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Narra Joaquín.

Podría quedarme días contemplando el rostro de Sango cuando lee.

Es tan sensual y díganme baboso pero es que el vampiro me seduce sin intenciones.

- ¿vienes a la biblioteca a leer o a verme leer?- dijo pasando la página de un viejo libro.

- pillado - dije.

El me sonrió.

Me acerqué a donde estaba sentado y me subí a sus piernas.

- ¿tienes algún complejo de Coala, muñeco?- dijo.

- solo contigo.- respondi.

- eres tan tontamente cursi.- acarició mi mejilla.

- Soy divino.- dije en broma.

- realmente lo eres - besi mi mejilla.

Me dispuse a besar su cuello suavemente.

- hey aquí no.- dijo el vampiro rubio acariciando mi cintura.

- Sango.- susurré en su oído.

- No bonito muñeco, Escucha con atención, en una semana se lanzará un nuevo proyecto, todos los vampiricios deben ir a un internado por 7 meses y aprender técnicas para vencer a los cazadores.- explco

- ¿6 meses?- pregunte.

- 7.- dijo.

- ¿no nos veremos en 7 meses ?- dije molesto.

-es necesario muñeco.- dijo besando mi mejilla.

-pero puedes entrenarme tú- sugerí.

- no muñeco, debes ir.- dijo acariciando mi mejilla.

- no iré.- dije decidido.

- si lo harás.- dijo.

- no y es mi última palabra.

........... ........... ............ ........... ........... ...........

6 días después...

Narra Sango.

- Joaquín no está en discusión! Iras y punto.- dije serio.

- nunca nada está en discusión contigo.- dijo molesto.

- debes aprender.-

- me puedes enseñar tu, estaremos 7 malditos meses separados. Por Dios hace 2 meses que soy tu novio, deberias querer estar a mi lado, no enviarme a otro pais.- dijo encaprichado.

- Mi amor, tienes que ir, podran volver una semana cada 2 meses.- dije besando su mejilla.

- quiero estar solo- dijo.

- oh Joaquin, no empecemos con esto.- dije frustrado.

- al menos respetame en esto y dejame solo.- dijo enojado.

Suspire y Sali de ahi.

Fui a leer a la biblioteca claro que podia escuchar los leves sollosos de Joaquin, y sus amorosos adjetivos cualitativos derijidos a mi.
El necesita esto, hay momentos donde se encuentra solo y no sabe defenderse en una pelea cuerpo a cuerpo, lo harian pure.

Lei por un momento mas y luego baje a ver un poco de television.
Desde que estoy con Joaquin e aprendido a disfrutar de la casa.
Antes habia llegado al punto de no estar mas de 4 horas en mi casa, me la pasaba trabajando. Es cierto que el defender a los vampiros y velar por ellos es mi pasion, no es sano, que todo se centre en eso.
Estaba tomando un té cuando mi pareja bajo de la habitacion. Me miro, fruncio el ceño y volvio a sollosar como niño de 2 años. Suspire entre cansado y enternecido y fui a su encuentro.
Como imaginaba estaba enrrollado en las sabanas molesto.

- Vete de una maldita vez!!!- dijo.

- Joaquin ya.- dije acostandome a su lado y acomodandolo en mi pecho.

- Es injusto¿Por que firmaste si sabias que iba a alejarme de ti?- pregunto.

- por que los cazadores estan exterminando a muchas criaturas de la Oscuridad y es mi deber protegerlos. Y es el tuyo cumplir con el mandato y aprender lo debido para que dirijas a mi lado.-

-Sango...- dijo roprendido.

- Tienes que ir, prometo que ire a verte cada cierto tiempo pero tienes que ir.- dije.

-¿Me prometes que cuando regrese todo sera igual?- dijo con los ojitos llorosos.

- si muñeco todo sera igual.- dije besando su mejilla.

.............

Narra Joaquin.

Y aqui me encuentro, en un aeropuerto con mi maleta y Sango a mi costado.
No dije ni una palabra desde que comence a hacer las maletas, entiendo que debo defenderme pero ni siquiera hemos pasado el suficiente tiempo juntos, debido a sus exigencias, son escasos los momentos, como en toda pareja hay discusiones y enojos. Es frustrante el echo de tener que irme lejos cuando recién estamos comenzando a conocernos.

- Muñeco...- me llamo.

- ¿qué sucede?- dijo.

- nada.- dijo.

Dio vuelta mi rostro y me besó. Claro que seguí el beso... por a mi vampiro psicópata jamas podría negarle uno.

- te prometo que será igual.- dijo acariciando mi rostro.

Asenti, tomé mis maletas y fui a abordar el avión.

Una ves arriba del mismo, se me sentó una chica y un chico a mi costado.
El chico era muy tierno, tenía ojos verdes y anteojos, la chica tenía el cabello rojo y ojos azules.

Ninguno hablon cuando se sentaron, por lo que fue un poco incomodo.

El Esclavo del Vampiro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora