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No siempre conseguimos lo que queremos, pero tarde o temprano la vida nos concede lo que merecemos. Ruggero era lo que quería, pero sé que era imposible. Mi imposible. Y tal vez solo tal vez, la vida tenga algo mejor para darme.
- De verdad no entiendo cómo es que seguimos siendo amigas – dijo Malena cuando estaba en mi camarín.
- Basta. Ya te dije que se me paso avisarte.
- Claro. – se ofendió. Genial
- Dale amiga ¿me perdonas?
- Okey. Okey. – cambio de cara – mira que Candelaria volvió a la fiesta.
- ¿ah si? – tartamudee.
- Si, pero lo extraño es que no volvió con Ruggero. Sabiendo que supuesta mente el iba a hablar con ella. ¿no te parece extraño?
- Male son cosas de ellos no debemos meternos.
- Ay no sabes la alegría que me da saber que Ruggero ya no te importa – si supieras – me pone muy feliz. – me abrazo fuertemente.
- Ownnn, que linda escena – escuchamos decir a Jorge desde la puerta – que pena interrumpirlas hermosas princesas – bromeo – pero nos necesitan a todos en el set.
- Okey gracias Jorgito ay voy.
Salimos los tres de mi camarín. Cuando llegamos todos estaban reunidos esperando a que el director hablara.
- Chicos estoy gratamente orgullosos de ustedes, ya que la serie y algunos de ustedes están nominados para los KCA, en México, Colombia y Argentina. Es muy lindo saber que en menos de un año han logrado eso – yo sonreí con alegría. – por eso he decidido darles la tarde libre para que vayan a celebrar de verdad se lo merecen – sentí la mirada penetrante de Ruggero, así que me gire al verlo. Y me señalo la puerta indicándome que necesitaba a hablar conmigo.
- Male ya vengo, voy a... voy a traer mi móvil que lo deje en el camerin.
- Okey te espero para comer.
- Está bien.
Salí deprisa sin antes asegurarme que ninguno de los chicos me estaba viendo. Cuando llegue al parque donde Ruggero me esperaba. Note su mirada diferente como angustiada y con enojo. Espere a que el hablara primero.