VI. Ocurrió alguna vez

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Llego temprano a la oficina, principalmente porque quiero aprovechar una hora a investigar a esa tal "Lilith" y a los íncubos.

El buscador me lleva de inmediato a Wikipedia, donde leo cada parte sin saber cuál puede ser la versión real de la historia, cuál es la realidad del ser que me está haciendo imposible respirar con tranquilidad.

Tengo miedo de ella, del poder que trae, de lo que me dijo el tío de Alessandra y sobretodo de lo que ya ha hecho conmigo en mis vidas pasadas y planea hacer en la actualidad.

Me tomo un respiro recordando cómo solo hace unas semanas pensar en lo "paranormal" o "mágico" era para mí solo cuentos de hadas o mitos fantásticos que veías en la televisión y sabías que no te podían hacer daño.

Tan errada estaba.

Leo otros blogs de supuestas brujas y otros de lo amante de lo paranormal pero todos me llevan a lo mismo: el único punto en común es que ella es un demonio poderoso, en la mayoría registrado como la primera esposa de Adán.

La parte de los íncubos si es más fácil, están definidos como demonios sexuales en todos los sitios web, que quitan energía. Personas que vendieron sus almas o los mismos hijos de Lilith.

—¿Estudiando fantasía?

Giro y me encuentro con Lucas, quien lleva una caja marrón en sus manos de la cual sobresalen unos libros.

Alzo ambas cejas. —¿Tus cosas para la nueva oficina?

El me da media sonrisa. —Obvio cariño, voy saliendo para allá y quería despedirme de ti pero te veo ocupadísima. —Entrecierra sus ojos y se acerca a la pantalla de la computadora.

Aprieto el botón del monitor y se pone en negro.

—¡Deja de husmear!

Se ríe dando un paso atrás. —Tampoco soy un acosador, Phoenix, ¿por quién me tomas?

Giro mis ojos. —Solo estaba...

—Chito, no hables, solo te digo que tengas cuidado con esas historias que no todo es fantasía —su voz es seria.

Pienso en decirle lo que me ha ocurrido, pero ya varios saben y aun así no he podido mejorar mucho la situación, todavía recuerdo las manos en mi cuerpo y creo que no las podré olvidar.

Menos si sigue ocurriendo.

Hablamos Lucas y yo un rato más, hasta que la oficina se llena y todos están en sus puestos.

Mina entra cuando el sale de mi cubículo. —El equipo ya tiene tres propuestas de diseño para la portada del libro de la señorita Lynn, queremos presentárselos en una hora si no tiene inconveniente.

—Perfecto.

El día se vuelve ajetreado y me toca quedarme hasta más tarde de lo normal. La oscuridad entra por las ventanas y entre el equipo decidimos dejar el resto para el día siguiente.

Entro a mi apartamento para encontrarlo a oscuras, dejo mis zapatos y prendo las luces rápidamente, dejando el televisor en cualquier canal al que no le prestaré atención mientras voy a buscar un poco de comida.

Aprieto la piedra en mi mano y presiono mi cabeza frente a la nevera.

—No tengo miedo —susurro—. Nadie puede dañarme.

Trato de tranquilizarme con un jugo y un sándwich, quizás los nervios los causa el hambre, había pasado todo el día tranquila.

"Pero ahora estás sola". Dice una vocecita en mi cabeza.

Ignoro los pensamientos que me cruzan y me recuesto en el sofá, dejando el libro que estaba ahí en la mesa, sin querer abrirlo hoy.

Me duermo un rato después escuchando como pasan comiquitas en la televisión.

Es un sueño lúcido. Es lo primero que pienso.

Todo se ve igual pero a la vez diferente. Mi sala, el televisor apagado pero que sigue sonando, el libro que no está.

Trato de enfocar mi vista en mi cuerpo, pero se ve casi borroso y me da un poco de dolor de cabeza así que solo me concentro en levantarme, como si mi cuerpo no fuera mío y respondiera lento a mis mandatos.

Es como si hubiera también un filtro en el cuarto, que hace que todo se viera con un pequeño tono rojo y oscuro.

El frío cala mis huesos cuando por el rabillo del ojo observo una sombra pasar rápido.

Volteo y no lo puedo observar todavía pero siento... Siento y sé que está a mi derecha, sé —por alguna extraña razón—, que me está observando e involuntariamente me acerco a él.

Doy dos pasos y siento su respiración contra mi cara. El calor de su cuerpo pegado al mío y cualquier pensamiento racional sale de mi mente cuando una mano me agarra por la mejilla con cuidado, bajando hasta mi cuello.

—Me necesitas, mi amor, tanto como yo a ti —su voz es delicia para mis oídos.

Empiezo a respirar pesadamente cuando cierro los ojos y paso mis brazos por donde sé que está su cuello y cabeza. —Lo hago.

Quizá es parte de la magia de los sueños pero un momento después estoy en el sofá sentada entre sus piernas, sintiéndolo todo bajo la bata de dormir.

Me besa con pasión y sentimiento, como si quisiera beber todo lo que queda de mí y lo dejo hacerlo. Porque me siento exactamente igual.

Cuando ya siento que la tensión ha crecido me ubico bien en su regazo, dejando que la unión entre nuestros cuerpos vestidos choque contra mí, haciéndome salir del beso y gemir alto.

El coloca sus manos en mi cintura ayudándome con los movimientos.

Su mano baja lentamente torturándome hasta que me toca justo donde lo necesito. —Por favor —digo contra su oído.

Me quedo quieta cuando entra dentro de mí con sus dedos, pasando el pulgar por donde sabe que me vuelve loca. Aprieto mi mandíbula sintiendo el clímax llegar rápido, tanto tiempo sin sentir esto que exploto y quedo temblando encima de él.

Quedamos en la misma posición, él no se mueve y yo sigo abrazada a sus hombros sin abrir los ojos.

—¿Quién eres? —le pregunto.

El me da un tierno beso en la mejilla. —Mi amor, tú ya sabes quién soy, tu cuerpo me reconoce y responde a mí, ¿lo notas? —asiento y me pasa una mano por el cabello—Pero si quieres saber mi nombre: soy Gabriel.

—Gabriel —dejo que el nombre descanse en mi boca.

—Abre los ojos —dice y con un poco de temor lo hago.

Lo primero que me viene a la mente son las esculturas griegas de guerreros hermosos. Luego sus ojos verdes me paralizan, porque sí, siento que lo recuerdo.

Pero es como cuando tienes algo en la punta de la lengua y no puedes adivinarlo.

—Tú...—es lo último que logro decir antes de despertar.





N/A:

Amé escribir este cap, lo admito, pero pronto se viene lo bueeeenoooo así que anden pendientes que ahora es que se prende la casa en fuego (no literalmente).

¿Tienen tiktok? Por allá subo contenido de libros de wattpad aksjaks, no sé, búsquenme como @letramuerta y ya <3

Les quiero, gracias por seguir leyendo,

Amgerlly.

Sombra Oscura ©Where stories live. Discover now