capitulo 5

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Narra Emma

Los primeros rayos de sol se asoman por la ventana dando directamente en mi rostro, por suerte no estoy dormida, a decir verdad, no pude dormir en toda la noche y menos después de la visita de él.

Su mirada reflejaba odio por eso no insistí más en que me dejara salir, también temía que se convirtiera y me hiciera daño, aunque si me lastimo un poco el brazo tengo unos moretones debajo de la tela.

Me frotó el rostro con pereza, me levanto de la cama y me dirijo al baño, lavo mi rostro con agua fría y lavo mis dientes con mis dedos ya que no tengo cepillo de dientes.

Salgo del baño y me dirijo a la cama para ordenarla, una vez ya ordenada la cama, arreglo un poco mi cabello y lo ato en una coleta alta.

Me dirijo a la ventana y la abro para que el aire fresco invada la habitación, inhaló con fuerzas el aire fresco y una sensación de paz me invade por completo, siempre me ha encantado el aire de la mañana es un poco más fresco.

Unos pequeños golpes en la puerta me alarman, pero la voz de la señora viky me tranquiliza.

—buenos días señorita Emma—. Me saluda mientras entra a la recamara con lo que creo es mi almuerzo.

—hola señora viki—. Saludo.

—no era necesario que ordenara la cama para eso estoy yo—. Menciona al percatarse de que la cama esta ordenada.

—no tenía nada que hacer a parte yo puedo hacerlo...no es necesario que la haga usted—. Menciono.

—bueno dejemos lo para después...mejor coma antes de que se le enfríe—. Dice mientras me entrega la charola con la comida.

Como en silencio y la señora viki se queda haciéndome compañía lo cual agradezco.

—señorita Emma voy a necesitar que me de sus tallas y medidas—. Me pide.

Dejo de comer y la volteo a ver.

—he...para que las necesita? —. Pregunto ya que no entiendo el motivo.

—es para comprarle las cosas que necesita...no puede andar vestida así todo el tiempo—.

—todo el tiempo—. Menciono al no comprender bien —. ¿Pues cuánto tiempo me quedare aquí? —.

—no lo sé señorita—. Contesta y no puedo evitar el nudo que se forma en mi garganta al no saber cuánto tiempo estaré encerrada aquí.

[....]

Hace tiempo que la señora viki se fue, también le di mis medidas solo espero y no me traiga vestidos no le pedí que solo me trajera jeans y blusas, sería mucho abusar.

Suspiro con pesadez mientras me acerco a la ventana.

No sé cuántas horas tengo a quien sentada, pero creo que muchas ya que el cielo se empezó a tornar anaranjado con amarillo indicando que pronto a noche será.

Cierro la ventana y cuando estoy apuntó de acomodarme en la cama entra el señor Carlos con muchas bolsas en las manos y enseguida entra la señora viky.

—hola señorita Emma —. Me saluda Carlos.

—hola señor Carlos —. Saludo.

—aquí están sus cosas señorita —. Llama mi atención la señora viky.

—gracias...cuales son mis bolsas —. Preguntó mientras me acerco a todas las bolsas intentando adivinar cuales son mis bolsas.

—todas son suyas—. Mi boca se abre al escuchar sus palabras.

—no..como cree son demasiadas cosas para mi sola—. Menciono.

—el joven Derek ordeno que le comprara todas las cosas que necesitara. Así que la dejamos para que las acomode a su gusto —.

—gracias—. Digo un poco apenada al ver las bolsas, Carló y ella salen dejándome sola con miles de bolsas.

Empiezo a ver lo que contienen las bolsas y encuentro blusas de diferentes estilos y colores, jeans, sudaderas, unos que otros vestidos lo cual agradezco también me trajeron zapatos de diferentes estilos, converse, sandalias, botines, y cosas de aseó personal.

Acomodo todas las cosas en un pequeño buró, por un momento creí que no cabrían todas las cosas, pero por suerte si cupo todo muy bien.

Las cosas de aseo personal las acomodo en el baño.

Minutos después cuando ya todo está en orden de sido darme un baño, tomo una de los pijamas que me trajeron y un conjunto de ropa interior y me meto a la ducha.

Me deshago de toda mi ropa y entro a la ducha el agua caliente hace que mi cuerpo se relaje.

Mientras las gotas de agua caen por todo mi cuerpo pienso en darle las gracias por gastar su dinero en mí, aunque una parte de mi me dice que no le agradezca nada ya que por culpa de él estoy aquí, pero no soy tan descortés así que dé sido que cuando pueda le daré las gracias, pero no creo que pueda salir de esta habitación siempre esta ese mastodonte de hombre custodiando la puerta.

[....]

Me coloco mi pijama que costa de un pantalón de seda negro y una blusa de tirantes, me observo en el espejo mientras desenredo mi cabello y no puedo evitar mirar las cicatrices que adornan mis brazos, me alejo del espejo para no verlas y cuando termino de peinar mi cabello me coloco la sudadera con la que llegue.

Me coloco mis converse viejos y dé sido intentar salir de la habitación para agradecerle.

Mi mano se apodera con firmeza del pomo de la puerta y lo giro lentamente, la puerta se abre un poco y asomo mi cabeza para ver si no está el mastodonte afuera y me sorprendo al no verle por ningún lado.

Salgo de la habitación y empiezo a caminar por los pasillos y bajo las escaleras, por un momento pienso en escapar de aquí pero inmediatamente descarto la idea de mi cabeza ya que, una la casa está rodeada por vigilantes y dos el bosque que la rodea es inmenso, así que solo me enfocó en lo que iba hacer.

Me encuentro enfrente de la misma puerta que vi cuando llegue, e inconscientemente imágenes de lo que paso aquí se aparecen en mi cabeza, agito lentamente mi cabeza para alojar esas imágenes, y me dé sido por entrar.

Cuando entro no puedo evitar mirarlo está sentado con unos papeles, pero cuando se dé cuenta de mi presencia se levanta con brusquedad de su asiento y se acerca a mí, yo por reflejo retrocedo y por un momento me arrepiento de haber venido.

—que haces aquí? —. Me pregunta muy cerca de mí y no pudo evitar agachar mi mirada ante la su mirada de odio hacia mí.

Intento contestarle, pero su cercanía me asusta y no puedo pronunciar nada solo abro la boca para hablar, pero no sale nada.

—¡responde! —. Me grita.

Mis ojos empiezan a picar y entonces saco todas mis fuerzas para contestarle.

—yo...solo quería agradecerle por todas las cosas que me compro. Y le prometo que cuando tenga dinero se lo pagare todo—. Menciono y alzo la mirada para verle, tiene el ceño fruncido, y teniendo lo tan cerca de mi puedo ver que es muy atractivo.

—no es necesario así que...regresa a tu habitación—. Me sorprende el tono de su voz por primera vez la escucho tranquila y no puedo evitar una pequeña sonrisa, él la nota y se me queda viendo, su rostro se empieza acercar al mío y por un momento creo que me va a besar, pero su rostro se dirige a mi cuello y me pareció sentir que me olfateaba, siento su aliento rozar mi oído y me estremezco por completo.

—vete—. Ordena y se aleja de mi dándome la espalda, no respondo y rápidamente me retiro de ahí, quería preguntarle si se encontraba bien pero no quería problemas así que mejor me quede callada.


Una humana para el alpha. (Fanfic Derek Hale)Where stories live. Discover now