Capitulo 1 - Más que un juego

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Liverpool, Inglaterra. Noviembre de 1958

-Ya por favor- dije molesta

-Ese cabello negro merece estar en un museo, debo cortarlo- dijo Erick, sentado detrás de mí.

-Déjame ya- comenzaba a desesperarme -suelta mi cabello-

-Es un alago ¿no lo ves Alanna?, pásame las tijeras, John- reían un montón de chicos atrás de mi.

-Basta Erick, no te daré éstas tijeras- dijo John riendo -Ese cabello necesita unas mas grandes, ¿Qué no ves ese tamaño?- las risas me hacían querer llorar, siempre era lo mismo.

Todos los días Erick, John, William y otros chicos solían burlarse de mi cabello, era muy largo y muy negro a comparación de como lo traían la mayoría de las muchachas, pero no tenía nada de malo.

-¡Erick!- gritó la profesora -¿Algún problema?-

-Pregúntele a Alanna- respondió y lo miré enojada.

-¿Alanna?-

-Profesora, son ellos los que me están molestando- dije tímidamente

-¿Qué te están haciendo?-

-Sí… ¡diles Alanna!- gritó John mirándome amenazante.

-Le diré mas tarde Señorita- respondí cabizbaja

-Les pido que dejen trabajar a los demás por favor-

Miré a John y el movió unas tijeras sonriéndome. Es un tonto.

Ansiaba que sonara la campana y cuando lo hizo salí casi corriendo del salón.
Pasaba entre la gente, sentía que todos me miraban, no se por qué razón, pero lo sentía. Salí del colegio y emprendí mi camino a casa. El primer tramo del camino es abundante de gente, más después de unos minutos se empieza a poner sólo.
Mientras caminaba pensaba en esos tipos malos de mis salón. ¿Por qué tuve que sentarme justo delante de ellos?. De pronto algo interrumpe mis pensamientos.
Me giré rápidamente, había escuchado pisadas detrás de mí.
No había nadie y seguí caminando, pero apenas había continuado cuando por mi lado izquierdo se acerca rápidamente un chico. Me asustó mucho.

-¿Erick?-

-Alanna- me miraba sonriendo, tramaba algo.

-¿Qué quieres?- seguía caminando a mi lado.

-Nada, pensé que le dirías a la profesora qué te estábamos diciendo-

-No vale la pena-

-Pero sabes que es verdad-

-Claro que lo sé, siempre me molestan por lo mismo-

-Me refiero a que sabes que es verdad que tu cabello es muy lindo-

Lo miré extrañada.

-Emm, gracias-

-Necesito un poco-

-¿Qué?-

-Necesito un poco de tu cabello- Lo miré y me di cuenta que llevaba unas tijeras en su mano, me hizo detener mi paso. A la vez que retrocedía.

-Erick…esto ya no es un juego-

-No bonita, es verdad, es algo serio. Por cierto…vas por el camino equivocado, tu casa está por este lado-

-Erick déjame en paz- no quería comenzar a llorar, pero estaba totalmente asustada.

-¿Por qué no lo haces fácil Alanna?- ¡no dejaba de sonreír!

-¡Lárgate! Eso no es normal Erick, déjame por favor-

-Mira Alanna yo…- un gato saltó de un árbol y el ruido hizo que Erick volteara. Es momento. -¡Espera Alanna!-

Corrí, corrí a mas no poder. Era algo tan horrible, no pensé que algo así llegara tan lejos, quiero decir, me está persiguiendo con unas tijeras en su mano y no aparecía nadie en la calle. Estaba llorando.

-¡Ayuda!-

Ví a lo lejos a alguien que se acercaba, en cuanto vió que pedía ayuda, aceleró su paso hacia mí.

-¿Alanna?- dijo el muchacho en cuánto me acerqué a el, oh diablos, es John.

-No por favor- quise esquivarlo pero me tomó del brazo. -¡Suéltame! ¡Ya basta!-

-Alanna ¿Qué…?- levantó la mirada -¿Erick?-

-John, que bueno que estás aquí hermano- dijo Erick que seguía igual de cínico.

-¿Qué estás haciendo? ¿Y esas tijeras?-

-Mira John…-

-No me digas que…-

-Su cabello es demasiado bello-

Me quedé detrás de John limpiando mis lágrimas. 

-Erick ¡eres un imbécil!- quiso arrebatarle las tijeras pero eso sólo hizo que comenzara una pelea.

-¡John no lo entiendes!- gritaba Erick desesperado.

-¡Maldito! Así no somos…era sólo un juego-

-¡Basta John, déjame me duele!-

-John- le hablé -¡John! Espera John- lo tomé del brazo y se puso de pie.

-Mira Alanna, esto no es plan nuestro, yo no sabía que esto llegaría tan lejos-

Erick aprovechó el momento en que John estaba hablando conmigo para salir corriendo.

-¡Vuelve hijo de…-

-¡John!- lo interrumpí -Ya no importa-

-Vaya- me miró -Lo siento Alanna, no estoy acostumbrado a pedir disculpas, pero esto no es plan nuestro-

-Ya no importa-

-Esta loco, llamaré a la policía mañana para que se lo lleven-

-Lo único que quiero es ir a casa-

-Bien ¿Y dónde vives?-

-Derecho- no quería decirle exactamente dónde.

-Yo también vivo para allá, vamos-

No me sentía segura, él y Erick junto con los demás chicos siempre me atacaban en la escuela ¿cómo podía confiar en John?

Piénsalo, dos veces. (John Lennon & Paul McCartney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora