Lo siento

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Capítulo 35

Lo siento


–Andrea tomo en sus manos las fotografías pero no reconocía al hombre que estaba con Aranza, trato de buscar algún nombre pero no encontró nada, siguió revisando la caja y había boletos de cine, tickets de un parque de diversiones, pero hubo algo al fondo de esa caja que le llamo mucho la atención, la tomo entre sus manos y se puso a llorar desconsoladamente junto a ella había una nota–

ANDREA – "sé que esto no estaba en nuestros planes pero seremos padres" –Andrea lo leyó en voz alta mientras sus lágrimas no dejaban de rodar por sus mejillas– ¡Embarazada! –Exclamó con dolor, acababa de darse cuenta que no solo perdió a su hermana sino también a su sobrino– no chiquita, tú no pudiste suicidarte si tenías vida dentro de ti –rompió en llanto–



–Natalia intentó contactar a Irina pero no le tomaba las llamadas, Saúl la miraba y no podía evitar sentir molestia al imaginarse donde podía estar–

SAÚL – ¿Qué pasa? –su tono era molesto–

NATALIA – no contesta, así que nos tocará celebrar sin la cumpleañera –Saúl hizo un gesto de desagrado– hay ya vamos que yo no soy tan aburrida –sonrió al decir eso–

SAMUEL – yo quiero escuchar un buen mariachi –tomó otra caballito de tequila mientras Saúl y Natalia se miraban–

NATALIA – ey –tomo el rostro de Samuel– solo por hoy, porque sé que estás despechado pero mañana a ponerse guapo y sonreírle a la vida –Samuel asintió–

SAMUEL – si Nati solo hoy déjame ahogar mis penas –chiflo e hizo un gesto con las manos para que un grupo de mariachis se acerca–

MARIACHIS – ¿cuál le tocamos?

SAMUEL – una de mi compadre José Alfredo, No volveré

MARIACHIS – échele mi mariachis –Natalia y Saúl se miraron mientras el mariachis empezó a tocar–



–Flavio sintió que el corazón se le salía del pecho no podía creer las palabras de Irina, la miro sintiendo que moría con cada movimiento que ella hacía, besaba sus hombros mientras ella acariciaba su espalda, sentir sus dedos rozando su piel aumentaba el placer que estaba sintiendo en ese momento, siguieron un tiempo más para ellos mágico no sabían si fueron minutos o horas las que se estuvieron entregándose el uno al otro, Flavio le pasó una frazada a Irina y se sentaron observando el fuego de la chimenea, Flavio la rodaba con sus brazos mientras Irina le contaba anécdotas que vivió, él se acercaba de vez en cuando a besar sus labios, a besar sus mejillas, chocaban sus copas de vino, estuvieron horas platicando conociéndose realmente, Irina se sentía liberada ya podía hablar con Flavio de todo lo que ella era sin estar escondiendo cosas, Flavio sentía que había dado un gran paso con Irina por primera vez la sintió completamente suya, sin fantasmas, si miedos, solo ellos dos estuvieron en esa cabaña–

FLAVIO – buenos días muñeca –Irina abrió los ojos sonriendo al sentir los brazos de Flavio abrazándola–

IRINA – buenos días mi muñeco –se acercó a él y le dio un beso para después acurrucarse entre sus brazos nuevamente–

FLAVIO – ¿tienes frio? –Irina asintió– yo sé cómo quitártelo –busco sus labios para besarlos y perderse de nuevo en esa mujer que amaba con su vida–

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