El Esclavo del Vampiro

25

Narra David.

Dos rayitas es positivo...
Que demonios esta pasando...
Nosotros nos cuidamos...

- Flashback1.

- Metelo Sam.- dije mientras frotaba mi trasero en el miembro de Sam.

- No tengo preservativo bebé-dijo mientras introducia uno de sus dedos.

- ahh,No... quiero tu polla, Saam¡ Metelo - dije...

Y en el momento de calentura.

-Flashback2

- Te voy a hacer el amor - susurro introduciendo su miembro.

- No te lo pusiste.- dije despacito.

- Esta noche no hermoso.- dijo dando suaves estocadas y besando mi cuello.

-Flashback3.

-Solo tenemos 5 minutos.- dije mientras besaba el cuello de Sam y el tocaba mi trasero.

-lose.- dije.

Choque contra la pared del baño y sentí su miembro entrar bruscamente.

Sin protección otra ves.

......

Fin de Flashbacks.

Como esas se repitieron un par de situaciones mas.
Soy un idiota... debimos cuidarnos.
Un bebé...
Un bebé mitad vampiro y mitad mago...

Dios esto será duro.

Guarde la prueba de embarazo en si respectiva caja y la deje guardada en la parte de atrás de la estantería del baño.
Fui a la cama y me senté.

¿Como se lo diré a Sam?
¿Como reaccionaria?
No es un niño que esta en nuestros planes.
¿Y si me deja?
Seré un rechazado con un niño pequeño.
O aun peor... si me deja y me quita el bebé.
¿El haría eso? No...No, claro que No.

-¿Dios que sucede David?- dijo Joaquin atrás de la puerta.

- Nada ¿Por que?- dije preocupado.

- Puedo sentir tus sollozos.- dijo.

- Es..estoy bien.- dije

- Sango le envio un mensaje a Sam.- Me aviso.

- No...No dile que no lo haga, Joaquin... que no lo llame.- dije abriendo la puerta de golpe.

- Ya lo hizo.- dijo secando una de mis lagrimas.

- No entiendes.- dije

- Si no me quieres contar a mi, estar con el te hará mejor.- dijo.

- No es eso... Yo... Lo siento.- dije cerrando la puerta.

Estaba llorando y no me di cuenta de nada.

Me recoste en la  cama y me tape con las sabanas... Intentaba calmar mi llanto pero me era imposible.
La puerta se abrió y mi cuerpo entro en pánico al sentir el delirante aroma de mi pareja.

- David ¿Qué sucede amor?- dijo acariciando mi espalda.

- Nada... Se me pasará en un momento...- dije

-Tu no... Tú no deberías haber venido- agregué.

- ¿No?¿Por qué?-

- No tenías que molestarte.- susurré.

- Eres mi marido! Y aún más importante... Mí alma gemela.- dijo acariciando mi mano.

Sacó las colchas que me cubrían y me dió la vuelta.