Capítulo 19 - Guerra de almohadas

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-Creí que todos dormían- me dijo con sus ojos somnolientos. Se veía tierno con su cabello despeinado y sus ojos a medio abrir. Pero eso no debió de ser impedimento para que hubiera podido escuchar algo.

-¿Estás despierto, Paul?- quise asegurarme.

-Sí, escuché ruido, y cuando ví que no estaba en mi casa me asusté- comenzó a reír.

Yo sólo estaba esperando el momento en que me dijera qué había visto.

-¿Qué hace John dormido en la mesa?- me preguntó acercándose a John.

-No hay que despertarlo, creo que es mejor dejarlo así-

-A los hombres nos gusta mucho que nos acaricien el cabello, y eso nos da sueño.- me miró. -No te culpo, querías que ya se callara-

-¿Eh?- no sabía que quería decir.

-Sí, supongo que John no paraba de hablar y tu decidiste acariciar su cabello para que durmiera-

-Emm… ¡Sí! ¡Exactamente!- le seguí la corriente.

Paul me miró por unos instantes, como si supiera algo o como si quisiera que yo le confesara algo.

-Bueno…deberíamos llevarlo a una cama-

Ayudé a Paul a cargar a John. Que por cierto es de sueño muy pesado. En realidad, casi todo el trabajo lo hizo Paul.

-Wow, es muy pesado- dije mientras lo recostábamos.

-Ruega por que me deje dormir- me dijo Paul.

Tenían que dormir en la misma habitación porque no había otra recámara disponible, y se vería mal que alguno de los dos durmiera en mi cama, conmigo. Agradezco que John se haya quedado dormido porque conociéndolo, apuesto que hubiera insistido en dormirse conmigo.

-¿Por qué?-

-Según decía su madre, ronca muy fuerte-

Comencé a reír. -Lo siento, Paul- le toqué el hombro.

-Ya que-

-Bueno, creo que ya me iré a dormir-

-Buenas noches, bonita- me tomó del brazo y se acercó a mi para darme un beso en la mejilla.

-Buenas noches, Paul- le sonreí. 

Salí de la recámara y me dirigí a mi cuarto.

Traía un montón de pensamientos en mi mente.

Primero que nada, la muerte de mi padre, nunca lo había recordado con tanta intensidad. Pero sin duda, la mayor parte de mis pensamientos los ocupaban los chicos. En verdad me confundían, debo de confesar que por momentos pienso que le gusto a alguno de ellos por la forma en que se portan conmigo. Pero al mismo tiempo me demuestran lo contrario. O tal vez simplemente yo estoy malinterpretando todo, ya que nunca había tenido amigos como ellos.

[EN LA MAÑANA]

Estaba profundamente dormida, cuando de pronto abrí los ojos debido a que escuche unos ruidos.
Ya el sol estaba puesto, miré el reloj y eran las 11 de la mañana.
Escuché voces en el comedor y volví a cerrar los ojos cuando supe que estaban desayunando y platicando. Pero no por mucho tiempo…

-¡¡Buenos días!!-

Unas voces masculinas me hicieron brincar de la cama.
De pronto sentí un almohadazo en la espalda.

-¡Auch!- volteé y no alcancé a esquivar otro almohadazo, ahora en la cara.

-¡Muy bien Paul! Que buena puntería-

Les aventé una almohada. Pero tengo muy mala puntería.

-Fallaste, Alanna- dijo Paul.

Comenzó una guerra de almohadas. Todos nos atacábamos entre todos.

-Chicos…¡Chicos!- mi mamá entró al cuarto. -¿No vendrán a desayunar? Hay cereal y…-

-¡Que bien! ¡Yo quiero!- John salió corriendo del cuarto.

-Bien, vengan- mi mamá salió del cuarto y yo la seguí.

No sin antes darle un almohadazo a Paul en la panza. El me lo regresó, pero por error golpeó mi ojo.

-Auch-

-Lo siento, lo siento, Alanna…¿Estás bien?-

-Sí…si creo que sí-

-Déjame ver- Paul se puso enfrente de mí, quitó mis manos de mi ojo y lo examinó. -Se te ve rojo-

-¿Mucho?-

-Sí… te vas a morir-

Me reí.

-Ya enserio, ¿no le pasa nada a mi ojo?-

-No- Paul sonrió y el momento incómodo comenzó. Me miró fijamente…tenía unos ojos muy hermosos. Luego bajó su cabeza.

-Creo que debemos de ir a desayu…- le dije

-Alanna…- me interrumpió. -Yo…-

-McCartney- John le habló desde la puerta de mi cuarto. -Los almohadazos terminaron hace minutos-

Piénsalo, dos veces. (John Lennon & Paul McCartney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora