¿Qué tienes en mente?

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—Me voy a arrepentir de esto, lo sé,— dice el sheriff mientras entran en su garaje, —pero, no importa qué edad tengas no vas a conducir un auto sin mi supervisión. Los chicos de estos días siempre tardan una eternidad en obtener sus licencias, y no serás uno de esos chicos, no señor. —

Encendiendo las luces, el sheriff desciende las escaleras cortas que conducen al garaje y se detiene a la par de una voluminosa forma cubierta de lona. —¿Puedes ir hacia la parte de atrás?—

Stiles lo hace, y juntos tiran de la lona resultando ser una caja gigante con forma de auto, de color azul pálido con un quinto neumático sujeto al extremo trasero.

El sheriff soba una mano sobre su cabello, mirando con determinación un pequeño arañazo en la capucha. —Fue de mi esposa. No es el mejor auto de arranque, pero estoy seguro que no le enseñare ilegalmente a un niño, sin un permiso de conducir en mi patrulla.—

—Es muy bonito,— dice Stiles, porque lo es. Es un auto con personalidad.

—Ella es bonita,— corrige el sheriff. —Una pieza como está siempre va a ser ella. Ahora vamos, buscaremos un estacionamiento vacío.—

Conducir es más difícil de lo que el zorro pensó que sería, aunque el sheriff le asegura que la mayor parte del problema es que está manejando una transmisión manual, sea lo que sea. También es un poco aterrador estar a cargo de una masa rodante de quién sabe cuántas toneladas de metal. Pero con el sheriff dirigiendo, y sus instrucciones severas, de hecho el zorro se las arregla para zigzaguear dentro y fuera de los espacios del estacionamiento sin ningún problema.

—No está mal,— comenta el sheriff con aprobación cuando Stiles centra el jeep perfectamente entre las dos líneas blancas pintadas por primera vez. —No eres un desastres en esto. —

—La historia de mi vida,— resopla el castaño mientras cuidadosamente le da reversa para echarse para atrás.

El sheriff hace un ruido escéptico. —Lo haces bien, chico. Incluso si eres un poco diferente, lo haces bien.—

Stiles se encoge los hombros. —Supongo. Al menos lo hago mejor que hace tres meses.—

El sheriff se permite un minuto de silencio antes de preguntar, —¿Qué quieres decir con eso? —

—No sé,— el zorro gira el volante bruscamente un poco más de lo planeado pero rápidamente lo corrige. —Solía ser muy malo cuando me dejaban solo.—

Haciendo un ruido comprensivo, el sheriff golpea el brazo de Stiles. Todavía no conoce mucho sobre el pasado del zorro. Tanto como Stiles puede decir, el asume que el castaño tuvo una infancia protegida, entonces sus padres murieron, pasando a tener una relación poco entusiasta con el sistema de adopción hasta que cumplió 18 años, conoció a Derek, y se asentó con él para vivir del dinero del seguro de los Hale. Stiles no sale con alguna broma, que clase de chico con esa historia lo haría, pero tampoco deja salir al animal del bosque mágico que cambia de forma, por lo que calcula que está bien. El sheriff lo trata con respeto de todos modos, a pesar de que piensa automáticamente que fue "abusado" cada vez que el zorro accidentalmente muestra lo torpe que encaja en este mundo humano.

—Eso es común con las personas que estaban en tu situación, Stiles. Me alegro de que haya pasado.—

El castaño intenta no mentir, ni poner una cara que diga que está mintiendo, —Me alegro también. Fue difícil, me volvía loco cuando Derek me debajo solo.—

Tarareando en aceptación, el sheriff dice, —cambia de velocidad,— y luego, —Bueno, nadie debería atarse a una sola persona. Tienes que tener varias personas, en plural.—

A Simple Life →STEREK (Traducción) CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora