我恨你 ━ ❝Te odio❞
Una historia que relatan los problemas que tuvieron que saber solucionar Mo Guan Shan y He Tian antes de convertirse en una feliz pareja.
✘ No copiar, distribuir o adaptar sin mi permiso.
✘ Capítulos cortos.
✘ Homosexual.
...
Sus brazos colgaban desde su cuerpo, mientras su mirada vacía se perdía en el techo. Las lágrimas ya se habían secado en sus mejillas.
- Mo, ¡Vamos, rápido! – Gritó un niño de cabellos castaños, sonriente de oreja a oreja.
Sus ojos volvieron a tener un brillo. Un recuerdo que le volvió a la realidad. Sus ojos comenzaron a humedecerse, y las lágrimas caían por sus mejillas mientras llevaba ambas manos a sus ojos.
Su madre no estaba en casa. Era un alivio para él. Desde hace mucho quería gritar con libertad, sin ser interrumpido, sin preguntar el por qué. Simplemente desahogarse sin nadie quien pueda interrumpir.
¿Por qué tenía que recordarlo?
¿Por qué cuando trataba de olvidarlo esa persona tenía que recordárselo?
- ¡NO! ¡ÉL ME PROMETIÓ QUE VOLVERÍA, ÉL NO ROMPE SUS PROMESAS! ¡EL DIJO QUE VOLVERÍA! – Gritaba mientras sus lágrimas caían desenfrenadamente de sus ojos. Su voz cada vez re rompía más y más. – Él me lo dijo. – Dijo en un susurro casi inaudible. Tratando de buscar la verdad en sus palabras.
- Bebé... - Su madre lloró tapando su boca al ver a su hijito en ese estado.
- Mami, ¿El estará bien? Él me lo prometió. – Sus ojos que tenían un brillito de esperanza vieron a los de su madre quien se rompió al igual que el corazón de su hijo al verle negar con la cabeza. - ¡Mamá! – Grito sollozando para correr a los brazos de su madre. Quien frotó su espalda mientras lo acurrucaba más en su pecho.
- Per-dón, P-perdón. – Dijo débilmente su madre mientras lo abrazaba y acariciaba.
¿Por qué me pediste perdón si no era tu culpa? – Se preguntó a si mismo mientras hundía su rostro en la almohada, mojándola. - ¿Por qué? –
Se cuestionó. Para caer en brazos de Morfeo.
...
Abrió sus ojos. La habitación estaba completamente a oscuras, aun así supo que fuera de la ventana el cielo ya se veía amanecido. El frío invadió su cuerpo, puesto que durmió destapado.
Se levantó y vistió su uniforme. Quería asistir al colegio para despabilarse y no causar problemas a su madre.
Al dirigirse a la cocina la pudo ver cocinando algo que olía realmente bien. Sus ojos se dirigieron a su madre quien le recibió con una dulce sonrisa, que cambio a confusión al notar sus hinchados ojos.
- ¿Qué pasa bebé? Hoy tienes los ojos muy hinchados. – Dijo dándole un beso de buenos días en su frente.
- Es solo que dormí de más, hoy me acosté temprano y dormí demasiado. – Se excusó, sonrió nervioso esperando que se coma la mentira su madre. Y suspiro de alivio en sus adentros al verla sonreír.
- Ya veo. – Rió bajito.
...
- ¡M-Mo Guan Shan! ¡No puedes hacer eso dentro de clases, por favor detente! – Gritó molesta y aún nerviosa una chica quien tenía su ceño fruncido, aun así el nerviosismo era notable en su rostro. Su cuerpo se contrajo cuando el pelirrojo se levantó de mala gana.
- N-no puedes jugar cartas en clases, por favor no causes problemas y ve a dirección. – Hablo poniéndose firme y acomodando sus lentes.
El contrario gruño para marcharse de allí. No iría a dirección, jamás. No quería que llamen a su madre para interrumpir en su trabajo. Era lo último que quería.
Se dirigió a una pequeña casilla fuera del patio aislada del resto del colegio. Donde guardaban sillas viejas y rotas llenas de polvo.
Entró y se sentó en el suelo apoyando su espalda en la pared escrita y con dibujos por alumnos.
El silenció invadió el lugar, y se permitió relajar. Era tan tranquilo poder alejarse de todos por lo menos unos minutos.
Cerró sus ojos para poder relajarse más. Sin embargo todo rastro de tranquilidad se acabó cuando escucho como una puerta era cerrada.
Abrió sus ojos rápidamente, y allí lo encontró. Con su rostro inexpresivo. Sus nervios se hicieron más grandes al verle con sus ojos oscuros observándole tan fijamente, ganando una sonrisa.
Se levantó para marcharse de allí, sin embargo fue detenido cuando una mano rodeo su muñeca con fuerza.
