Bajo el mismo techo (Camren)

El comienzo de la felicidad

Eres el amor de mi vida y no puedo sin ti...

Camila sintió el dolor de cabeza más intenso de su vida, la luz se hizo demasiada para sus ojos y parpadeó para acostumbrarse a ella.

El único color que distinguía era el blanco, una habitación blanca, una luz blanca, todo blanco.

Eres el amor de mi vida y no puedo sin ti...

Esa voz se repetía y la sentía cada vez más lejana.

Eres el amor de mi vida y no puedo sin ti...

El corazón le latía desbocado y de pronto...

-¿Y quién dice...- respiró pesadamente-... que te estoy abandonando?- una voz interrumpió en aquella habitación -Me queda cuerda para rato... Aún nos faltan cosas por hacer, bebés por tener... De esos que lloran y duermen- dijo la castaña con un débil atisbo de diversión en sus palabras, tosió por la falta de agua.

Una removida en la camilla la alertó... Aunque casi ni se movió debido al dolor, aún se sentía confundida.

Su respirar era demasiado lento, parecía cansada.

La morena volvió a toser.

-¿Camz?- esa voz...

Su voz...

-Camila...- la ojiverde se paró cuidadosamente y observó a la chica despierta sin poder creerlo -Camz... ¡Amor!- exclamó Lauren, rompiendo en un llanto de felicidad. 

La de tez blanca agarró la mano de su novia entre las suyas... Atesorando el momento. No lo podía creer. De inmediato oprimió el botón que comunicaba a la enfermera asignada.

Camila la miró con una débil sonrisa y los ojos perdidos.

-Necesito...- la castaña la miró mordiendo sus labios suavemente.

-Tienes sed...- adivinó Lauren, cogiendo el vaso del mueble al lado de la camilla.

Puso con cuidado la bombilla en la boca de su novia y esta succionó fuerte y breve.

Dejó el vaso a un lado.

-¡No me vuelvas a dejar así!- respiró la ojiverde, posada, sobre su piel... 

Ahora su cálida piel rozaba con la de ella...

-Hey...- tosió -Ya abrí los ojos... Puedes volver a verlos...- comentó Camz.

-¿Escuchaste eso?- preguntó algo sonrojada.

-Cada palabra... También quiero todo contigo amor...- confesó ella y la mayor besó sus aún pálidos labios.

-¿Me has escuchado todo el tiempo, eh? Eres única Camila Cabello- habló conteniendo el llanto de alegría, juntando sus frentes y respirando la una sobre la otra.

-¿Así... Que soy el amor de... Tu vida?

La mayor se rió avergonzada.

-¿Eso cuándo lo oíste?

-Me lo dijiste recién...

-Eso lo dije hace dos días... Entiendo que estés confundida, eres una cabeza dura... ¿Lo sabías?

-Auch- se quejó la menor, al intentar girar su cabeza hacia su novia.

-No te muevas muy brusco, te has golpeado en el accidente...

-Oh... Ya entendí tu chiste...

-Ya sé que fue muy malo, tú eres mejor...

Lauren le acariciaba el rostro de forma cuidadosa y sin moverse muy rápido.