Parte sin título 14

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Emma llegó corriendo tras el castillo de sus padres, apretándose el costado izquierdo mientras corría entre los árboles.

«¡Blue!» gritó

El hada corrió, volando veloz hacia ella.

«Princesa...¿qué sucede?» preguntó, preocupada

«Blue...» Emma cayó de rodillas, extendiendo la mano izquierda hace ella «¡Ayúdame, te lo ruego!»

El hada se acercó más a ella, intentando comprender qué estaba sucediendo.

«¿Qué sucede?» repitió, confusa

«Regina...» explicó la rubia, con la mano aún extendida hacia ella «...casi me mata...»

«Lo sabía. Os habíamos advertido» comentó la otra con desagrado

«Blue, te lo ruego...» murmuró Emma, bajando la cabeza con expresión cansada.

El hada, sin embargo, se detuvo a mitad de vuelo. Advertida por la ausencia de sangre, retrocedió.

Un instante después, del bosque, apareció una muchacha idéntica del todo a la princesa.

«¡Blue aléjate de ella! ¡Es Regina! ¡Yo soy la verdadera Emma!» gritó acercándose velozmente a las dos.

Emma miró sorprendida a su "gemela"

«¡No! ¡Yo soy Emma!» objetó

El hada miró a ambas, profundamente confusa, sin lograr discernir quién de las dos estaba mintiendo.

Tras un momento de desconcierto, sin embargo, notó que una de las dos sujetaba algo, escondido en la mano derecha. Reconoció el brazalete con el que le había bloqueado la magia a Regina y así, convencida de que se trataba de ella, alzó la varita y lanzó un encantamiento contra la otra mujer, la verdadera Emma. Pero la verdadera Emma gritó, viendo el haz de magia golpear de lleno a la mujer que amaba.

«¡No!» gritó mientras, inconscientemente, desahogaba su rabia a través de la magia, que golpeó al hada antes de que pudiera comprender qué estaba sucediendo, desconcertándola y tirándola al suelo. Corrió entonces hacia Regina, repitiendo varias veces su nombre. La mujer no se movió, estaba inconsciente.

Emma se giró furiosa hacia Blue. La alcanzó a gran paso, aferró la varita caída en el suelo y le colocó el brazalete en la muñeca. Entonces, la golpeó violentamente, dándole una bofetada, despertándola.

«¿Qué sucede?» gruñó confusa el hada, luchando para enfocarla

Emma la agredió, agarrándola por los hombros.

«¿Qué le has hecho?»

Blue la miró a los ojos, viendo por el rabillo del ojo la figura en el suelo de la Reina Malvada.

«Tenía que golpearte a ti. Debes estar alejada de ella» explicó fríamente

«¿Qué le has hecho?» preguntó de nuevo la rubia, sacudiéndola otra vez

«Un hechizo de memoria»

Emma le dirigió una mirada confusa, incierta.

«¡Bah, quítaselo!»

El hada la miró con suficiencia.

«No se puede» respondió cortante «Es permanente»

Emma apretó la mandíbula, intentando contener la rabia. Miró a Regina, aún desmayada, y después otra vez a Blue.

«¿En qué consiste exactamente ese hechizo?»

«Había sido creado para ti, tenía que trasladarte a antes de que conocieras a la Reina Malvada...de modo que tú no recordaras nada de ella»

The Queen and her slaveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora