Sebastian Michaelis

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Una mañana de abril, una joven llamo por teléfono a su querido hermano Ciel, diciéndole que vendría unos días a la mansión para el cumpleaños del chico. 

Su hermana no viene muy a menudo a la mansión, pero siempre mantienen el contacto. 

Esta llego a la mansión donde fue recibida por Sebastian. Ella no sabia el por que, pero el mayordomo de su hermano le transmitía mala vibra. Sentía escalofríos recorrer todo su cuerpo cada vez que este le hablaba o le pasaba por el lado.

La joven sospechaba y empezó a investigar, pero no tuvo éxito en dicha búsqueda. Según sus fuentes, era un hombre intachable, incapaz de lastimar a una mosca. Es trabajador, de hecho este se encarga de la mayoría de las tares en la casa Phantomhive, pero aun así, ella sentía angustia cada vez que lo veía, y eso nadie se lo quitaría de la cabeza.

El día del cumpleaños de su hermano menor, esta llego un poco tarde a la fiesta que le prepararon en la mansión por estar indecisa en el regalo que le daría. 

Cuando subía las escaleras para llegar a su habitación, esta tropezó y se torció el tobillo. Intento caminar, pero le dolía lo suficiente como para que se sostuviera de la pared por todo el camino.

La chica vio a Sebastian delante de ella, quien con su sonrisa sarcástica de siempre, le brindo su ayuda, pero esta lo rechazo de inmediato, y cojeando por todo el trayecto llego a su habitación donde curiosamente habían vendajes y equipos médicos encima de un sillón.

«Demonio...». Pensaste

Aunque no encontrabas pruebas para demostrar que, Sebastian Michaelis, no era alguien de fiar, continuabas investigando. 

Le preguntabas a tu hermano Ciel, pero el decía no ver nada extraño en su mayordomo.

Una noche, dabas vueltas en la cama por el insomnio que tenias. Decidiste ir a caminar al jardín un rato aun con la pijama puesta.

«No debería estar por aquí a estas horas, señorita» ─Sentiste escalofríos.

Volteaste hacia atrás y ahí estaba aquel engendro del mal de pie con una linterna. Aunque sonara suicida, empezaste a interrogarlo de manera indirecta, claro, para ver si se descuidaba en alguna de sus respuestas.

─¿Que piensas sobre la vida aquí, Sebastian─san?

─Veamos... A pesar de tener mucho trabajo todos los días, me gusta estar aquí. Pienso incluso, que podría morir aquí. ─Respondió eso ultimo con una sonrisa que daba un poco de miedo.

─Oye... ¿Quien eres? ─Preguntaste enojada.

─Solo soy un simple mayordomo, señorita.

A la mañana siguiente, Sebastian pensó que ya era tiempo de darle su primera pista a la joven hermana del amo. 

A decir verdad, a Sebastian le parecía muy gracioso y entretenido, el ver a la chica intentar investigar sobre el con tanta persistencia, así que para que no perdiera el interés le daría un poco de ventaja de ahora en adelante.

Días después... La joven le pidió que se vieran a solas, sin decirle nada a nadie en el jardín de la casa Phantomhive al anochecer. 

Cuando puso un pie en el jardín vio como la chica le apuntaba con una pistola.

─Me explica que significa esto, señorita (T/N). ─Dijo con su voz calmada de siempre.

─Demonio...

─¿Perdone?

─¡Eso es lo que eres, un demonio! Durante meses tuve esa idea. Pensé que me había vuelto paranoica y desistí. Pero me he dado cuenta que no es tan loco como creí. Sebastian Michaelis, ¿desde cuando has estado engañando a mi hermano?

─No creí que llegaría tan lejos en tan poco tiempo. Que tonto de mi parte... 

─¡Contesta la pregunta! ─Dijiste exaltada.

Antes de darte cuenta, este te había quitado el arma. Tomo tu muñeca e hizo presión sobre esta haciendo que cayeras arrodillada al suelo adolorida. 

«Olvida todo lo que has visto» ─Escuchabas la voz de Sebastian en tu cabeza.

Al dia siguiente... 

─ ¡¿Te vas?! ─Dijo Ciel exaltado.

Estabas en la entrada de la puerta con tus maletas listas para irte.

─Mis vacaciones se han terminado, pero volveré dentro de dos o tres meses. Lo prometo. ─Dijiste seria, pero decidida.

Antes de que te marcharas Sebastian te miro con una sonrisa complaciente mientras tu le mirabas con odio.

«Juro que algún día te desenmascarare, Demonio»

«Estaré esperándola, My Lady»



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Hola y al igual que siempre les agradezco por leer mis historias. Han sido 200 lecturas ya, y eso me hace muy feliz. 

Espero les gusten las historias que haga en el futuro.

Recuerden, si tienen algún pedido pueden decírmelo en los comentarios o en privado. Intentare hacerlos.

Muchas gracias de nuevo.

Nos leemos luego.


One Shots (Anime)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora