o n c e.

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Era lunes de nuevo.

Sunhee caminaba rápidamente por los pasillos del instituto, mientras que con sus manos peinaba el desastre que tenía como cabello. 

Se había despertado tarde, apenas y había tenido tiempo de ducharse. Estaba comenzando a molestarse por el hecho de no poder dormir bien. Maldito Jimin.

Y lo que la hizo sentir el doble de nerviosa fue el mensaje que había llegado a su celular.  

—¡Youngmi!—la pelinegra gritó al visualizar a la castaña, quien se encontraba hablando con una chica desconocida. Necesitaba hablar con ella.

Youngmi se dio vuelta y se despidió de la chica. No tardó en caminar hacia Sunhee con las cejas juntas y una sonrisa de confusión.

—¿Qué te pasó ahora?

Sunhee no tenía la necesidad de responder, prefería enseñarle. Su mano fue rápidamente a su bolsillo y buscó su celular para mostrárselo a su mejor amiga.

"De: Jimin

Hola, Sunhee. ¡Buenos días! ¿Cómo dormiste? Espero que bien

Me preguntaba si hoy podríamos irnos juntos a la estación del metro:)"

Youngmi leyó el mensaje y soltó una risa de ternura. Eso le había parecido completamente tierno de parte de el chico.

—¿Qué le respondiste?

—¡Nada!—gritó histérica—No sé que hacer, ¿qué significa eso? Acaso... Acaso...

La chica había hablado todo el fin de semana con Jimin, pero, si era sincera, aún se sentía extremadamente nerviosa con cualquier mensaje que le enviara. Parecía tonta.

Youngmi la miró cansada y le arrebató el celular de las manos sin dejarla hablar. Aunque discutiera con la chica, ella no iba a responder, eso estaba más que seguro.

Comenzó a escribir unas cuantas cosas.

Sunhee sólo la miraba de manera confusa sin saber qué era lo que la otra chica estaba escribiendo, pero aún así, dejó que lo hiciera. Youngmi trató de escribir como si fuera la pelinegra, aunque fue un intento fallido.

—Ya le respondiste—le entregó el celular de nuevo.

Sunhee entrecerró los ojos y la miró con desconfianza, pero antes de preguntarle que era lo que había enviado, prefirió verlo por si misma.

"Para: Jimin

¡Hola Jimin! Buenos días~~ Dormí muy bien, ¿y tú?

¡¡Por supuesto!! Nos vemos en unas horas:)))"

Sunhee abrió mi boca sin poder creerlo. Ella, al momento de escribir algún mensaje, era lo contrario a lo que estaba plasmado ahí.

—¿Desde cuándo yo soy tan energética por mensajes?

Su mejor amiga sólo pudo reír.

[...]

A pesar de que Sunhee intentó prestar toda su atención a la clase y hacer múltiples tareas para que el día no terminara, en un abrir y cerrar de ojos, la hora de la salida ya estaba marcada en su reloj. Cuando necesito que el tiempo pase rápido, esto no sucede.

No quería salir de aquel salón, estaba inquieta. Sólo quería mantenerse ahí unos minutos más.

—Vamos—Youngmi tomó a su amiga de la mano y la comenzó a halar fuertemente. La chica necesitaba irse y no iba a dejar a la pelinegra ahí, corriendo con el riesgo de que la nombrada no saliera del instituto con tal de no ver a Jimin.

Sunhee tenía los nervios de punta. Sentía el corazón en la garganta y sus mejillas estaban ardiendo.

—Sólo cálmate y no te quedes callada, ni que te coma la timidez, Sunhee.

Sunhee asintió lentamente, escuchando los intentos de regaños que venían de parte de la castaña. A Youngmi siempre le molestaba que por el tonto miedo de Sunhee nunca podía hacer nuevos amigos, ya que se encerraba en su pequeña burbuja de timidez; sin contar que a veces ya la chica solía ser muy amargada.

Ambas salieron del instituto y comenzaron a caminar más lento. La pelinegra sentía que sus piernas dejarían de funcionar; se sentía como una estúpida al estar tan nerviosa, en verdad no podía creer que estuviera comportándose así. 

Irían juntos a la estación del metro; no irían a casarse.

Jimin se encontraba apoyado en una de las paredes de la entrada, tenía sus manos en los bolsillos y parecía que estaba tarareando alguna canción, ya que sus labios se movían.

—Bueno, aquí me voy por mi camino—Youngmi abrazó a la pequeña chica—Nos vemos mañana, linda.

Sunhee observó como la chica agitaba su mano y daba grandes zancadas. La había dejado ahí y ella tenía que acercarse a Jimin, así que lo hizo.

En realidad, quería irse corriendo de ahí, pero ya no había vuelta atrás.

—Hola—lo saludó mientras que se balanceaba de un lado a otro, dejando sus nervios a flor de piel.

El corazón de ella se detuvo un segundo al ver el aspecto del chico. Su cabello estaba desordenado por el viento y sus mejillas tenía un rubor natural que lo hacía ver más adorable de lo que era.

Jimin no tardo mucho y dio un paso para abrazarla.

—Hola—el chico se separó a los segundos—¿Cómo te fue hoy?—comenzó a caminar mientras echaba su cabello para atrás con su mano. Ella tragó fuertemente.

—Pues, bien, diría yo... La verdad es que me levanté tarde y fue un desastre llegar al instituto.

Jimin rió dulcemente y ella apretó sus labios, algo apenada, pensando que fue tonto aquello que le había sucedido.

—Nos pasó lo mismo hoy.

El viento no soplaba muy fuerte, pero sí lo suficiente como para que comenzara a desordenar el cabello de la chica, quien comenzó a bufar de manera frustrada. Ahora toda su cara estaba cubierta e, incluso, algunos cabellos lograban entrar a su boca. Odiaba eso.

Él la miró por un momento y una risita tímida se escapó de sus labios. Le parecía tierna la manera en la cual trataba de alejar el cabello de su cara, fallando en el intento.

Sunhee comenzaba a creer que a el chico le divertía que ella se enojara.

Él se acerco a ella lentamente y colocó las manos en su cara, apartando todo el cabello de ésta y la observó detalladamente con una sonrisa en sus labios.

El tacto del chico con la piel de ella era suave, aunque al mismo tiempo, sentía que le quemaba y que pequeños choques eléctricos recorrían en su cara. Sus mejillas ardían con más intensidad y se sintió más nerviosa al verlo tan cerca, ahora sí estaba segura de que sus piernas iban a flaquear.

—Así está mejor—musitó él mientras pasaba el último mechón rebelde por detrás de la oreja de Sunhee.

Ella no paraba de mirarlo mientras respiraba rápidamente. Sunhee estaba segura de que un día él la terminaría matando de los nervios.

Subway↠p.jiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora