría aquí...y no debe estar sola" la castaña sonrío inconscientemente en sus adentros.

"Ah, bien" Garreth lanzó una última mirada a la muchacha "bien, creo que te dejaré en buenas manos, y no intentes nada extraño si no deseas pasar la noche en la celda" la amenazó antes de marcharse. Autumn asintió, viendo cómo desaparecía por el pasillo.

El chico de cabello oscuro tragó saliva con dureza, cerrando la puerta tras el.

"Eres un idiota, por poco te descubre" le reprochó la castaña, sentándose sobre la dura superficie de su cama.

"Lo siento, no sabía que mi padre estaría aquí" explicó Harry caminando hacia ella.

Cualquiera que los viera en aquel momento pensaría que tenían algo entre manos, pero no era así. Harry Jenkins era el hijo menor del general Garreth, ambos habían arribado a la primera orden años atrás, cuando él era tan solo un bebé; pero eso no impidió que Snoke lo obligara a formar parte de ellos. El muchacho era todo lo opuesto a su padre, era comprensivo y humilde.

El día que Autumn llegó a la flota, fue puesta bajo custodia de Garreth, y por ende, de Harry también; quien se había interesado más de lo debido en ella. Al pasar de los días, ambos comenzaron a formar una extraña amistad, una amistad secreta y discreta.

Autumn no podía fiarse de el complemente los primeros días, pero poco a poco fue percatándose de sus buenas intenciones y no demoraron en comenzar a entablar conversaciones acerca de sus vidas personales y del porque ella estaba allí. Al final, un buen amigo era lo que necesitaba.

"¿Has traído lo que te pedí?" la castaña lo cuestionó. Harry llevó una mano a su bolsillo delantero y sacó un trozo de hoja con algunas palabras escritas en ella. Autumn rápidamente la tomó para leerla y sus facciones se endurecieron al instante.

"En verdad hice todo lo que estaba en mis manos, Autumn, pero no encontré ni el más mínimo rastro de nuestra ubicación exacta" la castaña resopló frustrada. Desde que habían llegado a aquel planeta desconocido, se preguntaba donde demonios se encontraba, sólo así podría saber las posibilidades que tenía para escapar y regresar a D'Qar.

"Es una perdida de tiempo, Harry. Estos asquerosos tienen un gran sistema de seguridad, que ni intentando lo imposible podría burlar" bufó colocando el trozo de papel bajo su almohada.

"Autumn" el chico se dejó caer con cuidado a su lado "creo que no deberías intentar nada por ahora, en verdad no quieres acabar en la celda" le advirtió en tono serio, lo cual hizo que ella reflexionara. Si Harry estaba preocupado por aquello, entonces quería decir que hablaba en serio y que ella debía escucharlo.

Pero no podía quedarse así, sin hacer nada, sin hacer un mínimo intento por huir de aquel infierno. Autumn temía por su vida, temía que jamás la encontraran y se olvidaran de ella, dándola como un caso perdido, pero no era así. Ben, tanto como Luke, la pensaban a diario y cada noche les era difícil conciliar el sueño.

Ellos no se darían por vencidos, no importaban los riesgos, ella volvería a casa.

𝗖𝗢𝗠𝗣𝗔𝗦𝗦𝗜𝗢𝗡 ²Where stories live. Discover now