Capítulo 6: noche contigo

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Estaba feliz, feliz en todo los aspectos que pueda abarcar la palabra feliz, para empezar mi amado Van me había correspondido el día anterior e incluso me había besado, lo malo es que no me dejo dormir junto a él y en las veces que me intentaba colar en su habitación el me atrapaba, llego un punto en el que lo desespere y me encerró en la habitación de Sora y yo me puse a dar una pataleta pues deseaba estar junto a él, logre dormirme pero no deje de soñar con él, para mi dicha el vino a despertarme con un beso en la mejilla y uno de mis sueños se hizo realidad, cuando fuimos a la escuela no me despegue de su brazo en ningún momento, aunque él me regañara siempre me dejaba estar así de cerca de él y yo por ningún motivo me separaría.

Llegamos a la escuela y en toda la primera hora que estábamos separados deseaba ir con mi amado azabache pero tuve que aguantar mis ganas a la tercera vez que el profesor me llamo la atención, cuando llego el recreo técnicamente desaparecí del salón para ir con mi amado y lo encontré casi al instante, otra vez uno de esos chicos le entregaba tímidamente una carta de amor, maldita sea sean mujeres o hombres TODOS le entregan cartas de amor siendo que él las tira a la basura más tarde...bueno yo se las quito y las tiro más tarde pero ESE NO ES EL PUNTO, mis celos me dominaron y me acerque a ellos con una falsa sonrisa y tome la carta rompiéndola en pedazos frente a ellos.

-Si te acercas a él otra vez, juro que te cortare tu miembro y hare que un perro se lo coma frente a tus ojos-lo amenace sintiendo como mi novio me veía asombrado y el chico se escapaba asustado mientras me decía psicópata a lo lejos, con tal de que fuera por Van con gusto seria uno.

-¿No crees que fuiste muy lejos?-me cuestiono y yo lo mire molesto, vi como el soltó una leve risa antes de besarme de sorpresa, me deje llevar por él y coloque mis brazos en su cuello para acercarlo más hasta que el aire se nos hizo necesario, me apegue nuevamente a él mientras mi rostro se ruborizaba por la vergüenza, debería acostumbrarme pues lo haríamos regularmente pero seguía pensando que era un sueño, y no deseaba despertarme jamás.

Nos encontramos con el que menos quería ver ahora y ese era mi hermano Roxas, venia junto con Sora y el me pidió hablar a solas conmigo a lo cual acepte aunque estaba asustado, nos alejamos un poco y yo estaba esperando por algún regaño de mi "anormal" comportamiento pero el solamente bajo la mirada.

-Perdóname por lo que dije, estuvo mal y lo siento mucho, eres mi hermano y debo aceptarte como tal, quiero que vuelvas a casa conmigo-me pidió con algo de arrepentimiento en su voz, estaba demasiado sorprendido, Roxas pidiéndome perdón por su actitud era lo que menos esperaba y algo me decía que Sora tenía algo que ver en esto, aun así reaccione para abrazarlo como señal de disculpa, aún quedaban sus palabras de odio en mi mente pero ahora eso no importaba.

-Lo siento, pero no volveré hasta poder acostarme con Van-le respondí hasta que el me vio con una mirada traumatizada-Me refiero en la misma cama no a ese tipo de acostarse-lo intente calmar viendo como suspiraba aliviado...a quien engaño, deseo tanto que Van me haga el amor que no me iré de esa casa hasta que lo logre, lo juro por el gran amor que le tengo.

Volvimos con Vanitas y Sora pero la escena que vi me paralizo, al castaño le sangraba la nariz mientras se reía y el azabache lo limpiaba con cuidado, no puede ser que sienta celos de él pero en ese momento deseaba haber causado yo ese desangramiento, cuando terminaron las clases vi a Roxas más animado y me entere que Naminé iba a pasar la noche y el fin de semana con él, me sentí mal por Sora y por mi pues si él estaba en casa yo tendría menos posibilidad de cierta intimidad con mi Van, cuando nos fuimos a casa el castaño se adelantó por que constantemente le pedía alguna caricia o beso a mi novio...oh dios como me encanta esa palabra pero mi rostro siempre se sonroja al pensarla.

ObsesiónWhere stories live. Discover now