Bajo el mismo techo (Camren)

Está hecho

—Esta es la sorpresa, Camz— dijo sacando a la bebé de la silla en el asiento trasero, la cargó y guió a Camila hasta la entrada— Voy a hacerme cargo de la bebé.

Lauren acomodó a la pequeña contra su pecho.

—No digas nada, sé que me apoyas, y sí, estoy segura de esto— la pelinegra quitó las palabras de la boca de Camila y la jaló al interior del recinto.

Se pararon en el final de una fila en frente del mesón en el que estaban atendiendo.

—Lauren... ¡Lauren!, ¿estás segura?, no sé, siento que estás actuando por impulso, es una bebé y mañana no podrás arrepentirte— le advirtió Lauren a Camila.

—Lo sé y quiero hacerlo, Camz, sólo prométeme que me ayudarás, porque no sé nada acerca de bebés— Lauren hizo una cara de terror.

—Lo prometo. Qué gran sorpresa... Y ¿cómo piensas ponerle?— preguntó la castaña.

—Pues eso me lo dirás tú ahora— respondió la ojiverde.

—¿Yo? ¿Me pides que piense en un nombre a tan sólo unos minutos de difinirle uno por siempre?— Lauren asintió con una sonrisa—Pff— resopló la menor —Ni hablar Lauren, me hubieras dicho antes y le elegíamos un nombre muy mono, bajo presión no pienso bien— se quejó Camila.

—Pero... ¿como la llamaste ayer mientras me duchaba? Estaría bien— admitió Lauren —Ese estaría bien, supongo.

—¿Cuál? ¿Emily?

—Sí, ese mismo— dijo Lauren.

—¿Quieres ese?— preguntó la castaña

—Sí, ¿tú no?

—Osea sí, sí, por supuesto, lo que tú elijas está bien, eres tú la que la inscribirá como su hija... ¿Adoptiva?

Camila alzó una ceja.

—Algo así, a mí me gusta Julianne, así que se llamará Emily Julianne— dijo orgullosamente Lauren.

—¡Me encanta!— a Camila le brillaron los ojos.

La fila avanzó mientras ambas hablaban de comprarle cosas a la bebé a la vuelta y de regreso a casa.

—¡El siguiente!— gritó la mujer animadamente.

Rápidamente las dos se acercaron.

—Eee... Estamos aquí para...Inscribir a una bebé fuera del plazo de ocho días.

—Okay, ¿tiene el el documento de petición?— preguntó la señora sin apartar la vista del ordenador.

—Sí, aquí está— confirmó Lauren pasándole un documento de su bolso.

—Okay, faltan los datos de filiación originaria— acordó la mujer.

—Oh, es que es una adopción— respondió como una experta Lauren lo cual dejo perpleja a Camila, ya que ella era la abogada y no la pelinegra.

—Ah, okay...

La mujer tecleó un poco y pidió otros documentos de información acerca de Lauren y Camila, que por supuesto la menor no autorizó a Lauren a que les sacara una copia.

—Okay, ahora necesito el nombre completo del menor y los apellidos paterno y materno— ordenó la mujer a la espera para registrar a la bebé en la computadora.

—Emily Julianne Jauregui... Cabello— rió nerviosa Lauren.

—¿Mi apellido?— preguntó Camila acomodando a la bebé en su regazo.