[Furry] Feelings To The Sky [+18]

Capitulo I

Capitulo 1

Connor, al fin había llegado a su piso, con su mano busco sus llaves en sus bolsillos y la introdujo en la cerradura de la puerta.

Subio las montones de escaleras hasta llegar al piso 3, numero 37.

Abrió la puerta para entrar al gran y lujoso apartamento.

Puso su maletín con todas las cosas de su trabajo en una mesa y saco todo lo que tenía dentro para meter otras cosas.

Eran las 7 de la tarde, así qué decidió darse una ducha y, almorzar a su vez que cenaba, ya que no había comido en todo el día. Como siempre.

Mientras se duchaba, no pudo evitar en la chica con la que había hablado anteriormente por teléfono.

Esto lo hizo sonrojarse bastante, y la figura curvona de ella no se le podía sacar de la cabeza. Siempre le habian atraido las chicas de su tipo.

La conocía de hace un par de años, siempre que pasaba por donde actualmente estaba la cafetería, había un solar en venta.

A pesar de que la cafetería tuviese "poco" tiempo, el cariño con el que ella, y sus empleados trataban a la clientela, y los buenos cafés, hizo tener una gran popularidad alrededor de la ciudad.

Lili y Connor son muy buenos amigos, a pesar de que solo se conozcan de charlar por un "relativo" corto tiempo, unos 10-20 minutos todos los días por la mañana, menos los Domingos, que ambos charlaban toda la hora en la cafetería.

Connor decidió parar de pensar en pensamientos tan oscuros sobre la chica y cerrar el grifo de la ducha.

Nada más salir, Almorzó/ceno, para después pedir un pasaporte por internet.

...

Al día siguiente, se levanto y empezó a hacer las maletas rápidamente, también aprovechó para darle la noticia a sus amigos.

Connor lanzó su teléfono lejos mientras suspiro profundamente y abría el armario.

No sabia sí allí hacía calor, o frio, pero a el le daba igual. Puso sus ropas mas usadas y algunas cosas más en la maleta.

Miro su teléfono y vio que eran las 6 de la Mañana, así que decidió cerrar las ventanas, y todo, para acostarse un rato.

...

Un sonido repetitivo lo despertó, era su despertador, le dio un golpe y lo rompió en mil pedazos. Como de costumbre. Aún sonaba, mal, pero sonaba. Riéndose de el.

Tomo lo poco que quedaba del despertador, abrió un armario, y lo metió junto a los demás despertadores rotos.

Decidió buscar su celular alrededor de la cama, hasta encontrarlo bajo su almohada. Un super potente rayo del móvil casi lo dejaba ciego como si de un relámpago del mismísimo Zeus se tratase.

Prefería mirar el sol a mirar el potentísimo poder de la luz de su teléfono. Así que lo dejo en la mesa de noche y busco con la mirada el reloj de pulsera que tenia en la mesa.

"¿Que hora era?" Se pregunto a si mismo.

Agarro un reloj y miro la hora con esmero.

—¡Dios mío!—Exclamo el chico pegando un salto.