Hoy, cuatro de febrero, a diez días del esperado San Valentín, se disputaba el gran partido de la jornada: FC Barcelona contra El Atlético de Madrid. Messi contra Griezmann, Luis Suárez contra Fernando Torres, Neymar contra Gameiro. Un duelo de gladiadores.
El Camp Nou, estadio del equipo catalán, poco a poco se iba llenando. Miles y miles de fans (para ser exactos, noventa mil) esperaban desde dos mil dieciséis este gran partido.
Los hinchas de ambos equipos (mayor parte catalanes) ya tomaban asiento entre su gran coliseo; el coliseo Barcelonés.
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Força Barça, ponía en su gran mosaico. El Camp Nou, el estadio con más ampliación en Europa y reconocido por sus grandes mosaicos. Una maravilla, reconoció el mismísimo señor Luna, al ver donde se encontraba la joven.
Aynara levantaba su cartulina color amarillo, ayudando así a elevar la gran obra maestra.
Por otro lado, en los vestuarios, mientras Denis esperaba la salida al campo de ambos equipos, vio algo no muy deseado.
—Volveré a Barcelona lo antes posible —pudo oír Denis, proveniente del muchacho—. Para disfrutarte de nuevo...
Denis contemplaba la figura del jugador atlético. No podía averiguar quien era, pero la joven era reconocible. La actual campeona de Cataluña en gimnasia artística y ex-novia del jugador; Nairy Fernández estaba teniendo una charla bastante caliente con ese jugador madrileño.
—¿Podrás volver a Barcelona entonces? —preguntó Nay mordiendo el labio inferior del joven—. Te seguiré esperando.
—Claro que volveré —aseguró.
El personal advirtió a los jugadores presentes en volver con sus equipos. El jugador atlético al voltearse enseñó su más bonita sonrisa.
—Hombre Denis —saludó—. Suerte en el partido. Espero que metas algún que otro gol, en propia mejor.
Denis quedó perplejo ante las palabras de Koke. El español había jugado en su contra sin esperárselo.
Nay se acercó a Denis sonriendo.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó alterado—. ¡Se ha comprometido con su novia!
—¿En serio? —preguntó desafiante Nay—. Es mi amante, ¿entiendes galleguito? No estoy jugando sucio, solo he tenido una noche de amor y pasión junto a él, cosa que su querida novia no le da.
—Su futura esposa está muy ocupada con su trabajo, y ya es mucho decir el esfuerzo que ha tenido para poder viajar hasta aquí —Suárez se cruzó de brazos esperando una respuesta coherente de la que hace poco menos de un mes era su querida novia.
—Igual, no se de que te quejas —se encogió de hombros Nay—. No he sido yo la que ha aceptado que una desconocida se quede a dormir y luego me la he tirado.
