>>¿Doble Personalidad?<< Vernon Y Tú (Respaldada)

"Importante"

Capítulo 8

"La palabra 'importante' no siempre tiene el mismo significado, aunque el diccionario nós diga lo contrario.
La palabra 'importante' puede realmente serlo o no, todo depende de como lo usemos cada quien y cuanto peso le podemos dar"

Ingresar a la estética produce un escalofrío en mi espalda, la suave mano de mi hermano sobre mi hombro me da ánimos.

Tomamos asiento en una de las sillas esperando mi turno. Mis piernas tiemblan por culpa de unos nervios repentinos.

—Hey todo esta en orden —me susurra sonriente—. ¿Ya pensaste que harás?

—No estoy muy segura.

Una mujer en sus 20's me indica que es mi turno. Suelto la mano de mi hermano y me encamino hasta la silla acolchonada.

—Buenas tardes señorita, ¿qué desea? ¿Un corte, un tinte?

—Quiero un cambio —respondo firme—. Del tipo que sea, pero un cambio.

La mujer asiente y cierro mis ojos dejando que realice su labor.

Puedo escuchar el sonido de las tijeras llevándose mi cabello, mi olfato percibe los químicos cerca antes de mojar levemente mi cabello con la brocha y tinte.

Me indica que debo esperar un poco para que el peróxido haga el efecto.

Retomo mi asiento junto a Jeonghan el cual me sonríe e intenta conversar sobre cualquier cosa que logre despistar a ambos.

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Río al observar como intenta quitarse los restos de helado de la camisa, quizá no fue mucho pero aun así se ve demasiado gracioso.

—Deja de reír, es mi sudadera favorita.

—Jeong, solo debes lavarla —menciono rodando los ojos—, se quitara fácil.

—¿Fácil? ¿Y si ensucio tú ropa también se ira fácil?

Su mirada malévola me asusta y comienzo a correr aun con mi helado en mano.

Después de la estética nós pusimos a recorrer unas cuantas tiendas y compramos un helado antes de volver a casa.

Las calles me son perfectamente familiares lo cual me ayuda a correr con facilidad.

Escucho sus pasos pisarme los talones y por más que intento obtener velocidad mis piernas no lo permiten.

Termino presa por los hombros perdiendo un momento el equilibrio, luchamos con mi helado hasta que termina chocando contra mi nariz.

—¡Jeonghan!

—Tú te moviste como loca —se defiende—, anda limpia ese rostro porque no quiero que me vean contigo y ese aspecto.

Río y le doy un pequeño golpe en el brazo, se queja y me ayuda a terminar de limpiarme.

Retomamos nuestro camino conversando sobre cosas momentáneas como el clima y las calles.

Antes de cruzar la cera para llegar a casa observamos a dos chicos que parecen pelear verbalmente, nós miramos mutuamente antes de volver nuestra mirada a ellos.