No Te Pertenece

Ahora más que nunca te necesito

Capítulo 37

Ahora más que nunca te necesito

–Inma se giró sorprendida al ver a Iñaki, no podía creer que después de tantos años se hayan vuelto a encontrar, Iñaki por su parte la miro con cierto desprecio y trato con todas sus fuerzas de ignorar ese sentimiento que nuevamente surgía al solo mirarla, aunque realmente lo que él quería es correr a sus brazos, besarla sentirla una vez más–

IRINA – ¿Qué pasa? –Irina estaba desbastada por la muerte de Maru que no se percató de que Inma estaba sumamente nerviosa e Iñaki no le quitaba la vista de encima a ella–

IÑAKI – es referente a Anselmo –Saúl observó a Iñaki acercándose a él–

SAÚL – Iñaki me gustaría que me informarás a mí, ¿Qué pasa con Anselmo? –Iñaki miró a Irina y está asintió–

IRINA – Saúl es médico de la clínica, creo que no había tenido el gusto de presentarlos –Iñaki y Saúl extendieron sus manos–

IÑAKI – entonces necesito que me acompañes –Saúl se dirigió con Iñaki al consultorio de este–

IRINA – ¿estás bien? –preguntó Irina a Inma mientras observaba lo nerviosa que estaba–

INMA – si es solo que la muerte de Maru me tiene my mal –Irina la observó– ¿tú cómo estás? Sé que Maru te quiso mucho y fue un gran apoyo cuando yo no lo hice –Irina bajo la mirada– lo siento Irina –le tomo su mentón y se lo levanto lentamente– de verdad siento todo lo que has pasado por mi culpa –las lágrimas de Inma inundaron su rostro– nunca supe cuidarte, y no pude demostrarte que daría mi vida por ti –Inma acariciaba el rostro de su hija– por favor Irina perdóname –Irina la abrazo, no podía ser tan dura con Inma al final de cuentas ella también había sufrido–

IRINA – no llores, sé que tu vida no ha sido fácil –Irina le limpió las lágrimas a su madre–

INMA – Irina mi amor regresa a la casa –Irina negó–

IRINA – no mamá, yo no puedo vivir en el mismo techo que Fabricio

INMA – mi princesa yo no quiero estar separada de ti nuevamente –Irina la miro y le regalo una sonrisa–

IRINA – no lo estarás tú me puedes visitar cuando quieras –Inma acaricio el rostro de su hija–

INMA – mi chiquita no te imaginas cuánto te extrañe –se abrazaron–

–Natalia entró a la habitación donde estaba su padre, sintió que la vida se le iba cuando lo vio conectado a todas esas máquinas se acercó a él tomándole la mano–

NATALIA – Papito tú no me puedes dejar –acariciaba con delicadeza el rostro de su padre– yo te necesito, te necesito mucho –sus lágrimas salían sin cesar– eres lo único que tengo no me dejes –Natalia sintió como le apretaban su mano– papi –una esperanza alumbro en Natalia–

ANSELMO – mi amor –su voz era débil, y trato de quitarse la mascarilla de oxígeno–

NATALIA – tranquilo papi no te esfuerces –Natalia trato de irse pero él le tomo la mano–

ANSELMO – perdóname mi amor –era la primera vez que Natalia veía llorar a su padre– fue mi culpa –Natalia negó abrazándolo destrozada–

NATALIA – no digas eso papito por favor –con mucho esfuerzo Anselmo levanto la mano para acariciar el cabello de su hija que se encontraba a la altura de su pecho mientras sus lágrimas no le permitían hablar–