Un doctor de renombre.
Llega a trabajar al hospital más importante del país.
Ella, una simple doctora recién titulada, con una abuela bastante peculiar.
Solo tiene en su cabeza conocimientos y muy poca experiencia en el cuerpo.
El destino los junta...
-Ana no voy hacer nada que tú no quieras. Además Lucían está en la misma habitación y no hace nada indebido con el presente. Además cualquier ruido lo puede despertar- le digo. Es la verdad. Quiero saber que se siente dormir con ella y despertar con ella.
-Cristian, ¿Qué es lo que estamos haciendo? Llegue a tu casa porque no tenía donde ir a cambio de cuidar a Lucían- dice mientras juega con sus dedos.
-¿no te has dado cuenta?- digo.
-¿de qué?- dice sin entender.
-Ana dejaste de ser la cuidadora. Ahora eres algo más. Mucho más- digo mientras me acerco a ella.
-Y, ¿Qué es lo que sería?- dice cuando la tengo a unos cuantos centímetros de distancia.
-en este momento eres la mujer que quiero en mi vida. Quiero que estés conmigo cada minuto y cada hora que podamos. Te has convertido en alguien importante para mí- ella me mira pero puedo ver que una duda se instala en su rostro.
-¿la amaste?-
-¿a quién?-
-a la madre de Lucían- me sorprende la pregunta pero sé que en algún momento llegaríamos a eso.
-sí, la ame o eso pensaba- digo.
-¿Qué paso?-
-se fue. Me dejo una carta donde decía que no el hombre para ella. Que necesitaba a un hombre que estuviera con ella todo el tiempo y mi carrera se entrometía en ese fin- digo enojado.
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-pero por lo que me has dicho, amas ser médico. Amas todo lo que tenga que ver con la cabeza de una persona. Si ella no lo entendió es porque nunca estuvo en tus zapatos- dice mirando a Lucían.
-pero me di cuenta tarde. Ella se llevó parte de mi corazón y el resto quedó destruido. No pensé volver a sentir algo por alguien más que no fuera de mi familia- digo siendo sincero.
-ella, ¿en que trabajaba?-
-tenía una pequeña tienda de masajes. Trabaja a base de cremas y aceites naturales orgánicos. Ella confeccionaba todas las cosas- veo que frunce el ceño.
-¿Cómo llegaste a ella?-
-mi madre estaba sufriendo de calambres en las manos y un poco de dolor en las articulaciones y por recomendaciones llegue a esa tienda. Intercambiamos números y así empezamos a conocernos hasta que como 5 meses después, salimos una vez y como salieron las cosas bien, volvimos a salir hasta que comenzamos una relación-
-¿Cuánto duraron?-
-un poco más de un año. Luego de eso, ella se fue. Me dejo una carta con tan solo dos líneas donde me decía que era lo mejor y que no la buscara-
