Piénsalo, dos veces. (John Lennon & Paul McCartney)

Capítulo 20 - Viaje en tren

El capítulo es un poco largo. Tomen su tiempo ❤

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-Ya ibamos para allá- titubeó Paul

-De hecho- me dirigí a la puerta. -Ya estábamos por salir- Miré a John, luego a Paul y me fui al comedor.
Estaba tan apenada. De seguro John malinterpretó las cosas.

-Alanna- Escuché a John detrás de mí y me volteé. -¿Qué estaban haciendo Paul y tú?-

-Nada…¿Por qué?-

-¿Qué no íbamos a desayunar?- apareció Paul atrás de John.

-Vamos- me dirigí al comedor y Paul me siguió.
Cuando nos sentamos pude ver como John le hacía señas a Paul, mientras este lo ignoraba.

-Jmjm, ¿podemos hablar?- John habló y todos lo miramos mientras él miraba a Paul.

-¿me dices a mi?-

-Sí, a ti McCartney-
John estaba muy serio, aunque no parecía muy enojado. Tenía miedo de que le contara algo sobre mí. Y con ese algo me refiero al beso de hace unas horas.

-Bien- Paul se levantó y salieron de la casa. Yo estaba temblando. John era capaz de todo.

Duraron un tiempo afuera cuando después entraron con una cara diferente, ya no sabía qué pensar.

-¿Qué pasa?- me animé a preguntar tímidamente.

-Nada- John sacudió mi cabello y Paul sólo se limitó a sonreír…por cierto, una sonrisa muy fingida.

Estuvimos platicando un buen rato más cuando la gente se empezó a ir. John y Paul no se despidieron de mí.

-¿Cómo te sentiste?- me preguntó mi madre cuando ya todos se habían ido.

-Bien mamá…¿y tú?-

-Muy bien, hija-

Su cara demostraba una felicidad muy grande, hace tiempo que no pasábamos una navidad en compañía de alguien más, y eso la tiene muy alegre.

No pasó mucho tiempo cuando alguien tocó la puerta y fui a abrirla.

-¡Feliz navidad preciosa!-

-Hola Frank, que gusto verte- mi madre salió por detrás de mí.

-El gusto es mío, señora- le besó la mano en señal de educación, sí…esas costumbres que tiene la gente refinada no son raras en Frank.

-¿Qué te trae por acá?- mi madre estaba más interesada que yo en la visita de Frank.

-Bueno, como es Navidad, quiero llevar a su hija a pasear…¿me podría conceder ese permiso?-

Me dan náuseas esas actitudes de parte de él. No tiene que hablar tan finamente.

Después de que mi madre le concediera el permiso ya no tenía nada más que hacer. Fui por un abrigo y ni siquiera me maquillé. Salí de la casa y emprendimos el camino.

Hizo varios intentos por tomarme de la espalda pero me las arreglé para que mantuviera su distancia.

-¿A dónde vamos?- le pregunté

-Te tengo una sorpresa-

-¿Ah sí? ¿Cuál?-

-Bueno, como eres mi compañera principal en todas las actuaciones del grupo, quise mostrarte a ti primero algo que nos hará famosos-

Vaya, no sé por qué no me emocionaba. De hecho yo tenía la idea que iba como compañera de los dos vagos de Liverpool (Paul y John), no de Frank.