Capitulo XXXVIII

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Capitulo XXXVIII
FUERA DE CONTROL...

Pov. Allen

*Coloquen la cancion ahora, para que sientan la melancolia ok no :D XD*



¡Una semana más! ¡Una maldita semana más había pasado! Para mí el tiempo era una agonía, una tortura en carne viva incluso las horas en estos momentos me parecían como el paso de una tortuga, era tan desconcertante que en estos momentos mi apellido y mi nombre no valieran nada, absolutamente nada. Ni todo el dinero que tenía en las cuentas bancarias podrían ayudarme ¡Demonios! Estaba ansioso, tantas noches de insomnio por fin llegarían a su fin, de nuevo ella estaría entre mis brazos, de nuevo tendría su ser haciéndole complemento a mi alma.

— ¿Estás listo? — pregunto Emiliano guardando los implementos en la bolsa. Lo observe por unos minutos, no sabía si lo que estábamos por hacer fuera un acto heroico o un acto suicida. Pero no importaba, nosotros tendríamos con que defendernos, podríamos soportar todos, el dolor físico no estaba dentro de nuestros rangos de intolerancia, éramos inmunes a ese tipo de dolor, en nuestra juventud aprendimos todo tipo de artes marciales y cursos de defensa propia, mi padre había dejado muy marcada nuestra vida, y nuestro propósito fue que nunca más volveríamos a dejarnos tocar por nadie.

—Si ¿Y tú? — interrogue acomodando mi polera. El solo asintió y colgó la mochila en su hombro.

—Pronto todo esto acabara — me animo y camino hacia la salida.

Observe una vez más la casa de mi mujer, sentía el hecho que ella ya no volviera a pisar nunca más esta casa... pero era por su bien, si ella quería seguir viva emocionalmente tenía que dejar esto atrás, no volveríamos aquí nunca más. Me la llevaría directamente a casa, con Marbella y mi hermano a Alemania. Construiríamos nuestra propia casa en el lugar que ella quisiera, ella la decoraría a su gusto, le compraría todo lo que necesitara para que estuviera cómoda y segura junto a mi hijo... mi hijo, se me hacía irreal que yo un asesino pudiera tener un bebé, un ser vivo al que tenía que criar y enseñarle lo mejor para que fuera un hombre de bien, para que en su futuro heredara todo lo que su madre y yo tendríamos. Todo sería diferente, todo cambiaria para bien. Negué con la cabeza y seguí los pasos de mi hermano, él ya estaba en el asiento del piloto cuando llegue a la camioneta negra.

— ¿Y la mujer? — interrogue abrochando el cinturón de seguridad. Emiliano hizo un ademan con la cabeza señalando la parte de atrás y encendió el automóvil, seguí la dirección de su señalización y observe que dormía plácidamente.

No sabía porque Emiliano había insistido tanto en traerla ¿No podíamos haberla asesino, o quizá dejarla amarrada en alguna habitación de la casa? Ya habíamos obtenido de ella lo que necesitábamos ¿Qué más íbamos a querer de esa mujer? ¡Nada, absolutamente nada! Ella había lastimado y engañado a mi esposa por tanto tiempo, no merecía perdón, todo aquel que la lastimara, no merecía perdón de mi parte, incluso yo no merecía su perdón, fui tan capullo que cuando lo recuerdo me dan ganas de golpearme por idiota, por eso en su partida tuve que someterme a diversos tratamientos psicológicos ¡Se imaginan, yo en con un psicólogo! ¡Que bajo había caído! Pero nada de eso importaba, nada que fuera para el bienestar de Aneile lo era, incluso era para el mío. Había aprendido varias cosas para poder controlar la sed de sangre, y esperaba que fuera mejor estar a mi lado, no quería traumar a mi mujer, más de lo que ya lo había hecho.

— ¡Allen! — grito Emiliano haciéndome reaccionar.

— ¡¿Qué?! — pregunte alarmado.

— ¡Deja de verla así, joder! ¡La estas asustando! — me recrimino, lo vi sin entender y luego regrese mi mirada hacia donde la tenía segundos atrás, esa mujer estaba llorando incontrolablemente entonces entendí porque mi hermano me estaba riñendo, me dieron ganas de golpearla. Pero no podía tocarla más, suficientes hematomas tenía ya en su "bello" rostro.

Idiota asesino |EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora