4

13.1K 613 31
                                    

Narra Sango

- Hola quien habla- dije de inmediato.

- que lindo pescadito de ojos azules tiene en su castillo majestad, los cazadores nos divertimos mucho jugando con el, debería cuidarlo más y proteger a un vampíricio tan reciente de su conversión y más si se trata de su pareja.- dijo el cazador.

- Sango ven, ayúdame por favor.....- dijo Joaquín entre sollozos.

Mis ojos se pusieron rojos y comencé a correr hacia el castillo. Al llegar estaba las ventanas destruidas, las puertas también, entre y vi que todo estaba roto y desordenado.

Ataron sogas a las lamparas y ahí estaba Joaquín colgado de sus muñecas sollozando, sus pies no llegaban al piso, pude ver que su entrada estaba sangrando ,su cuerpo estaba lleno de semen, en sus brazos y piernas tiene cadenas de plata que lo lastimaban y estaba empapado de un líquido brilloso... Plata líquida.

Me acerque y sus sollozos aumentaron.

- ¿Sango, eres tú ? - dijo hipando.

- si, muñeco ahora te suelto- asintió repetidas veces.

- yo...yo les abrí, me engañaron, yo lamento desconfiar de ti, ellos lanzaron algo que quemaba cuando respiraba y luego me ataron y me trajeron y ellos....ellos....me....me- solloso de nuevo.

- shhhh- solté un brazo y luego el otro al final no se como hice pero pude desatarlo.

- dijeron que iban a matarme...- dijo en un hilito de voz

-luego dijeron que daba asco por ser y dejar que un monstruo me follara y que tú, que tú ....- no termino.

- ya basta Joaquín, ya estoy aquí y te protejo, vamos a lavarte y curarte.- asintió y se acurrucó más en mi pecho.

Comencé a bajar hacia los calabozos.

- ¿me dejaras aquí sólo? No lo hagas, me protegeré yo mismo, sólo enséñame, no causare problemas, soy tuyo, te pertenezco y puedes hacer con mi cuerpo lo que desees, pero no me dejes sólo.- dijo.

Llevo esperando una frase hace tanto y cuando por fin la escucho, siento repugnancia hacia mi...... No tiene sentido que me arrepienta.

- no llores muñeco, sólo vamos al subsuelo- sus sollozos se comenzaron a calmar.

Bajamos la escaleras y entramos a un pasillo largo y oscuro, luego presioné unos botones escondidos detrás de una un mueble, se habría una puerta.

El lugar estaba lleno de habitaciones, entre a una que sabía que tiene agua caliente .

Lo deje en la bañera y abrí el agua tibia .

- me....me due...le - dijo sollozando.

- shhh aremos lo mismo que en la mañana,prometo que será la última vez.- dije.

- no,no,no - rogó

Puse mi cara de indiferencia, debía lavarlo para que no sea peor el dolor.
La Plata está por todo su cuerpo.

El agua se tiño de rojo y tuve que cambiarla.

Me desvestí y meti al agua.

- igual que la vez anterior ?- pregunto y asentí.

Me senté y el quedo mirándome de frente con sus piernas en mis caderas.

- ¿Me das un beso?- pregunté, me miro sorprendido incluso yo me sorprendí por la pregunta.

Se sonrojo pero asintió.

Se inclinó suavemente y me beso, sus dulces y ahora fríos labios entraron en contacto con los mios.
El beso subió de tono, pero no tendríamos sexo, Joaquín estaba muy lastimado.

El Esclavo del Vampiro Where stories live. Discover now