Epílogo

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"Te quiero para volvernos locos de risa, ebrios de nada y pasear sin prisa por las calles, eso si, tomados de la mano, mejor dicho... del corazón."

Definitivamente no se arrepentía de su decisión, a pesar de que Jongin era testarudo, cascarrabias y tenía un problema con la posesividad, era su todo.

Era complicado, eran muy diferentes, pero se complementaban de formas inimaginables.

Cogió la taza de la encimera y se apoyó sobre el mueble de la cocina, no se sentía bien, tenía el estómago encogido y unas náuseas horribles, había intentado controlar el malestar con hierbas y aún así nada parecía aplacarlo.

Sonrió caminando hacia la puerta de la entrada, Baekhyun y Minseok estaban entrenando, tenían trabajo pendiente, unas cuantas desapariciones en algunas manadas un poco más alejadas y algún que otro problema con un nuevo grupo de lobos rebeldes.

Su plan inicial había sido ir con ellos, echaba de menos sentir el aire golpear contra su piel, el rugido del motor al apretar el acelerador, pero había sido incapaz de subirse sin terminar soltando todo lo que llevaba dentro.

No había querido decirle nada a Jongin, no era algo normal que enfermase pero habían algunas épocas del año en las que el cuerpo empezaba a traicionarlo, se sentía cansado, pero nunca había llegado a ese nivel.

Soltó un poco de aire, el clima estaba frío, no es que fuese un problema para los lobos, al menos no para él.

Sonrió al ver un coche aparcar frente a la casa del alfa. Jongin llevaba semanas intentando frenar los rumores, entendía que lo hacía para que no se sintiese incomodo, pero realmente le daba igual lo que estaban diciendo, al fin y al cabo era algo que se esperaba, Jongin era el alfa de una de las manadas más fuertes y al parecer la Layra no estaba muy conforme de que se uniera a un "Ghost Driver".

Muchas de las lobas de la manada y algunos omegas se habían presentado pidiendo un convate justo, una oportunidad para quedarse al lado del alfa, pero nadie había conseguido derrotarlo, Jongin era suyo, no iba a perderlo tan fácilmente, había luchado con todo lo que tenía y un poco más, tal vez en algunos momentos se había propasado, pero debía marcar la diferencia, él y Jongin estaban hechos el uno para el otro y no iba a permitir que nadie se entrometiese.

Sonrió aún más al verlo salir del coche, podía sentirlo desde donde estaba.

-Hola hermoso.

Rió al escucharlo en su cabeza, lo había echado de menos, tal vez no se lo diría al lobo, pero después de no verlo durante un par de semanas, había sentido mucho su ausencia.

Esperó a que llegase a la puerta y dejó la taza apoyada sobre la madera, se acercó y lo rodeó con sus brazos, obligandolo a inclinar la cabeza para después unir sus labios. Había echado en falta mucho estos momentos, los labios de Jongin eran magníficos, no había una forma exacta para definirlos correctamente.

Sintió la chispa encenderse y se pegó un poco más al cuerpo del moreno.

-Yo también te extrañe Kyungsoo.

Gruñó al alejarse y volvió a atacar sus labios, esta vez con más ganas.

-¿Ahora ya?.-rió el moreno.

Ghost Drivers (Kaisoo)Kde žijí příběhy. Začni objevovat