El Esclavo del Vampiro

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Mis lágrimas bajaban por mis ojos sin cesar, el llegaba y solo tomaba lo que necesitaba de mi cuerpo.

Me sentía, asqueado, tenia miedo, el dolor calaba cada hueso de mi cuerpo, los golpes de cada día, la pérdida de sangre frecuente se notaba en mi.
No tenía un espejo cerca, pero debo verme débil, enfermo y ojeroso.

- Ya no aguanto, me duele, por favor ya para, en serio, te lo suplico, no mas! Por favor Señor...- mis Sollozos eran muy fuertes, tenía temblores, estaba rígido, pero no se detenía, sus colmillo hacían más daño aún.

Aumento la succión y la fuerza en mi cuerpo, sus brazos en mi cintura dolían, ejercía mucha presión y no controlaba su fuerza al sostenerme.

- Ya para, no aguanto más. - grite.

El me soltó haciendo mucho daño en mi, solté un grito pero no me tomo importancia.

- CÁLLATE!!!!!! Cada ves que solloces voy a beber el triple, eres un inservible, como toda tu especie- dijo muy cerca de mi cara.

Me calle de inmediato, mis sollozos ya no se escuchaban, solo bajaban lágrimas silenciosas.

Acabó unos minutos después, me dejo caer en el suelo y me golpee la espalda.

- Tengo algo que informarte escoria.- dijo serio.

- El consejo se a enterado que encontré a mi pareja, y me obliga a transformarla en uno de nosotros, por ende el día a llegado, debo marcarte y por desgracia el resto de mi vida será a tu lado.- dijo con un tono de asco y desprecio que me hizo sentir mal.

- no.....no, me re... rehusó a pasar toda mi vida contigo, no quiero, no tienes el derecho de convertirme, es mi vida ! No me quieres, solo me torturas, no puedes convertirme en un monstruo sin escrúpulos como tú!- grite con cólera.

- Hay dos maneras, o primero te mato y luego te convierto, o te muerdo y sentirás todo el dolor y sufrimiento de la muerte, adivina cual te mereces ?- dijo con una sonrisa maliciosa.

Me levanto de suelo por el pelo, y clavo sus colmillos en mi cuello. Sus ojos se pusieron rojos y sentí como algo se libero dentro de mi sistema.

Un cosquilleo me recorrió entero y luego se empezó a convertir en dolor, mucho dolor, sentía como mi cuerpo perdía su vitalidad, cada órgano dejaba de funcionar, era una sensación horrible. Pasaron los 10 minutos más terribles de mi vida. Cerré los ojos y todo daba vueltas, cuando los abrí, los colores se habían intensificado, podía escuchar y sentir todo con mucha más definición incluso mi olfato era mucho mejor.

- Levántate .- lo hice como pude.

Pero cuando estaba de pie, me di cuenta que estaba desnudo, senti mucha vergüenza.

- ¿Demonios, por que te sonrojas?- dijo mirándome extraño.

- No, no lo sé.- dije e intenté tapar un poco mi desnudes con mis manos.

Se quitó un suéter que tenía puesto y me lo dio.

- Tapate- me lo puse y me quedaba bastante grande ya que el es mucho más alto que yo.

-Gra...gracias.- agarró mi mano y caminamos fuera del calabozo.

Iba muy rápido y yo aún no sabía cómo controlar mis piernas. A dos minutos de caminar me caí.

- Eres un IMBÉCIL- me grito, comencé a sollozar del miedo.

- Deja de asustar a tu pareja idiota sin corazón.- dijo una voz detrás de mi.

Me di vuelta y vi un hombre idéntico a él solo que su cabello era negro y sus ojos eran avellana.

- No te metas Sam! Es mi problema, ve con tu pareja y déjame en paz.- dijo muy enojado.