Capítulo 15

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Los días habían ido pasando y lo cierto era que Valeria se sentía bastante cómoda en casa de Jason, se había acostumbrado a convivir con él y sobre todo a dormir con él.

Animada por Jason, Valeria decidió comprar el edificio que había justo al lado de la Agencia Smith, con la aprobación de Grace y Charles Stuart, e instalar allí las oficinas de la nueva delegación de Editorial Love. Jason no le confesó a Valeria que el edificio estaba al lado de la agencia hasta que ella hubiera firmado el contrato de compra para que no se echara atrás.

- ¿Por qué no me lo has dicho antes? - Le preguntó Valeria con el ceño fruncido.

- No quería que el hecho de que mi agencia estuviera al lado del edificio influyera en tu decisión. - Le respondió Jason sin decirle toda la verdad.

- No me gustan los secretos. - Le contestó Valeria sin reproche alguno en la voz.

Con la ayuda de Olivia y Nadia, que ya se había trasladado a Sunbeach, Valeria comenzó las obras en el edificio, tan solo necesitaba un lavado de cara y vestirlo, lo que se reducía a limpiar, pintar las paredes y amueblarlo. Valeria se había empeñado en supervisar personalmente los arreglos del edificio y Jason, pese a que lo intentó, no pudo hacerla cambiar de opinión. Jason y Vladimir llevaban a Valeria a las nuevas oficinas de la editorial todas las mañanas, donde la dejaban con seis agentes custodiando las entradas del edificio para que pudiera supervisar los trabajos del edificio y ellos se dirigían a la agencia para seguir trabajando, que estaba situada al otro lado de la calle. Jason había aumentado la seguridad, le habían perdido la pista a César Merino, sabían que no había salido de su país y tampoco había entrado en el de ellos, pero aquello le daba mala espina. No habían podido localizar a Luke Benson y Jason tampoco le contó nada de lo que estaba ocurriendo a Valeria, no quería preocuparla más.

Valeria había habilitado una estancia en el edificio donde poder reunirse con Olivia y Nadia para poder seguir trabajando en el crecimiento de la nueva delegación. A la hora de comer, Jason enviaba a un chófer con dos agentes para que llevara a las chicas a comer donde les apeteciera y las trajera de vuelta después de comer. Sobre las seis de la tarde, Jason y Vladimir regresaban a por Valeria y se marchaban juntos a casa, donde se duchaban, cenaban y subían a la habitación para dejarse llevar por la pasión y el deseo que ambos se causaban.

Jason y Valeria llevaban dos semanas manteniendo su romance en la clandestinidad y Jason, a pesar de que no quería presionarla, estaba cansado de tener que esconderse para besarla y estaba de mal humor constantemente. La gota que colmó el vaso fue el descarado coqueteo de Klaus hacia Valeria delante de sus narices. Klaus se divertía viendo a su amigo Jason poniéndose de todos los colores por mantener la calma frente a Valeria y no marcar territorio delante de sus amigos y agentes, sabía que entre aquellos dos había algo y que Jason no quisiera hablar del tema se lo confirmaba. A Jason se le acabó la poca paciencia que tenía cuando Klaus piropeó a Valeria y la invitó a salir a cenar una noche. Valeria era consciente de que Klaus hacía todo aquello tan solo para provocar a Jason y parte de ella también lo deseaba, esa sería una señal de que su relación con él podría tener una posibilidad. Pero Jason ya no se contuvo más y golpeó la mesa con fuerza, haciendo saltar por los aires un vaso vacío que había sobre ella y que acabó estampándose contra el suelo y rompiéndose en mil pedazos. Se puso en pie y, sin mirar a nadie ni decir nada, salió de la cocina para encerrarse en su despacho.

- Parece que al director Smith no le ha gustado nada que trate de ligar contigo, muñeca. - Le dijo Klaus a Valeria divertido. - No te lo tomes a mal, es que disfruto viéndole tan humano.

- Como lo sigas provocando conseguirás que se convierta en un animal. - Le advirtió Gisela.

- Déjale en paz, Klaus. - Le aconsejó Vladimir. Se volvió hacia Valeria y añadió ladeando la cabeza con resignación: - No te preocupes, esto es lo normal en ellos, siempre están como el perro y el gato pero en el fondo no pueden vivir el uno sin el otro.

Confía en mí #Wattys2017Where stories live. Discover now