En La Floristería ( SaiIno ) [TERMINADA]

Aclaraciones ( Sakura )

– ¡¿ Cómo te atreves a quitarme a mi amado Sai !? – la Yamanaka por ponerle atención a Mei ni cuenta se había dado de que Sai ya se encontraba en sus piernas durmiendo.

– ¡Arggggs ! ¡ Sa...! – la ahora cambiada de look Mei no terminó de hablar debido a que fue callada con un "Shhhh" de la Yamanaka, Mei lo único que hizo fue fruncir y salir de la casa, claro que no podía olvidar el famoso "portazo".

– Ella realmente se ve más bonita... – susurraba la chica mirando la puerta donde hace segundos Mei había salido.

– no más que tú... – hablaba dormido el joven azabache.

– Realmente se nota que no ha dormido nada ... – la chica por experiencia propia sabía que Sai no estaba cómodo, tenía que hacer algo para llevarlo a su habitación.

~¡Intentaré llevarlo como pueda!~ pensaba y se decía la mujer.

– ¡¿ Qué haces espiand...¡? – Mei al igual que Sakura tuvieron la misma idea -espiarlos- terminaron topandose  y preguntando lo mismo – ¡ Shhhh ! – se dijeron las dos y como si nada hubiese pasado continuaron espiando por la ventana.

– ¡Demonios, no puedo cargar a Sai! – la Yamanaka quería llevar a Sai a un lugar más cómodo pero no podía ni levantarse ella... – ¡ un esfuerzo más ! – mientras ella intentaba levantarlo Sai no tenía pinta de estar incomodo, al contrario, se veía que estaba muy a gusto.

– si continuo así me voy a agotar más de lo que ya estoy ... – ya había pasado al menos unos 10 minutos intentando levantarse, ya no tenía ganas de continuar – mejor ... creo que mejor me duermo solo unos 5 minutos – al final de cuentas se había rendido y ahora solo le quedaba acomodarse para dormir.

~ ¡demonios, Ino!~ miraban las dos chicas celosas aquella escena.

– ahora que recuerdo – dijeron las dos al mismo tiempo – ¡ somos rivales ! – volvían a decir las chicas al mismo tiempo que brincaban y se ponían a media calle – ¡ Shannarooo ! – gritaba Sakura señalando con un dedo – ¡ Aggggr ! – decía de la misma manera la ex rubia.

– pelea de chicas, supongo – pasaba Lee y miraba la tensión del clima – creo que... creo que debería correr por otro lado... – y para evitarse problemas mejor el cejotas se fue corriendo - o más bien volando - de aquel lugar.

– ¡ Argggg !

– ¡ Tskkk !

– ¡ Argggg !

– ¡ Tskkk !

– a-al parecer n-no se llevan bien c-chicas – llegaba Hinata.

– ¡ No ! – gritaron las dos al mismo tiempo.

– y-yo creo que pueden ser unas buenas amigas ...

– ¡ Jamás/ Nunca !

– es inútil hermanita – llegaba Hanabi.

– ¡ Exacto ! – volvían a decir las dos al mismo tiempo. 

Al final de cuentas las dos chicas peleaban por algo que ya habían perdido, un amor que no era para ellas.

Y lo peor era que ellas lo sabían.

Lo sabían perfectamente pero no lo querían admitir.

Sakura ya lo sabía, pues ella solo amaba a Sasuke pero su amado la dejo por un tiempo - por cuestiones personales- ahora se encontraba confundida... tanto que incluso decía que tenía ojos para alguien que no fuera su amado Sasuke, tenía que acabar con esto.

Solo necesitaba a su mejor amiga...

Solo eso...

– ¡ Deja ya esto Sakura ! – oía en su mente las palabras de Ino, realmente quería oirlas.

¡ Vamos Sakura, tu puedes !

¡ Baah, Dejalo ya Sakura !

¡ Sakura boba, blaah !

¡ Tu puedes Sakurita !

Eso y más era lo que seguramente le diría ella, de tanto que cargar la pobre Sakura dejó caer unas cuantas lagrimas.

¡ Te quiero Sakura !

Por favor Sakura... ¡ Date cuenta ya !

¡ no me quitaras a Sasuke !

Aunque Ino le repetía eso una y otra vez a la pobre pelirosa, Sasuke había decidido quedarse con Sakura, y ésta lo sabía muy bien, al final de cuentas había ganado la pelea contra su mejor amiga y entonces fue cuando recordó lo que le había dicho :

¡ Te lo dejo, yo quiero a Sai ! ~ Se lo había confesado en una noche la rubia.

Sai era un buen amigo el cual le recordaba a su gran amor, quizás por eso se había obsesionado tanto, quizás extrañaba tanto a su pareja que había olvidado lo que sentía por él...

Quizás debía dejar ser feliz a Ino

No.

Ella debía dejar ser feliz a Sai con Ino.

Si, definitivamente eso era.

– ¡ Ya no quiero pelear ! – gritaron las dos con lagrimas en sus ojos.