VI

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El reloj sonaba cada vez más lento, las agujas pasaban despacio y sin prisas. Habían pasado horas incomunicados, encerrados sin nada más que hacer a la espera de que el líder llegara para poder marcharse.

La puerta comenzó a sonar y entró un joven delgado bajito mirándose las manos.

-El señor Kim me ha dicho que pueden bajar a cenar.-susurró el pequeño omega.

-¿Y quién le ha dicho al señor Kim que vamos a hacer lo que él quiera?.

-Baek.-gruño Kyungsoo.-Él no tiene la culpa.

-Esta bien.-sonrió Baekhyun.-Acércate lindo.

Kyungsoo lo miró escéptico mientras le susurraba algo al pequeño omega.

-Ya puedes irte pequeño.-sonrió divertido.-Le va a encantar mi respuesta.

El joven omega salió a trompicones del cuarto, tropezandose con sus propias piernas.

-¿Qué le dijiste?.-rio Minseok.

-Ahora lo veras.

Se sentaron a esperar la respuesta del alfa ante lo que fuera que le había mandado a decir.

-¡Baekhyun!.-gritaron desde abajo. 

Este se sentó y comenzó a reírse escandalosamente.

-Ese alfa inútil piensa que voy a hacer lo que quiera.-rio.-Pues lo tiene claro.

-La verdad yo sí tenia hambre.-murmuró Minseok.

-Tú a callar.-gruño Baekhyun.-Esto es culpa tuya y de esos pantalones de cuero que te empeñas en llevar.

Se escuchó un golpe fuera de la puerta y algunos más por las escaleras, tocaron la puerta y paso Chanyeol con el ceño fruncido.

-Señorito Baekhyun.-siseo.-Sería tan amable de acompañarme en la cena.

-Deja que me lo piense y vuelve más tarde.-sonrió mirándose las uñas.

-Baekhyun deja de jugar.-bufo Kyungsoo.-Tenemos hambre susurró por el vínculo.

Este caminó hacia Chanyeol con paso firme pero delicado, era una de las cosas que más llamaba la atención de él, sus caderas se movían lentamente al compás de una canción imaginaria. Era parte de su encanto y un arma infalible para la supervivencia, Baekhyun poseía un don muy peculiar, era capaz de encontrar el punto exacto en el que tocar para derribar a un adversario y en este caso Chanyeol estaba en medio de sus planes. Como cualquier don el suyo tenía un nombre propio, derivado de la cultura inca ruphay, quería decir rayo y Chanyeol entendería el porque eran peligrosos.

Baekhyun tenía la costumbre de distraer a sus adversarios y camelarlos, los atraía y después atacaba. Había llegado hasta Chanyeol introduciendolo en la bruma del deseo, se miraban el uno al otro como si no existiese nadie más porque en ese momento eran sólo ellos dos y el resto del mundo quedaba en otro plano, estaba a punto de tocar su piel, tan cerca de concentrar la chispa...

-¡Baekhyun no!.-chilló Kyungsoo por el vínculo.

Este se detuvo antes de tocar a Chanyeol dejando que el contrario lo tomara de la cintura para girar su cabeza en dirección a Kyungsoo. Y en ese momento lo supo, le quedo claro que debían marcharse porque si bien esto había comenzado como un juego Baekhyun había estado a punto de perder el control, conocía esa cara, esa faceta suya con la que habían tenido que lidiar años anteriores, porque nadie les había enseñado a controlarse y tuvieron que aprender solos a base de errores, de golpes, muchos golpes.

Y lo que más miedo daba es que habían sido bendecidos pero sus peculiaridades los podían llevar a la desgracia. Baekhyun se habría arrepentido mucho de lo que aún no era consciente que iba a hacer.

-¿Baekhyun estás bien?.-preguntó Chanyeol notando el ligero cambio en el ambiente.

-Sí.-murmuró algo descolocado.

-No tenemos hambre, gracias, puedes marcharte.- murmuró Minseok.

Chanyeol salió unos segundos más tarde al comprender que el tema no iba con él y que la información era clasificada, dejándolos solos.

-¿Baek estás bien?.

Baekhyun murmuró un pequeño sí, para sentarse al costado de Kyungsoo, sí bien el ataque no habría matado a Chanyeol, lo habría dejado muy herido, habían averiguado eso por experiencia propia. Los primeros en conocerse habían sido Baekhyun y Kyungsoo, aún eran unos cachorros pero estaban solos, completamente solos, habían sobrevivido a base de palos, eran conscientes de que eran especiales no por el simple hecho de desobedecer a la manada, sino que algo era diferente, ambos poseían sus cualidades al conocerse, poco desarrolladas pero estaban ahí, Kyungsoo era capaz de acabar con una cosecha en unos minutos, solo debía tocar una planta y al cabo de un rato esta moría siendo seguida por más, Baekhyun  pasaba corriente pero indirectamente, era capaz de concentrarla en un pequeño objeto y después dejarla libre ocasionando fallos eléctricos en manzanas.

Una noche habían sido atacados y Baekhyun había reaccionado atacando a uno de los agresores, este había caído con quemaduras de alto grado además de no ser el único dañado en la habitación. La corriente había sido tan intensa que Kyungsoo había salido disparado contra una pared con la piel roja y había necesitado meses para recuperarse aún siendo un lobo.

Sus peculiaridades eran poderosas, pero como todo en la vida también destructivas.

-Soo creo que deberíamos irnos.-susurró.

-Baek es tu compañero.-susurró Minseok.-¿Estas seguro de esto?.

-Creo que será lo mejor para ambos, su olor me distrae, no fui capaz de controlarme.

-¿Todavía están montando guardia?.

-Sí.-gruño Minseok.

-¿Que les parece si salgo yo, puedo ocultar mi olor y después busco una forma de escapar?.-preguntó Kyungsoo.

Ambos asistieron siguiéndolo a la ventana, Kyungsoo era muy bueno escalando y era un artista disfrazando su olor, caminó por el tejado pisando con mucho cuidado de hacer ruido, esto era habitual en su infancia, robaban comida y escapaban por lo que tenían que controlar todos los terreros posibles. Llegó a la parte trasera de la casa, esta estaba rodeada de árboles, saltó y se metió entre los matojos.

-¿Por qué huyes por el tejado de una casa?.-murmuró una voz a su espalda.

Y estuvo a punto de chillar, porque ¿como era posible que no lo hubiese sentido?, eran pocos los que sabían ocultar su olor. Se dio la vuelta encontrándose un hombre alto, fornido de cara angulosa pero sensual, con unos labios gruesos rodeado por un sutil aroma a caza, era alto muy alto y lo más importante estaba medio desnudo.

Se quedó mirándolo durante unos segundos echizado por el color de sus ojos y el tono canela de su piel. Salió de su trance encontrándose la mirada divertida del contrario y le gruño porque quería encontrar la manera de huir no tenían que haber testigos.

-Tú no me has visto.-gruño.

-¿Y eso por qué?.

-Porque te lo digo yo.-gruño enseñando los dientes.

-¿Y por qué le haría caso a un omega?.

-Porque sino este omega te dará la paliza de tu vida.

El lobo grande sonrió y lo miró divertido. Kyungsoo gruño y lo pateó terminando sentado encima suya, iba a usar la apoptosis con él hasta que se vio rodeado por lobos gruñendo.

-Sea lo que sea que vayas a hacer no lo hagas.-sonrió el chico.-Aunque me gusta esta postura.

-Cállate.

-No deberías tratar al alfa de una manada que no conoces así.

-Me da igual, podría matarte.

-Y ellos acabarían contigo créeme.

Kyungsoo bufo y se levantó siendo escoltado hasta la casa nuevamente.

Ghost Drivers (Kaisoo)Where stories live. Discover now