[Furry] Feelings To The Sky [+18]

Capitulo XXXVII

Capitulo 37

Tiempo atrás

-Hey, ¿Estas completamente seguro de que todo está bien?-La Vulpina rodeo con sus brazos al híbrido el cual observaba el techo de su casa.

Coby no estaba durante aquella semana, y ambos habían decidido de pasar algunos días en la casa del chico para un poco más de tranquilidad y privacidad.

-Querida, lo juro, no pasa nada. Solo es que...-Connor observó sus manos mientras suspiraba algo pesado. El sonrió y acaricio la mejilla de la chica.-Tengo miedo que Coby trate de matarme por romper su cama.-El bromeó tratando de cambiar el tema como si fuese el problema verdadero

La Vulpina observó la cama la cual estaba sin patas en el suelo.

-Si, quizás me pase un poco, estaba llegando al clímax, que querías que haga. Me puse muy cariñosa.-Ella se posó sobre el pecho del chico jugando con su barriga.-¿Entonces está todo bien?

-Si, Skye, está todo bien.

Ella acarició su pecho mientras se levantaba y se acercaba a su cuello.

-Se que no está bien. Ambos estamos...nerviosos por lo de...Ya sabes. Nuestra hija o hijo.

Connor se negó y beso su frente.

-Claro que estamos nerviosos por ello, somos jóvenes y no tenemos posibilidad alguna de detener ello. Solo...debes de ser fuerte.

-Debemos.-Ella respiro profundamente acurrucandose más aún sobre el.

-Claro...Debemos...

...

-Oye híbrido. ¿Te pasa...algo?-La Zarigüeya observó a Connor el cual estaba cerca a la ventana, temblando mientras trataba de encender un cigarrillo, siendo esto imposible.

La Zarigüeya puso una leve cara de pena y se dirigió hacia la pequeña cocina

Connor partió el cigarro por la presión que ejercía y busco en su bolsillo la caja.

-Oye tronco, ¿Te pasa algo? Parece que te está dando un ataque.

Connor saco el cigarrillo y trato de encenderlo una vez más. Logrando lo y llevándoselo a la boca.

-¿No dijiste que dejarías eso hace bastante tiempo?

Connor se levantó y se dirigió a la cocina. Tomando una botella de vino y abriéndola. Tomando una copa y tratando de vertir el vino en esta. Manchando la mesa completamente.

Connor tomo la copa y se sentó en el suelo tratando de relajarse.

-Yo prometí muchas cosas, Nya. Prometí muchas cosas y no cumplí ninguna.

Ella se rasco la nuca y sacó una sustancia pequeña y cuadrada qué extendió sobre un papel, cerrándolo y sacando un mechero.

-¿Quieres María para relajarte?

-Eso es una mierda.

-Bien que te fumaste 200 gramos en 3 días un par de años atrás.-Nya se encogió de hombros y encendió el papel.

-Ya...si...Paso igualmente.

-Tu te lo pierdes.-Nya se recostó en el sofá mientras daba ligeras caladas al papel.

Connor tosió un poco y se ajustó su corbata.

-¿Adonde coño vas?

-Yo...Voy a...No lo sé.

...

Skye termino de hacerse su café mientras daba un suspiro.

Todos habían abierto ya sus regalos de navidad.
La Vulpina color melón aún no había abierto los suyos, estaban en su habitación. Se tornó hacia su madre y tomo el pequeño bolso suyo.

-Mama, voy a ir a trabajar.

-¿Qué?-Se pregunto esta.-Pero...

-Horas extra, me gustaría....mantener mi mente fuera de todo. Por hoy.

Su madre suspiro y afirmó con empatía.

-Esta bien Skye. Tómate tu tiempo.-La mujer miro para ambos lados tratando de bajar su tono de voz.-Esperemos que eso no te deje empanada por el resto de la semana.-Ella sonrió a su hija y le dio un pequeño codazo. Dándose la vuelta y dirigiéndose con los demás.

Skye se fue al rato, por la puerta trasera sin que nadie le viera. Quería evitar preguntas esos momentos. Ya se le ocurriría algo.

Estar el día en el trabajo no cambio en absoluto. Sus pensamientos le habían devuelto las tripas, y acaba de echar lo poco que ese día había comido.

Salio de los baños y decidió terminar su turno el resto del día.

Siempre había pensado que el la había dejado por qué el no quería ser padre. Había mentido muy bien esos días, y se había llegado por donde vino y trabajaba. Pero nunca había pensado que siempre había estado ahí. Tan cerca, en la ciudad. O eso pensaba en un principio.

Ella suspiró con pesar mientras dejaba su turno y subía a su vehículo.

...

Era de noche. Connor estaba en la azotea sentado en una pequeña silla con una botella de alcohol en el suelo. Más bien con varias, ya vacías. Observaba la ciudad iluminada por la Luna y las luces. Bostezó un poco y sacó su teléfono, marcando un número de teléfono.

La llamada comunico por unos breves instantes, antes de qué aceptara la llamada.

-Buenas noches señorita-...

-¿Q-quien es?-Una voz femenina algo mayor pregunto desde la otra línea.-Son las 12 de la noche.

Connor aclaro su garganta y repitió;

-Buenas noches, Señorita Winter. Soy...el Señor White.

-¿Señor White? ¿Esto acaso es Spam de alguna empresa o-...?

-Cierto, bueno, Holbein, para ustedes. Pocos me conocen por mi segundo apellido, el de mi padre. Pero no importa.

La Vulpina, madre de Skye, se levantó de la cama y se dirigió hacia el pequeño balcón de su casa.

-Cuando dijiste qué me llamarías, pensé que sería todo completamente misterioso, yo caminando por la calle y un teléfono público comienza a sonar.

-Ni que esto fuese una película de James Wolf. ¿Podríamos tener una cita usted y yo por la tarde en el Royal's?

-Oh, ¿Esa cafetería nueva donde hay comida basura?

-Si esa, pensé en ella antes y me entró un hambre de Hamburguesa cojonuda. Si puede ir sola más qué mejor.

-Me siento como en las películas mafiosas ¿Sabes?-La Vulpina bromeó aclarando su garganta, tratando de ponerse sería.-¿Sabes que está bastante...?

-Si. Lo supuse. Qué no crea que es la única. Yo llevo así por 4 años.

-5 años pronto, te pasaste de tuerca un poco.

-Oiga. Ya dije que daré explicaciones. Única y exclusivamente a ti. Por el momento claro...

La madre de Skye suspiro profundamente y afirmó.

-Muy bien Holbein. Nos veremos allí entonces.