H A G A M O S U N A P R O M E S A.

5K 452 49
                                    

—¿Sucede algo, Yuri? —no me había dado cuenta, Victor estaba al lado mío. Mientras yo seguía en el hielo, sin un intento de levantarme.

—Victor, yo... —Victor, amablemente extendió su mano para ayudarme a levantarme. Con un poco de duda, la tomé.

Ambos nos acercamos a las gradas en silencio. Mi corazón estaba latiendo como loco y mi mente estaba echo un desastre. No podía pensar con claridad, todo en mi mente se volvía más y más confuso. ¿Debería decirle? ¿Qué me dirá? ¿Me va a odiar?

—¡Yuri! —Victor me tomó de los hombros dándome una pequeña sacudida—. ¿Me estás escuchando?

—¿Qué...? ¿Eh? ¡Ah! Lo siento —no se veía molesto, más bien estaba preocupado.

—Yuri, ¿qué sucede? —tomó mis manos en un intento de tranquilizarme. No podía siquiera mirarlo. Soy una mala persona—. Confía en mí.

—Es que yo... t-tengo miedo —solté sin más—. Victor, estoy asustado, no es normal para los hombres embarazarse, sé que mi familia me da apoyo y comprensión pero no puedo evitar sentir miedo. No me preocupa lo que diga la gente, pero tengo miedo que de pronto te vayas y me dejes, tengo miedo de que éste bebé te traiga problemas. Apenas estamos construyendo una vida juntos y no creo que quieras cargar con un gran peso, es un problema. Todo, es un caos... Así que, estoy pensando en abortar.

—Yuri —otra vez, otra vez estaba llorando frente a él, cuando me había prometido no preocuparlo, ni siquiera soy bueno en eso—. Ya te dije que nunca serás una molestia para mi, y tampoco ese bebé. ¿Por qué piensas abortarlo? ¿Es por qué tienes miedo de que mi imagen sea manchada con éste tipo de cosas? Yuri, creo que aún no comprendes mis sentimientos, así que te los diré...

Victor me abrazó, un abrazo único, cariñoso. Un abrazo que transmitía miles de sentimientos, podía sentir su cabello rozar suavemente mi cuello. Como sus manos empujaban más mi espalda hacia su cuerpo.

—Te amo, Yuri —susurró tranquilamente—. Te amo y amo ese bebé. Los amo a ambos tanto, que nunca pensaría en dejarlos. Sé que es duro para ti el haber recibido aquella noticia, que estés lleno de inseguridades porque es algo nuevo y prácticamente único para ti. Pero, yo te escogí, así tal y como eres. No abortes, no pienses en eso nunca más, Yuri.

—Victor —me aferré a su espalda, tomando su saco con tanta fuerza intentando no llorar otra vez—. Quiero patinar una vez más contigo.

En silencio, sin más que decir, nos dirigimos a la pista. Mientras la melodía sonaba en nuestra cabeza. Como el ruido de las cuchillas sobre el hielo mostraban nuestra danza y como los sentimientos y pensamientos se unían en uno solo. Podía ver la sonrisa de Victor, ¿cómo es que con un simple gesto hacia palpitar mi corazón como loco? Él me otorga la confianza que necesito, sé que puedo confiar en él, porque lo amo y porque me ama a mí.

Si hace casi un año a mi yo del pasado le dijera que en un futuro no tan lejano estaría saliendo con la leyenda viviente del patinaje y además de eso, estoy esperando un hijo de él, lo más seguro es que me hubiera reído en mi cara. Porque siempre fui realista, sabía que no podía depender de los sueños.
Pero estoy aquí, no es un sueño. Puedo sentir las manos gentiles de Victor tomarme, podía verlo dando piruetas por la pista vacía mientras que la compañía del otro es la única que necesitamos para ser felices.

Oye Victor, ¿puedes sentirlo? Esta alegría desbordante, por el simple hecho de estar a tú lado. Gracias, Victor.

Después de un rato, decidimos dirigirnos a casa. Cuando llegamos, vimos que todas las luces estaban apagadas, probablemente todos se fueron a dormir temprano. Victor me tomó de la cintura, para darme un beso en los labios.

Iba sintiendo como la temperatura de nuestros cuerpos aumentaba mientras que el beso subía de intensidad. Podía sentir como su lengua abría paso en mi boca para entrar y recorrer cada rincón del mismo. Como movía sus manos por mi espalda y apretaba gentilmente mi trasero.

Despacio, sin prisas, nos dirigimos a mi habitación. Victor me recostó, mientras él se posicionaba encima de mi.
Se quitó el saco que llevaba puesto y seguido de eso la playera que traía, dejando así al descubierto su bello y escultural cuerpo. De inmediato, me sonroje al tener semejante escena frente a mi. Creo que esto es algo a lo que nunca podré acostumbrarme, simplemente es demasiado vergonzoso.

—¿Qué sucede, Yuri? —susurró seductor Victor a mi oído. Mientras bajaba el cierre de mi chaqueta para quitarmela despacio.

Sus manos juguetonas se colaron debajo de mi playera, para pasearse por todo mi torso desnudo, pellizcando mis pezones como si de una goma se tratase. Cada vez me era más difícil poder contener los gemidos de placer.

Ah~ V-Victor... —caí en la cuenta de que estaba en mi casa. Las paredes eran tan delgadas que era fácil que otros sonidos llegaran a las habitaciones. Debo evitar hacer ruido, si mis padres llegan a escucharme de esta manera, de verdad que moriría de la vergüenza.

Rápidamente, tapé mi boca con ambas manos. Cerré los ojos lo más fuerte que podía mientras sentía como Victor hacia un recorrido desde mi barbilla hasta mi ombligo con sus cálidos y suaves labios.

—Quiero escucharte, Yuri —las yemas de sus dedos se paseaban por todo mi torso hasta llegar a mi pantalón.

Victor sin dudar, bajó mis pantalones al igual que los boxer. En seguida, Victor atrapó mi miembro con su boca, lamiendola como si de un caramelo se tratase. Instintivamente, llevé mis manos a la cabeza de Victor, enredando mis dedos en su cabello plateado.

Arriba y abajo. Cada vez más rápido, sin detenerse. Me era difícil el contener mi voz, era tanto el placer que terminé lanzando un gemido sonoro.

Victor sonrió satisfecho, para después continuar con lo suyo. O eso creía. En un movimiento ágil, tomó mis nalgas para poder alzarme más y así, teniendo una vista mejor y teniéndome a su merced, metió su lengua en mi entrada.

Otro gritó sonoro salió de mi, está vez sin pudor alguno. Gemía repetidas veces su nombre mientras que en mi mente pedía que me la metiera sin vacilación.

Y como si leyera mi mente. Sacó su lengua para sonreírme. Tenía una mirada de lujuria, aquel brillo que poseían los ojos azules de Victor eran únicos. Vagamente, pasó por mi mente su pasado. Él conoce el mío, pero yo aún no sé nada de él, y eso me frustra.

Interrumpiendo mis pensamientos, Victor metió su miembro de una sola estocada.

Dolía y dolía mucho.

Victor no se movió hasta que el dolor se iba calmando. Y poco a poco, metía y sacaba su miembro al gusto de Victor. Mientras seguía gritando su nombre. Rápidamente, la velocidad fue aumentando hasta el momento en que llegué a pensar en que moriría de un desmayo por tanto placer.

No tardé en correrme, manchando nuestros pechos descubiertos. Y al poco rato, Victor se corrió en mi interior.

Ya no importaba si mi madre o alguien de mi familia me había escuchado. Ahora solo me importaba Victor, estar a su lado y sentir su amor de las muchas maneras que él sabía expresar para mí.

Y con eso en mente, cerré mis ojos para caer rendido ante el sueño. Pero antes de quedarme profundamente dormido, escuché susurrar a Victor un "Te amo", mientras me besaba en mi mejilla.

Muchas gracias por leer ♥

Hanarezuni soba ni ite / Sólo quedate a mi lado (Yuri On Ice)Where stories live. Discover now