XI. Un engaño fácil

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Actualidad


Jackie sostiene mi mano y escuchamos como Gabriel termina contando la historia, lágrimas cayendo por nuestras caras, entendiendo la verdad de todo.

Yo no tengo agallas para hablar así que le hago una seña a ella para que pregunte, sé que sabe lo que pienso.

—¿Ese día fuiste engañado por una súcubo, cierto? —pregunta ella.

Cierro los ojos pensando en lo que tuvo que haber sufrido el en las garras de un ser así. —Una de las favoritas de Lilith, el plan lo tenía hecho desde antes, planeaba quitarme mi energía y matarme —responde él.

Abro los ojos y me muevo rápido para abrazarlo.

—Por alguna razón me siento culpable —le digo.

Mueve mi cuerpo hasta que estoy sentada a ahorcadas sobre él. Una de sus manos colocando mi cabello detrás de la oreja.

—Realmente, fue un mal momento mal lugar el que escogimos ambos, pero ninguno era vidente para conocer el futuro, estoy agradecido de tenerte junto a mí ahora.

Jackie se aclara la garganta a mi espalda. —Bueno chicos, es tarde, yo me voy de aquí —la miro y me guiña un ojo—, pero nos vemos pronto, Gabriel, fue bueno conocerte.

Me levanto de las piernas de él y entrelazo un brazo al de Jackie, acompañándola a la puerta.

—Sin globito no hay fiesta, recuerda —susurra ella antes de irse sin darme tiempo a contestarle.

Cierro la puerta y suelto una pequeña risa, ni porque estemos en el borde de la locura ella cambia.

—¿Qué hacemos ahora? —pregunta cuando me le siento de nuevo en las piernas.

Le sonrío desvergonzada. —Yo sé qué haremos, te presentaré a mi cama, querido novio.

—¿Novio?

—Luego de que pasaras más de cien años pensando en mí tengo el derecho de llamarte novio.

Me besa y se levanta, aprovecho para colocar mis piernas a su alrededor, deseándolo ya, se suelta de mi boca y me lanzo a su cuello, dejando marcas con mi boca.

Veo como enciende la luz del cuarto, colocándome con cuidado sobre la cama se quita la camisa, dejando a la vista el cuerpo que tanto me ha hecho disfrutar, me quedo embobada viéndolo cuando la lanza hacia mí y recuerdo que debo quitarme la ropa.

Lo hago rápido, impaciente, y cuando lo siento sobre mí lo miro con cuidado.

—Amo tus ojos —me dice respirando pesadamente—, me recuerdan al oro, preciosos, siempre preciosos.

Acaricio sus brazos. —¿Son los mismos que cuando me conocías?

Empieza a agarrar mis pechos y lucho por no cerrar los ojos. —Mejores.

No sé como pero un momento después estoy sobre él, sintiéndolo en mi entrada, pulsándome esperando a que me mueva, pero en vez de hacer eso con los dedos empiezo a recorrer su piel, tocándolo con cuidado.

—Me estás matando, mi amor —dice apretando los dientes y sonrío.

—Es que sentirte es una cosa y verte—hago una pausa, inclinando con esfuerzo mi cuerpo pasando mi lengua por su pecho—, verte es increíble.

Gimo cuando se mueve y casi entra, hago el trabajo completo agarrándolo con la mano y ubicándolo dentro de mí, hasta que el vaivén se vuelve rápido y nuestras voces se confunden, dejo que mi cuerpo nos lleve a ambos.

Me tiro a su lado cansada mirando el techo un rato después, nuestra respiración fuerte, el se coloca de lado y lo imito, observándolo.

—No quiero pensar en ello pero... —Empieza a hablar.

Coloco un dedo en sus labios. —Solo descansemos por hoy, ya tendremos tiempo para preocuparnos por eso.

Pasamos toda la noche ocupados y a la mañana siguiente cuando el sol entra por la ventana parece un sueño encontrarlo a mi lado.

Me muevo con cuidado sin despertarlo, preparándome para el trabajo aunque lo único que quiero es quedarme abrazada a él.

Sale y me encuentra comiendo en el sillón, su mirada me recorre completa y sé cuál es la pregunta.

—Tengo que ir a trabajar —le digo.

Alza las cejas. —¿Trabajas?

Asiento y extiendo el plato con comida a él mientras me levanto. —Toma, desayuna, regresaré en la tarde así que tienes la casa para ti, te traeré ropa más... Cómoda. —Digo observando su pecho desnudo y el pantalón de dudosa procedencia que carga.

Recibe el plato y se sienta. —¿Mejor que lo que me dio Lilith?

Su voz pronunciando el nombre de la perra me estresa. Busco mis llaves y le señalo la computadora.

—Investiga todo como te enseñé, aprende lo que puedas de cómo está el mundo actual —veo como frunce el ceño, no tiene la culpa de que me haya enojado recordando los tratos que deberé responder.

Le doy un corto beso en los labios. —En la nevera dejé comida en unas tazas, es para tu almuerzo, no te preocupes que yo como en mi trabajo.

Me alejo y al abrir la puerta lo oigo. —¿Por qué tienes que trabajar?

Me río y señalo la computadora de nuevo. —Investígalo.

Le escribo un mensaje a Jackie cuando voy bajando por las escaleras del edificio.

"Si hubo fiesta sin globitos amiga".

Llega su respuesta rápidamente: "Luego no te pongas a llorar cuando descubras que hay una mini tu dentro de tu vientre".

"Ja-ja, ¿no fuiste tú la que me recomendó hace unos meses que me colocara un implante anticonceptivo?".

"Por fin me haces caso en algo, te salvaste esta vez. Pasa un lindo día, loca".

Guardo el celular en mi bolsillo y entro en mi pequeño auto, conduciendo hasta el edificio con cuidado, casi chocando con un hombre en el camino, a quién le grito que tenga cuidado.

Lili me saluda al entrar entregándome un café. —Señorita, esta semana llegará uno de los socios de Rèvenne, nos dijo el director que se preparen para la reunión.

—¿No saben todavía cuándo será la reunión? —pregunto.

Ella revisa su agenda y niega, su cabello rubio cayendo sobre su cara, pasa las páginas con cuidado. —No, pero podría ser para mitad o final de la semana, porque estos dos días el director los tiene ocupados.

—Mantenme informada si hay alguna noticia —le respondo y me retiro.

Todo el día lo paso ocupada, impresiones que hacer, presentaciones que preparar y nuevos diseños que proponer me dejan exhausta y cuando es hora de salir mi celular suena.

Lucas está llamando.

—Dime —contesto.

Escucho ruido y música. —Tengo que contarte algo, ¿puedo verte ahorita? —suena borracho.

—¿Dónde estás? —pregunto.

Me indica el lugar y me prometo que será solo unmomento el que pasaré ahí, quizá hasta lo convenza de volver a su casa de una vez.

Sombra Oscura ©حيث تعيش القصص. اكتشف الآن