Hanarezuni soba ni ite / Sólo quedate a mi lado (Yuri On Ice)

S I M P L E M E N T E L A V E R D A D

—¿Victor...? —lo llamé. La vista de Victor estaba pérdida hacia un punto fijo, como si recordara.

Entendí muy poco de lo que dijeron, pero algo sentía que no estaba bien. Aquella mujer miraba a Victor de una manera extraña, como si se alegrara y mostrara un poco de preocupación.

—No puede ser... —susurró Victor.

—¿Recuerdas aquella navidad cuando Mark te rechazó por primera vez? —Victor parecía entender la situación.

—Esa vez fue porqué llegué tarde y no cumplí mi promesa —dijo rápidamente.

—¡NO! —gritó frustrada—. Ese día, Mark se confesó ante mi y yo lo rechacé porque te quería a ti. Y eso fue lo que mas le molestó, que ese día, te pedí que fuéramos novios y tu aceptaste.

—¡No sé de que me hablas! —gritó de igual forma Victor.

—¡Lo sabes bien! Y me terminaste porque... —Katia calló al instante. Como si estuviera a punto de revelar algo grande.

—Entonces tendremos que hablar con él para confirmarlo —Victor tomó de mi mano y nos dirigimos adentro de la casa. Katia iba gritando una y otra vez que era la verdad, que no necesitaba confirmarlo.

Al llegar ahí, nos encontramos con Mark quien parecía ya estar despierto pero un poco desorientado. Victor soltó mi mano y se dirigió a Mark para tomarlo del cuello de su camisa desabotonada y levantarlo.

—¡Dime que no es verdad! —dijo Victor al borde de lagrimas—. Dime que todo es mentira...

—No sé de que hablas —dijo Mark entre respiraciones cortas y frecuentes.

—¡Dime que no me odias por ella! —dijo asustado, preocupado. Victor parecía otra persona.

—Con que te referías a eso... —rió—. Te diste cuenta demasiado tarde.

—¡No puedo creerlo! ¿Me cambiaste, desapareciste nuestra relación de hermanos sólo por ella? Es increíble —dijo soltándolo. Victor suspiró frustrado mirando a otro lado, pasó su mano por sus cabellos plateados para volver a mirar a Mark, quien se encontraba en el suelo sin poder levantarse—. ¡¿Cómo pudiste?!

—¡Todo éste tiempo supiste que Katia era la mujer que amaba! ¡Todo éste maldito tiempo! —dijo Mark—. Y aun así decidiste pisotear mis sentimientos y burlarte de mi. Y mi odio fue mayor cuando dejaste ésta casa y me dejaste botado como si nada te importara.

—¡No podía quedarme más tiempo en ésta casa! —Victor tomó nuevamente a Mark para arrojarlo contra la pared—. ¡TODO LO HICE POR TI!

...

[Victor]

Cuando conocí a Katia, fue en una reunión familiar. Ella parecía una buena persona, tierna y frágil.

Cuando hablamos por primera vez, ella me contó sus sueños y temores. Sabia que debía cuidar de ella, como una hermana.

Pero tiempo después, anunciaron oficialmente nuestro compromiso cuando tuviéramos suficiente edad.
Me negué, no quería perder mi amistad de ésta manera, jamás la vería como algo más y desde ese momento, comenzaron los problemas.