¿Qué demonios hice?

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Capítulo 28

¿Qué demonios hice?


–Flavio miro a Irina sorprendido, no podía creer las palabras de ella, ella abrió la puerta–

IRINA – entonces me acompañas –le pregunto y el la miro–

FLAVIO – ¿segura? –Irina trato de sonreír y asintió– ¿Qué paso? –Pregunto mientras Irina dejaba su bolso en el sofá y las llaves en la mesa del comedor y se dirigía al refrigerador–

IRINA – nada –saco la botella de vino y puso dos copas– ¿por qué?

FLAVIO – se supone que quieres que seamos amigos –tomo las manos de Irina y esta lo observo y suspiro–

IRINA – me llego una notificación de unas fotos de Natalia

FLAVIO – no pensé que Natalia y tú se llevaran tan bien –Irina hizo un gesto– ¿se conocen hace mucho?

IRINA – no es solo que por la asociación tenemos mucha comunicación

FLAVIO – ¿y que tienen las fotos de Natalia?

IRINA – nada es solo –Irina tomo un trago de vino– se ve muy feliz con Saúl

FLAVIO – estás celosa, pero rubia no te entiendo si ese hombre no ha hecho otra cosa más que rogarte y tú lo has rechazado y ahora estás celosa, hay no Irina, sí que eres complicada –Flavio estaba molesto–

IRINA – no estoy celosa –tomo su copa y salió al balcón, Flavio la siguió– yo quiero que él sea feliz –dijo resignada–

FLAVIO – entonces porque sufres y no te permites ser feliz –Irina lo miro– rubia deja de sufrir, la vida es muy corta –tomo la copa de Irina y la puso a un lado mientras él se acercó a ella, acaricio su rostro Irina cerró los ojos, los momento con Saúl la invadieron abrió los ojos llenos de lágrimas con las palabras de su padre retumbándole en la cabeza–

IRINA – Flavio ayúdame –Flavio le sonrió– quiero olvidarlo –sus lágrimas escurrían por la mejilla, Flavio tomo su cuello y la acercó a sus labios, Irina abrió sus labios queriendo sentirlo, él invadió la boca de Irina con su lengua la cuál exploraba cada rincón, quería absorber su sabor, Irina colocó sus manos en el cuello de Flavio y se separaron, ella lo miro– no quiero lastimarte –Irina estaba realmente confundida–

FLAVIO – no lo harás, te juro que nunca te soltaré, me aferrare a ti –volvió acercar sus labios y los capturo nuevamente–



–Andrea y Samuel se entregaron completamente a la orilla de ese mar y con la luna iluminando su noche, cada centímetro de su piel se empezaban a fundirse, sus alientos se mezclaban en uno solo, sus vidas se estaban fundiendo con cada beso, con cada una de las caricias y con la forma tan especial que tenía Samuel para sentir a Andrea que era una mujer única, en cada beso en cada una de las miradas se entregaban de lleno planeaban un futuro junto sin hablar lo único que se escuchaban eran sus gemidos y esos gritos de placer que se escapaban–

ANDREA – te amo –sintió como explotaba nuevamente llena de placer, Samuel capturó sus labios en un beso intenso–

SAMUEL – yo te amo más –enterró su rostro en su cuello– no imaginas lo que provocas en mi –beso su cuello con delicadeza– quiero que tu cuerpo solo reconozca mis besos –Andrea dibujo una sonrisa mientras sentía placer– solo mis labios tienen que sentir tu piel tan suave –Andrea tomo el rostro de Samuel–

No Te PerteneceWhere stories live. Discover now