Día 15

841 40 11
                                    

Los gritos de diversión de Sarah se escuchaban por toda la casa, el ambiente es puro y el aire es demasiado fácil de respirar, no tengo frío ni hay más neblina, tampoco está ese chico el cual me empujó para llegar aquí ¿sigo viva? ¿estoy muerta? , no veo a Jeff,solo se escuchan las risas de ella.

-cuenta del uno a 10-veo que sarah se aproxima, pero no luce como la joven de 19 años, luce como la tierna niña de 5 que juega a las escondidas, su creatividad la lleva atrás de una puerta, segundos después se escucha una voz de niño pequeño.
-10,ya voy por ti - la escena ocurrida en lo que parece, la cocina de la antigua casa donde vivíamos se recrea.
-¿Dónde estás sarah? - camina un niño de máximo unos 7 años de piel clara con labios delgados y rojos, con cabello rubio y ojos café claro, sus mejillas enrojecidas. - estas debajo se la mesa - habla en voz tranquila-oh, detrás de la puerta - dice de pronto mientras descubre a sarah quien estalla en risas.
-me toca, me toca - grita animada.
-¿y kelly? - pregunta el niño.
-esta castigada, mamá no la deja salir porque se porto mal.
-¿y ahora que hizo?
-se portó mal en la iglesia.
-mi mamá ya no quiere ir a la iglesia - pronunció el mayor desanimado.
-¿por qué? Si es bien bonito.
-si, pero mamá dice que ya no vamos a ir.
-le diré a mi mamá que hable con la tuya.
-oye, ¿y si vamos a ver a kelly?
-claro-dijo mi hermanita y caminaron a toda prisa a la habitación, supongo que no pueden verme, no notan mi presencia.
-toc, toc.
-vete - se escucha una voz al otro lado de la puerta.
-nope.
-te van a regañar si te ven aquí.
-no importa, de todas formas ya estoy acostumbrado a que me castiguen por tu culpa.
-no me culpes de tus cosas, yo te dije que no era buena idea jugar en el lodo.
-pero tú fuiste la que me saco de casa cuando no tenia permiso. - la pequeña yo salio de la habitación, con su cabello largo y ojos verdes brillantes, con un vestido que recuerdo odiaba y un raspón en la rodilla.
-mikey, no puedo salir.
-si me quedo Aquí no tendrás que salir de la habitación.- me senté en la frontera - por así decirlo - de la habitación y el pequeño mikey saco de sus bolsillos 3 chocolates los cuales repartió. - así no des obedeces a tu mamá - hablo como si hubiera tenido la idea más brillante de todo el mundo.

Nos veíamos bien, los 3 inocentes niños conviviendo sanamente Hasta que unos gritos de desesperación sonaban por las paredes de la pequeña casa.
-¡Michael, Michael! - se oía una mujer.
-aquí estoy mamá - grito mikey.
-nos vamos.
-¿a donde?
-lejos, despídete de tus amigas.
-pero apenas estoy con kelly.
-no importa, despídete que tenemos que irnos ya.
-pero mamá...
-adiós - tomo al pequeño del brazo sin antes permitirle despedirse de sus amigas.
-¡mikey!!!!

Desperté solo de pronto, había demasiada luz y no podía ver debido a la claridad, tenían un tremendo dolor de cabeza y mis oídos escuchaban unos sonidos demasiado agudos.
-¿estas bien? - me sentía dentro de una pecera, todo se oía distante, ¿Cómo se le ocurría preguntar eso? Claro que no estaba bien.
-¿dónde estoy?
-estas en la clínica la paz.
-¿Qué me paso?
-nada grave, solo un golpe en la cabeza que te aturdido, nada del otro mundo, pero fue suficiente para que te durmieras por muchas horas.
-rayos, mi cabeza duele. - te fue peor que tu amigo, el solo tubo un pequeño raspón.
-¿amigo?
-tengo más pacientes, les diré que despertaste.

La señora no tan joven salio de mi campo de visión, me alegraba no despertar con cables y en una bata, de hecho tengo mi ropa puesta y sólo estoy en una camilla.
-kelly.
-Jeff... - digo en voz ahogada.
-¿Qué pasó? - pregunto preocupado.
-no lo se en realidad.
-tendré que llamar a tu mamá por esto.
-¿no le has llamado?
-no pude, me pasé toda la noche aquí contigo y de la preocupación no le llame.
-no lo hagas - rogué.
-pero...
-por favor, es mi oportunidad para mostrarle que soy responsable y que no tiene que preocuparse por mi, además está de descanso, una llama así le arruinará las vacaciones y es algo que no necesita.
-pero...
-por favor - rogué de nuevo mirándole a lo ojos grises - por favor. - Kelly... - Jeff suspiro, Sobo su cien unos segundos y después me miró de nuevo, sus ojos son hermosos. - esta bien - dijo rendido, pero cuando ella llegue tendrás que decírselo.
-yo me encargo de eso. - dije en tono triunfante. - ven te ayudo a levantarte - se aproximó a mi y me tomo en brazos, en otra ocasión lo golpearía pero no tengo fuerzas ni para ponerme en pie, así que lo dejó consentirme. - tuve miedo - hablo a mi oído.
-¿miedo?
-si, de perderte.
-no fue para tanto...
-lo hubiera sido de no se por aquel chico, debí ser yo quien debía salvarte pero no pude llegar tan rápido, lo siento.
-Jeff...
-¿y si te pasaba algo? ¿que diría? Te irías de este lugar y yo no podría cumpliría mi misión contigo.
-no, Jeff, no paso, solo piensa en eso, estoy bien, mírame, estoy viva.
-lo estas, gracias a Dios, estuve orando toda la noche para que no hubiera complicaciones.
-lo siento, no quería alarmar a nadie.
-hablamos de esto después, vamos a casa para que descanses, canela y luke puedan verte, también están preocupados.

Abre tus ojosWhere stories live. Discover now