U N L A R G O V ER A N O (1)

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Las narraciones a partir de éste capítulo pueden variar. No será especificado de quien, ya que será fácil saberlo.

-¿Qué...? -aquella noticia inesperada, no hizo más que aumentar mi preocupación. De inmediato, relacioné aquellas llamadas misteriosas con ese viaje a Rusia.

-No me iré para siempre, por supuesto que no -Victor tomó mi mano para besarla y apretarla con gentileza contra su pecho-. Tengo que arreglar unas cosas con Yakov, así que me iré por un par de días, por mucho una semana.

Algo en mi cabeza decía que debía creerle y no sospechar de él, pero en mi corazón decía que algo me estaba ocultado. Bajé la vista pensado si debía preguntar o no. Tenía que hablar con Victor, ya no quería que esas dudas que rondaban en mi mente todos los días me consumiera lenta y dolorosamente. Pero tengo miedo de ponerlo triste o que vuelva a poner esa cara como aquella vez en el hospital.

Lo miré lentamente y asentí rindiendome. Era mejor guardar mis dudas para después. Victor tiene secretos por alguna razón, puede que él me diga más adelante lo que le aqueja o que incluso no confíe en mi, aún así esperaré en silencio.

Aún par de días después, Victor se fue de casa con una pequeña maleta. Me prometió regresar en una semana. Cuando se despedía de mi, me llenaba de besos y caricias por toda la cara. Tanto que quedé rojo como un tomate. Y en un parpadeo, Victor subió al avión sin más.

...

Tomé el avión. Me siento triste por Yuri, por dejarlo cuando le prometí que estaría a su lado en el embarazo y no sólo eso, sino en toda su vida. Pero las situaciones se han ido complicado demasiado desde aquella primera llamada. Y ahora, sin más, me citaba de vuelta a aquel horrible lugar al que supuestamente llamé alguna vez hogar.

Todo el viaje me la pasé viendo fotos de Yuri en el teléfono. Desde las fotos sacadas a escondidas, hasta las selfies después de cada competición, también tenía fotos del embarazo de Yuri y una que otra foto que me enseñó Hiroko, cuando Yuri era un hermoso bebé de dos años, como sonreía y lloraba. Todo grabado en esas imágenes.

Cuando me di cuenta, ya estábamos aterrizando, me había quedado dormido todo el resto del viaje. Y el cambio de horario no ayuda mucho.

Cuando por fin pude bajar del avión, me dispuse a tomar mi equipaje y abordar un taxi que me llevara a casa, pero estaba Félix, el mayordomo y fiel seguidor de mi padre. Estaba de pie, como todo un soldado, con una mano hacia atrás mientras que con la otra sostenía su gorro que lo colocó en su pecho, aguardando mi llegada.

Al verme, se acercó con paso firme y tomó la maleta. Con una señal de mano me indicó que debía caminar rumbo al auto. Acepté sin decir nada.

El viaje a casa me parecía lento y tortuoso. Sobre todo con aquella última conversación que había tenido con mi padre.

Porque tuve una gran discusión un par de semanas antes de que Yuri compitiera en la final del Grand Prix, diciendo que dejaría ser el títere que podía controlarlo cuando quisiera, que no volvería a cumplir un capricho suyo. Dejé todo por estar a lado de Yuri y no me arrepiento por la decisión, pero hay quienes aún no comprenden el al amor que le tengo, el amor y vida que Yuri me ha brindado desde aquella primera vez que hablamos en el banquete.

Desde que nací, fui criado en una casa grande, fría y casi solitaria. No había nada de mi interés y era educado con los mejores maestros, preparándome para ser un gran empresario y heredar las acciones de mi padre. Pero cuando por fin encontré algo que me gustaba, mi padre se negó profundamente, desde ahí, comenzaron los conflictos.

Bajamos del auto cuando llegamos a casa. Mamá estaba esperando en la puerta principal.

Vestía un hermoso vestido azul que ajustaba justo a la edad de mi madre. Su cabello dorado estaba recogido y peinado de la manera más fina y delicada posible y sus bellos ojos azules como los míos, hacían juego con todo. Ella sonrió extendiendo los brazos, de inmediato me acerqué y la abracé.

-Vitya, estoy tan feliz de volver a verte -madre tomó mi cara con ternura y depositó un beso en mi mejilla.

-Ha pasado un tiempo, madre -le sonreí.

Entramos a casa y lo primero que no quería ver y que por desgracia lo tuve que hacer, era tener a mi padre bajando las escaleras, tan imponente como siempre y sonriendo de lado.

-Victor, por fin llegas -se posicionó frente a mi

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-Victor, por fin llegas -se posicionó frente a mi. A pesar de todo, padre y yo medianos prácticamente lo mismo-. Bienvenido a casa.

-No seas ridículo -él sonrió con grandeza.

-Ve y prepárate, recuerda que la cena es a las siete y no hay tiempo que perder. Tengo una noticia que dar.

Antes de que pudiera irse, lo tomé del saco que traía puesto. Apretando con fuerza tratando de que las ganas de golpearlo no me terminara ganando.

-No volveré a caer el tus juegos -amenacé.

-Это еще предстоит выяснить -contestó antes de irse.

Hola, ok está corto y aburrido pero ya pueden dejar de odiar a Victor xD
Y si, muchas habrán reconocido quien es el personaje de la foto, pero me agradó tanto pa' padre de Victor que decidí adoptarlo xD
Y lo último que está en ruso dice "eso está por verse". Según Google traductor xD
Voy a estar publicando muy seguido, antes de que comience el siguiente semestre y antes de tener un bloqueo como en la otra historia.

Gracias por leer

Hanarezuni soba ni ite / Sólo quedate a mi lado (Yuri On Ice)Where stories live. Discover now