Capítulo 9: |Second Date| (P.2)

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Have no fear for giving in
Have no fear for giving over
You'd better know that in the end
It's better to say too much
Than never to say what you need to say again

-Lyrics "Say- John Mayer"

MIAMI, FLORIDA

BISCAYNE BAY

LAUREN'S POV

"¿Alguna vez han sentido que un momento es tan perfecto que les gustaría detener el tiempo y perderse en la inmensidad de su presente?"

En este momento yo me siento de esa forma. Me gustaría detener el tiempo mientras escucho la risa de Camila, su forma de tararear las canciones que salen de las bocinas instaladas en la cabina de su bote de vela. Su forma única de mover las caderas mientras el ritmo de Cruise de Kygo ft. Andrew Jackson. Mi sonrisa era imposible de disimular mientras la observaba sostener el timón como una profesional. Su sonrisa era contagiosa y solo con verla a los ojos podía sentir que adoraba el mar. Adoraba la libertad que se sentía estando en esa enorme inmensidad mientras la ciudad se veía como un pequeño punto a lo lejos. Era una forma de decirle adiós a la rutina y perderse en la calidez del sol en tu espalda mientras la brisa marítima golpea tu rostro.

Me apoyé observándola con una sonrisa mientras cerraba sus ojos moviendo sus caderas de la forma más sensual que hubiera visto perdiéndose en la música y el mar que tanto le gustaba. Sostuve las dos latas de cerveza en mis manos mientras me perdía en el ritmo de sus caderas al compás de la música. Era la mujer más hermosa que había visto en un largo tiempo. Mis ojos pasearon por su cuerpo deteniéndome en ese abdomen perfecto, su trasero magnifico y esas caderas magnificas, y esas piernas interminables tan maravillosas.

En un momento vi que abría sus ojos y su mirada se clavaba en mí. Sus ojos marrones recorrieron mi cuerpo y sonreí cuando vi que empezaba a sonrojarse un poco mientras seguía moviendo las caderas. Me acerqué a ella y le ofrecí la lata de cerveza.

—Por mí no te detengas—la murmuré apoyando mis caderas cerca del timón donde ella se encontraba.

—Solo si bailas conmigo—me dijo ella y yo respiré hondo dándole un trago a mi cerveza y viendo como ella abría su lata observándome fijamente.

Empecé a moverme lentamente y ella me sonrió dejando el timón mientras el bote se detenía y se acercaba a mí. Estábamos lejos de la bahía y aún no llegábamos al parque así que prácticamente estábamos en medio del océano con música y disfrutando de un día fabuloso.

Ella extendió su mano libre hacía a mí moviéndose mientras su cabello se agitaba con cada movimiento. Yo sonreí acercándome a ella y moviendo mis caderas al ritmo de la música mientras ambas reíamos. Nos vimos a los ojos y nos acercamos más dejándonos llevar por la música.

—Bailas muy bien—le murmuré muy cerca de ella. Ella solo me guiñó un ojo y yo respiré hondo cuando ella me dio la espalda moviendo sus caderas muy cerca de mí. Sentí que mi cuerpo reaccionaba a su cercanía y con delicadeza puse mi mano sobre sus caderas pegándome un poco a ella.

Mi mano temblaba un poco pero era imposible mantenerme relajada cuando tenía a la mujer más sensual que había conocido en toda mi vida bailando conmigo. Mi mano se relajó en su cintura y se abrió acariciando levemente su abdomen con la punta de mis dedos. No era nada sexual, era más bien la sensación más perfecta del mundo. Esos nervios que se instalan en el centro de tu estomago cuando estás cerca de la persona que te gusta. Porque Camila Cabello me encantaba. Era una mujer inteligente, sensual y sobre todo era autentica. Ante mis ojos era la perfección hecha mujer.

Me relajé acercándome un poco más mientras respiraba el olor de su cabello y cerraba mis ojos. La escuché suspirar y con su mano libre acariciar mi mano. Las dos perdidas en las sensaciones. Había ido a muchos clubs y bailado con muchas mujeres a lo largo de mi vida, pero jamás como Camila.

Coffee at Midnight  (Camren)Where stories live. Discover now